Banco de semillas del CIAT cultiva fríjol y yuca resistentes a las sequías

Los largos períodos de sequías que provocan las altas temperaturas y que terminan deteriorando cultivos claves para el consumo humano, dejarán de ser un problema para la humanidad.

Todo porque los centros de investigación en el mundo, como el Ciat, Centro Internacional de Agricultura Tropical, que está ubicado en Palmira, Valle del Cauca, con el respaldo de entidades globales, vienen trabajando en un proyecto que incorpora tres tipos de cultivos (fríjol, yuca y pasto tropical) el cual les permite soportar altas temperaturas y suelos que han estado expuestos a sequías muy largas.

Una de las grandes ventajas de esa iniciativa es que dichos cultivos incrementarán los beneficios en hierro y zinc, en el fríjol, y de vitamina A, en la yuca.

Dicho en otras palabras, estos productos, básicos de la canasta familiar de los colombianos, serán, en un futuro, de mayor nivel nutricional.

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Por el momento, el Ciat  tiene más de 66,000 accesiones y Forrajes: 22,657, Frijol: 37,936 y Forrajes: 5,963 que están en estudio y que hacen parte de un proyecto que los investigadores denominaron semillas del futuro.

Joe Tohme, director del Área de Cultivos para la Nutrición y la Salud de ese proyecto, explicó que “este es el punto de partida para los cultivos que se ven afectados frecuentemente por los cambios climáticos”.

El investigador anotó que la importancia de estas semillas no es solo para Colombia, sino para el mundo, ya que estos cultivos cuentan con una revisión externa que determina que todo funciona con altos estándares mundiales.

El señor Tohme dio a conocer hoy estas buenas nuevas en las instalaciones del Ciat donde habló sobre el avance de esas investigaciones en el Banco de Semillas, un edificio dedicado al estudio de esos cultivos.

Precisamente ese edificio, el Banco de Semillas, que está ubicado en el Ciat y se puso en marcha a través de una alianza con la firma Bioversity, recibió la Certificación en Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, que lo destaca como el único en América Latina que desarrolla semillas del futuro.

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Otra de las razones que motivó la certificación es que el edificio emplea recursos naturales que le permiten ahorrar energía y usar de manera inteligente materiales reciclables, amigos del medio ambiente.

“El edificio está construido con altos estándares de sostenibilidad por el mejor talento colombiano, el factor clave es el uso amigable de los recursos naturales, sobre todo el uso de la energía. Esta certificación garantiza que estamos cumpliendo con bajos índices de contaminación”, señaló Camilo Ujueta, jefe de infraestructura y operaciones de la Alianza entre Bioversity International y el Ciat.

La edificación está distribuida en dos espacios de gran importancia: el techo cuenta con almacenamiento para recolectar la mayor cantidad de agua lluvia, lo que a su vez disminuye en 3 grados centígrados la temperatura del edificio, lo que mejora la calidad del aire al interior y reduce la contaminación.