Jacobo, el tierno hijo de Juan Sebastián Cabal que se roba las miradas en el US Open

Cali y Colombia siguen vibrando con sus tenistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, que roban los suspiros de los aficionados al tenis con cada una de sus victorias. Este miércoles, los vallecaucanos consiguieron acceder a las semifinales del US Open, el último Grand Slam del año, que se disputa en Nueva York (Estados Unidos).

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Por fuera de las canchas hay un pequeño personaje que se roba las miradas y los suspiros de quienes asisten a los partidos -o los siguen por televisión-. Se trata de Jacobo Cabal, el hijo de Juan Sebastián, quien ha sido uno de los principales espectadores de los partidos de su papá y Robert Farah. 

A Jacobo se le ha visto acompañado de su madre, Juliana Vásquez, en cada uno de los partidos de la ya legendaria dupla de tenistas. El niño, de dos años y medio, ha seguido un ritual que ya realiza con gusto. 

Al final de cada partido en Flushing Meadows que ha terminado con victoria para su padre y Robert, ha ingresado a la cancha para felicitarlos y fundirse en tiernos abrazos con ellos. 

Lo mejor, además de las tiernas sonrisas de Jacobo, ha sido observar la felicidad de Juan Sebastián y Robert por tener junto a ellos al pequeño representante de la familia Cabal-Vásquez.  En su aventura en Wimbledon, de la que salieron vencedores el pasado julio, Jacobo no pudo estar presente. 

De hecho, este miércoles Robert hizo la tradicional atención a medios tras el partido con Jacobo en sus brazos, demostrando que es su tío adoptivo por excelencia. 

Juan Sebastián fue preguntado sobre Jacobo, y sus ya recurrentes ingresos al campo de juego al fin de los partidos. 

"Estoy muy contento de tenerlo aquí conmigo. No sé si es por cábala o qué, pero al final de cada partido quiere bajar la valla, se desespera. Hoy la tenía un poco difícil porque estaba un poco alto, entonces le ayudé", contó Juan Sebastián. 

Robert, por su parte, definió a Jacobo como un miembro de su familia. 

De hecho, al niño de dos años y medio se le ha visto acompañando a los tenistas en sus entrenamientos, con su propia raqueta e imitando los movimientos de su padre. 

En Colombia se espera que Jacobo pueda repetir su ritual otras dos veces: tras las victorias de su padre en semifinales y la final del US Open.