Economía
Comer fuera de casa se volvió todo un lujo en Cali
Altos costos de las materias primas, informalidad, lavado de dinero y disminución en el poder adquisitivo de la gente, algunas de las razones que esgrime el sector gastronómico caleño.
Los precios de la canasta familiar en Cali han venido bajando, sin embargo, aún se tiene una inflación alta de 6,41% anual al mes de mayo.
Y hay algunos rubros del gasto de los hogares que han tenido una mayor variación, por lo que siguen impactando el bolsillo de los caleños.
Uno de estos es la comida; los precios de los alimentos que traían una marcada tendencia a la baja, no descienden al ritmo esperado. Es así cómo, al mes de mayo la inflación anual era de (4,87%), con lo que Cali fue una de las cinco ciudades del país con mayor incremento en esta materia, superando al promedio nacional (4,40%) y al de ciudades como Barranquilla (4,30%), Medellín (4,25%), Cartagena (4,06%) y Manizales (3,75%).
Pero esto no es lo único. Otro gasto que está afectando el bolsillo de los caleños es salir a comer fuera de casa.
Según el Dane, los precios del rubro de restaurantes y hoteles, aumentó en el último año 9,41%, muy por encima de la inflación general de la ciudad.
De acuerdo con el análisis de Cali Cómo Vamos, si bien la inflación de restaurantes es alta, ha venido bajando frente a años anteriores. “Pero con corte a mayo fue la segunda más alta, solo por debajo de Bogotá (10,0%), superando al incremento de precios reportado en Medellín (9,2%), Barranquilla (9,1%)”.
Comer fuera, un lujo
Brany Prado, director ejecutivo de Acodrés Regional Pacífico, señala que los precios altos obedecen, entre otras cosas, al alza de la gasolina desde el año pasado, que ha hecho que se encarezcan los insumos. Estos sobrecostos, aseguró, los ha tenido que asumir el sector gastronómico de la región que, por ende, se ha visto obligado a ajustar sus precios al público.
De ahí que la semana pasada productos como la papa, uno de los ingredientes que más se utiliza en muchas de las ofertas gastronómicas de la ciudad y del departamento, presentó un incremento hasta del 60%.
A lo anterior hay que agregar el tema arancelario que afecta los productos importados, fundamentales en la cocina internacional.
“No es un capricho del empresario subir los precios porque se quiera enriquecer, no; simplemente que debemos subirlos por los sobrecostos que se están dando en las materias primas. No tenemos mayores rentabilidades, por el contrario, ha habido una caída del 44% en ventas durante este primer semestre del año”, afirmó el vocero gremial.
Otro factor que estaría incidiendo, según Prado, es el alto costo de vida versus los ingresos del ciudadano promedio, los cuales aunque le permiten cubrir necesidades básicas como educación, transporte, arriendo, servicios y la alimentación en el hogar, no le alcanzan para salir a comer fuera.
“El rubro que quedaba para el entretenimiento o el gasto por fuera del hogar ya no es igual, en ocasiones es mínimo o no existe. Antes las personas o familias salían cuatro veces al mes, ahora solamente lo hacen una vez y no hacen un consumo individual sino que comparten algo entre todos para poder amortiguar el gasto”, enfatizó Prado.
Y es que según el Dane, en mayo los mayores incrementos de precio se registraron en las subclases: pago por alimentación en comedores (6,67%), comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (5,12%) y comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato, en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (4,60%).
Es así como en zonas gastronómicas de Cali como Granada, Peñón o Ciudad Jardín un plato promedio puede estar entre $60.000 y $150.000, pero puede también superar los $400.000 (tanto comida de mar como carnes). Esto sin contar las bebidas; una soda de moda está entre $15.000 y $20.000
Incluso el menú ejecutivo (conocido popularmente como el corrientazo), que podía conseguirse en el centro de Cali a precios más económicos, hoy en día no baja de los $20.000.
“Esto no es un capricho de los restaurantes a manteles o especializados, la industria gastronómica en general, del estrato 1 al 6, de los diferentes tipos de alimentos, está sufriendo todo el embate de los sobrecostos y por eso todos se ven en la obligación de subir los precios”, insistió el director de Acodrés Regional Pacífico.
¿Qué dicen los restaurantes?
Salomón Álvarez de Casa Centro Restaurante, acusó dos aspectos básicamente: el paro o estallido social de 2021, durante el cual se incrementó el precio de los alimentos, que no volvieron a bajar; además del valor de los arriendos que subió exageradamente después de pandemia, que a su vez trajo otro fenómeno: el trabajo remoto o en casa. Por lo tanto, antes había mayor volumen de clientes y podían cobrar menos.
“Los empresarios pagan impuestos, es decir impoconsumo (impuesto sobre bienes y servicios) del 8% y un RCT de alrededor del 2% cruzando las pensiones y prestaciones, le cuento que con eso mi plato se sube casi a $23,500. Otro gran inconveniente es que el 90%, por no decir que el 95% de los restaurantes ejecutivos y corrientazos, son informales”, precisó el empresario.
Entre tanto, María Camila Villafañe de Florencio Ritual de Sabores, aseguró que “el sector gastronómico se ha visto afectado por la subida de la materia prima ya que muchos de nuestro productos son importados y desde la parte de productos locales todo es una cadena de servicios donde iniciamos con el transporte que tuvo un alza de la gasolina que encarece el producto final”.
De igual forma, Cristian Duque, de La Casona, indicó que la situación es compleja, entre otras cosas por el tema de seguridad en sitios como Buenaventura y el Cauca, donde hay bloqueos en rutas importantes de distribución de insumos y materias primas imprescindibles para el sector.
“La ciudad aún está en proceso de reconstrucción y el poder adquisitivo ha disminuido, por lo que la intención de compra en restaurantes y otros sitios ha bajado notablemente”, manifestó.
Según Duque, otro flagelo que podría estar afectando es el narcotráfico que busca cómo blanquear su dinero con este tipo de establecimientos gastronómicos.
Algunos consumidores consultados expusieron sus conceptos. Alex García indicó que lo que más cobran es el servicio, pues si uno va a un puesto de la calle es más barato, porque allá no hay meseros, ni propinas, nada.
Alejandra Muñoz, por su parte, dijo que el Día del Padre gastó más de $200.000 en cuatro almuerzos. “Es muy caro, porque uno no gana tanto y hasta el parqueadero lo cobran, es muy complicado, y menos cuando se salen en familia”, aseguró.
Informalidad, otro plato fuerte
En esa línea, María Camila Villafañe de Florencio Ritual de Sabores insistió dice que las ventas cayeron 35% durante el mes de las madres.
Piden al Gobierno
Brany Prado, director Acodrés Pacífico, pidió al Gobierno Nacional eliminar el impoconsumo del 8% y el 19% del IVA para las franquicias gastronómicas para elevar el flujo de ventas en 11% aproximadamente..
Si bien, esto no es un ingreso para el negocio gastronómico, si ayudaría a que los precios bajen y los consumidores puedan aumentar su ticket de consumo promedio.
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