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Video: David Romero, el atleta que quedó en silla de ruedas mientras practicaba BMX y ahora es referente del tenis adaptado
A los 14 años sufrió un grave accidente mientras entrenaba BMX, que lo dejó en silla de ruedas. Con esfuerzo y dedicación, hoy es referente en el tenis adaptado.
Por Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País
El deporte es una actividad que te da alegrías y tristezas. Unas veces te pone en lo más alto y en otras es capaz de quitarte la ilusión.
Sin embargo, cuando luchas con esfuerzo y disciplina, te termina dando grandes satisfacciones.
Ese el caso de David Romero Tapiero, un joven caleño que a los 14 años quedó en silla de ruedas cuando practicaba BMX y ahora es un destacado tenista paralímpico.
El 6 de julio de 2014 es una fecha que quedó marcada en la vida de este atleta de 25 años. Terminaba el entreno en la pista de BMX de la capital vallecaucana, ubicada al lado de velódromo Alcides Nieto Patiño, cuando ocurrió algo inesperado.
“Estaba realizando un último salto y en ese ejercicio tuve un mal gesto deportivo, caí de cabeza y por la presión del golpe se me corrieron unos discos, lo que me ocasionó una lesión en la médula espinal, perdiendo la movilidad de los miembros inferiores. El diagnóstico fue un trauma raquimedular”, explica David.
Por la lesión sufrida, este deportista vallecaucano perdió la sensibilidad y movilidad de sus extremidades inferiores; solo siente cambios de temperatura o golpes muy intensos.
“Recuerdo el día del accidente, cuando llegamos a la clínica, él nos dijo que no lo fuéramos a sacar del bicicross. No sabíamos la gravedad de la lesión y el daño sufrido, pero cuando el médico nos dijo que David no iba a volver a caminar, fue algo muy duro”, explica Gladys, madre del tenista.
La noticia sacudió a su familia, que no entendía el por qué esto le había sucedido a un joven que apenas comenzaba a construir sus sueños.
“Realmente para nosotros como familia y como padre es una situación muy difícil porque duele. Fue algo muy traumático para todos y ese sueño de salir adelante en el BMX se le vio truncado por el accidente”, agrega don Natanael, el progenitor del atleta.
David llevaba un año en el mundo del BMX cuando sufrió la grave lesión. “Cuando me dieron la noticia que no iba a recuperar la movilidad de las piernas, no entendí la magnitud de problema, tal vez porque estaba muy joven”, apunta.
En el momento de la lesión, el deportista estaba cursando décimo grado y esa quizás fue la primera vez que sintió lo que era afrontar la vida de una forma diferente.
“Para mí fue difícil volver al colegio, me daba como vergüenza, era como pena de que me vieran en silla de ruedas. Me preocupaba lo que pensaran los demás y fue mi mamá la que me incentivó de regresar y que no perdiera el tiempo”, confesó.
Adaptarse a convivir con la silla de ruedas fue un proceso de paciencia y convencimiento.
“La primera vez que la usé fue en el hospital. El médico me recomendó que diera una vuelta allí mismo, que me despejara un poco. Me consiguieron una silla de ruedas, mi mamá me ayudó y la verdad no me sentí raro. Para ser sincero, era algo que no asimilaba bien”, comenta David.
Dos años duró en rehabilitación. Ese fase de la recuperación le ayudó para mejorar su movilidad y seguir con su estilo de vida.
El deporte, ligado a sus sueños
David había mostrado buenas sensaciones por el deporte durante la rehabilitación. Es por ello que recibió una invitación de los fisioterapeutas para practicar natación, disciplina en la que estuvo por un periodo muy corto. “Fui a probar, estuve como mes y medio; luego me invitaron a experimentar en atletismo de campo, estuve también un par de meses hasta que un compañero del mismo centro de rehabilitación me convocó para ir a jugar tenis”.
Su madre, doña Gladys, fue la persona que se convirtió en el soporte de David durante el camino de la rehabilitación. “Él duró dos años en terapia intensa y con el paso del tiempo me dijo que quería practicar un deporte que le iba a ayudar como terapia. En ese momento comenzó su carrera formal”.
David debió tomar una decisión transcendental en su nueva vida. Debía atender varias actividades de forma simultánea y el tiempo no le alcanzaba.
Sus jornadas diarias las pasaba entre el estudio, las terapias, entrenos y le tocó dejar uno de ellas. David decidió no asistir más a terapias, algo que él reemplazó con sus entrenamientos.
“Yo estuve con él durante cinco años acompañándolo en todo ese proceso. Íbamos adonde él debía asistir, pero tomé la determinación de comenzar a soltarlo para que se defendiera solo. Yo le decía: ‘eso no es un obstáculo, es otro forma de vivir, pero debes seguir con su vida adelante’. Él lo asimiló de la mejor forma y pudo sacar adelante su estudio y el deporte”, indica su madre.
David está a pocos meses de graduarse como abogado de la Universidad Cooperativa de Colombia. “Estoy ya en el décimo semestre, ando trabajando en la tesis. Me gusta el derecho civil”.
Las exclusiones sociales, un punto a superar
A pesar de que David manifiesta que logró superar de la mejor manera el golpe que le produjo quedar en silla de ruedas, el día a día lo lleva a enfrentar una realidad que aún a lo agobia, la exclusión social para personas con este tipo de discapacidad física.
“Nosotros tenemos una forma de vivir compleja. Tenemos más necesidades especiales; por ejemplo, la infraestructura en las calles o en los andenes que se construyen sin pensar en personas como nosotros. La dificultad en el acceso a establecimientos públicos, el ingreso a sistemas de movilidad como el MÍO, donde no existen rampas y por ello muchas veces preferirnos irnos en la silla de ruedas porque se hace más fácil”, argumenta.
Ahora va detrás del anhelado oro
David lleva ocho años en el tenis de silla de ruedas, una disciplina donde ha encontrado el espacio para desarrollar su carrera deportiva.
En este tiempo ha crecido de forma positiva y su nombre ya empieza a ser referente a nivel nacional.
“Me he abierto un espacio en el país como uno de los tenistas de mejor proyección. Ya he tenido la oportunidad de competir en eventos nacionales y por fuera de Colombia”, acota.
Gracias a sus actuaciones se ha ganado un cupo en las selecciones Valle y con mucho orgullo ya ha vestido los colores de la Selección Colombia.
“En el tenis de silla de ruedas encontré la competitividad. Siempre me gusta tener un rival al frente, medir fuerzas y vencerlo. Este deporte te obliga a llevar tu mente al máximo, sumado a fuerza, resistencia y agilidad física”, apunta este representante vallecaucano que se alista para disputar sus segundos Juegos Paranacionales, a realizarse a final de año en el Eje Cafetero.
En la parte técnica, David es un tenista que está bien fundamentado en toda su estructura como tenista.
Su golpe preferido con la raqueta es el revés y explica que su estilo preferido es jugar desde el fondo de la cancha. “Soy un tenista de golpear mucho, de jugar rápido, siempre activo y luchar por cada punto en la cancha”.
David hace parte de la categoría open, una de las más importantes y competitivas del país. “El objetivo es ganar la presea dorada para el Valle del Cauca en la modalidad de dobles masculinos o dobles por equipos”, según expresa su entrenador, Sigifredo Hidalgo, actual DT nacional de tenis adaptado.
Su familia ha sido su soporte vital para salir adelante en todos los aspectos. “Él nos ha dado esa fuerza porque nunca se ha rendido. Siempre ha estado pendiente de su estudio y deporte. Es una persona a la que admiro demasiado, me da mucho valor; tengo que reconocer que a veces me deprimo, pero gracias al valor de David, lo he ido superando”, comenta su padre mientras se le quiebra la voz y suelta una lágrima al hablar con orgullo de su hijo.
David es un joven con tenacidad que ha encontrado en el deporte poder superar las barreras y límites que encuentra por su condición física.
Datos
David Romero entrena en el compleno tenístico de la Liga Vallecaucana de este deporte ubicado en la Unidad Deportiva Jaime Aparicio.
Para llegar a su jornadas de entrenamientos, David sale muy temprano en las mañanas en silla de ruedas desde su casa en el barrio El Guabal de Cali y su día se extiende hasta las 2 de la tarde.