Economía
Atentos: estos son los casos en los que los dueños de una vivienda pueden terminar el contrato de arrendamiento
Tanto arrendadores como arrendatarios tienen derechos y deberes que cumplir.
El arrendamiento no es otra cosa que un contrato y una acción en el que una persona le cede a otra el uso y el goce de un bien inmueble a cambio de un precio determinado.
Por ello, tomar una vivienda, una oficina o un local en arriendo implica ciertos deberes y derechos que se deben cumplir (por ambas partes, arrendador y arrendatario), los cuales obligatoriamente deben estar estipulados en el contrato.
Dicho lo anterior, que vale la pena dar a conocer cuáles son esas obligaciones que debe cumplir todo arrendatario y por qué razones le podrían pedir el inmueble.
No pago del arriendo: La más importante de todas es el no pago del arriendo en los tiempos establecidos con el arrendador. Aunque parezca obvio, esta es una de las situaciones que más se presentan y obligan a que el inquilino tenga que desocupar inmediatamente.
La no cancelación de los servicios públicos: Cuando se presente una desconexión o pérdida de los servicios públicos, el arrendador podrá hacer un rompimiento del acuerdo.
Mejoras o cambios en el inmueble: Las modificaciones, ampliaciones o mejoras también deben ser decisiones consensuadas con el arrendador. Se han presentado situciones en las que el inquilino ha realizado modificaciones al inmueble sin pedir permiso al propietario del mismo.
Violación de las normas: Todo acuerdo consignado en el contrato de arrendamiento y que sea violado por el inquilino, podrá ser otra de las causas para pedir la devolución del inmueble.
No prórroga del contrato: El dueño o arrendador podrá terminar unilateralmente el contrato durante las prórrogas, previo aviso escrito. Esto debe hacerse con una antelación no menor de tres meses y deberá pagar una indemnización correspondiente a los mismos tres meses de arriendo.
Derechos y deberes de los arrendatarios
Cuando se celebra un contrato de arriendo, es importante tener en cuenta que ambas partes, tanto propietarios como arrendatarios, buscan satisfacer sus necesidades. Por un lado, el propietario quiere tener una ganancia sobre el patrimonio que tiene invertido en su inmueble. Y por otra parte el arrendatario está solucionando la necesidad de vivienda para él y/o su familia.
La Ley 820 de 2003 es la norma, por la cual se expide el régimen de arrendamiento de vivienda urbana y en ella están consagrados los derechos del inquilino en Colombia y sus obligaciones, así como de los arrendadores.
Los derechos del arrendatario
Al arrendar un inmueble, el principal derecho que tiene como inquilino es disfrutar plenamente de la propiedad. Es decir, de los “servicios, cosas o usos conexos, los servicios públicos domiciliarios y todos los demás inherentes al goce del inmueble y a la satisfacción de las necesidades propias de la habitación en el mismo”, como lo contempla la Ley.
Las obligaciones que debe cumplir un inquilino
El Código Civil en su capítulo III, del título XXVI, en el libro 4, contempla las obligaciones del arrendatario. Aunque, las cinco principales también están consignadas en la Ley 820.
El primer deber del inquilino es pagar oportunamente el canon de arrendamiento como queda estipulado en el contrato. Asimismo, tiene la responsabilidad de velar por el inmueble, el mantenimiento y el uso normal del mismo. Por ello, si se presenta un daño ocasionado por el mal uso, quien debe hacer el arreglo es el inquilino.
Adicionalmente, en la Ley se establece que debe pagar a tiempo los servicios y otros gastos conforme a lo que diga el contrato y cumplir las normas del reglamento de propiedad horizontal, si es el caso, así como las que imponga el Gobierno para proteger los derechos de los vecinos.