Economía
Alimentos, cómo pesan en la canasta familiar de los caleños. Conozca cuánto cuesta hacer un mercado en la capital del Valle
La carne de res, los huevos y la leche, ya son artículos de lujo. El dinero no alcanza. Análisis.
Mercar con 200 mil pesos es una verdadera proeza en Cali, donde los precios aumentan semanalmente. Incluso, hasta comer arroz con huevo ya no es una opción en muchos hogares de la capital vallecaucana.
En agosto, el precio de algunos productos aumentó el costo de vida en la ciudad, donde la variación mensual de la inflación fue de 1.43% 0.3 puntos por encima de la nacional que se ubicó en 1.13%.
En un recorrido por la galería Santa Elena, se ve cómo las personas comparan precios y optan por las marcas propias de los supermercados.
Blanca Realpe se queja de los precios que no bajan. “Todo sigue caro, la carne, el café, la leche, los huevos que ahora valen 17 mil pesos cuando antes los compraba a 12, ya nos toca es comer el arroz con papita. La carne está en 16 o 17 mil pesos y antes era a 12 o 10 mil. Yo pago 200 mil y llevo el carro vacío. Todo subió después de pandemia”, dice.
Una empleada del supermercado lo confirma. “Desde pandemia y el estallido, hay productos que no volvieron a bajar como el arroz, los huevos y la leche que este año ha tenido tres alzas. El café de marca tampoco baja y algunas verduras como la cebolla cabezona y el limón siguen al alza”. “Se ha notado una disminución en las ventas porque la gente ya no compra todo lo de su canasta familiar en un solo supermercado, sino que busca opciones y cambian las verduras o frutas de jugos por productos instantáneos”.
Viviana Rojas, quien vende comidas en el sector, señala que antes gastaba 110 0 120 mil pesos en el mercado y ahora son hasta 250 mil en los mismos productos.
Al otro lado de la ciudad, en el sector de Prados del Norte, si bien es un estrato más alto, las personas también se ven afectadas por el alza en el precio de los alimentos.
La señora Stella Arroyave, asegura que ahora tiene que medir mucho lo que va a comprar porque cuando llega a la caja se puede llevar una sorpresa. “Cuando uno viene al supermercado ya tiene que mirar qué va a comprar. Voy sumando en la cabeza, le veo el precio y digo no lo llevo porque está muy caro, o busco el que tenga precios menos alto. La carne de res solo la estamos consumiendo dos veces a la semana, optamos por el pollo que es más económico”, sostuvo.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, al respecto manifestó que Cali en el mes de agosto sí presentó una variación mensual más alta que la nacional, mientras la de Colombia fue de 1.13%, la de la capital vallecaucana fue de 1.43 %.
Según dijo, algunos de ellos sufren por el tema del clima, porque en cuanto a la agricultura, la producción de agosto no necesariamente corresponde a la de ese mes, ni las siembras son de ese mes, sino que vienen con unas condiciones climáticas anteriores.
Esto porque a comienzos de este año y a finales del año pasado se registró un fuerte invierno que generó problemas para algunos productos, hay una reducción de la oferta porque se generan enfermedades y demás.
“Para algunos productos pudo haber sido eso, pero también en el Valle, en el último mes, mes y medio, se ha vivido unas oleadas de calor muy duras, y eso también puede afectar la oferta de algunos productos como puede ocurrir en el caso del mango Tommy”, agregó.
De otro lado, Julio Escobar, jefe regional de Estudios Económicos del Banco de la República, explicó que el alza en el precio de los alimentos obedece también a un problema de intermediación.
“Muchos canales entre productor, agrícola y consumidor, hace que los descensos en precios no lleguen oportunamente al hogar consumidor”, señaló.
Agregó que los costos agrícolas vienen bajando de manera gradual, tanto los insumos importados como la urea, abonos, fertilizantes, herbicidas, fungicidas y demás.
“El productor en el campo vende a un precio menor, pero quien recoge la cosecha, la lleva a la central de abastos, a la plaza o a un mayorista y este a su vez a un proveedor de supermercados, tiendas o restaurantes. Toda una cadena de intermediarios que se quedan con los descuentos de una oferta abundante en mayoría de grupos de alimentos primarios, perecederos sin procesar”, subrayó Escobar.
Adicionalmente, hay una tendencia a la industrialización de alimentos que no se daba antes, muchos productos ahora tienen como destino mercados internacionales, generándose una competencia entre la demanda interna y externa.
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