El mecato subirá de precio; prepárese para el impuesto saludable

Por: Adriana María Becerra Ruiz, reportera de Activos

Desde el 1 de noviembre, el mecato, también conocido como ‘comida chatarra’, estará más caro y hará más peso en los gastos de la canasta familiar, por cuenta de la entrada en vigencia del denominado impuesto saludable, que fue incluido en la reforma tributaria aprobada en 2022.

Las papas de paquete, las salchichas, los helados, las galletas, los dulces y las bebidas azucaradas, entre otros, que son consumidos diariamente por millones de personas e incluidos en loncheras de colegio, son los productos sobre los que recae este gravamen. Otros, como las salsas y mermeladas, también serán gravadas con el impuesto.

Este impuesto, según quedó estipulado en la reforma tributaria, se empezará a aplicar gradualmente hasta el año 2025.

De esta forma, en lo que resta de 2023 el impuesto será de 10 %; para el 2024 será de 15 % y en 2025 de 20 %, que fue el tope máximo establecido.

En la reforma quedó estipulado que “la implementación de un impuesto al consumo de este tipo de productos podría tener efectos positivos sobre la salud de los colombianos y reducir los gastos del Gobierno en salud, a la vez que llevaría al sistema tributario del país a estar más alineado con los estándares internacionales”.

Desde que se conoció la noticia de la creación de este tributo se han generado voces a favor y en contra.

Para Memphis Viveros, analista económico, esta medida no se trata solo de un tema de recaudo tributario, sino también de un asunto de salud pública.

“Lo primero que hemos visto en el país es el etiquetado en estos productos, donde se informa que son altos en azúcar o en sodio. Siempre que se coloca un impuesto de este tipo se buscan dos objetivos: primero, que las personas sean conscientes del consumo para su salud, y el segundo es recaudar impuesto de aquellas industrias que el Estado considera que pueden estar incidiendo en la salud de las personas”, dijo el analista.

Agregó que este tipo de iniciativas vienen de países más desarrollados como España, donde se aplican desde hace ya un tiempo.

Sin embargo, agregó que esta medida traerá efectos secundarios, teniendo en cuenta el impacto que podría generar en las empresas que producen este tipo de alimentos. Cada productor deberá decidir si sube los precios o no, para no verse tan afectadas con el impuesto.

Por su parte, Octavio Quintero, presidente de la Junta Directiva de Fenalco Valle del Cauca, sostuvo que el tema de los alimentos considerados mecato debería tocarse más como un tema de educación y de salud pública y no de más impuestos para los consumidores, principalmente en estos momentos donde todavía en el país se tiene una alta inflación.

“Llevamos más de un año con una inflación por las nubes y una carga adicional con impuestos a este tipo de productos, que son tan sensibles y tan consumidos por un alto porcentaje de personas, va a tener un efecto mucho mayor sobre la inflación”, dijo.

Agregó que aunque desde el gremio entienden que es importante el cuidado de la salud, consideran que el Gobierno debe adelantar otro tipo de campañas más preventivas. “Se deben mirar otras estrategias que no causen graves impactos como el que esta medida va a causar principalmente en el pequeño tendero”, expresó.

Precisamente, en cuanto a las afectaciones de los tenderos, Evelio Pataquiva, dueño de una tienda en el barrio Champagnat, al sur de Cali, dijo que el impuesto golpeará no solo a los tenderos, sino al consumidor final.

“El hecho de que suban los precios no quiere decir que la gente vaya a dejar de comprar porque este tipo de alimentos son los más consumidos. Lo duro es que vamos a tener que mermar la cantidad en el pedido. Es una cadena en donde los más perjudicados somos los que menos tenemos”, afirmó.

Para Ana María Triana, propietaria de una microempresa de brownies, el impuesto saludable solo acarreará pérdidas para los comerciantes.

“Los que hacemos el producto tendríamos que pensar en no incrementar los precios de venta para no afectarnos y eso nos generaría pérdidas”, explicó.

Ana María Castillo, directora de Competitividad de la Cámara de Comercio de Cali, dijo que los impuestos a los alimentos ultraprocesados van en la línea de las necesidades internacionales. Sin embargo, “consideramos que hay aún unos vacíos en la implementación y en cómo será el recaudo, los cuales generan incertidumbre dentro de las empresas”.

“En el Cluster de macrosnacks hemos estado trabajando en diferentes acciones para que las empresas de alimentos puedan irse preparando a través de la producción de alimentos cada vez más saludables: jornadas de entendimiento de las normas de etiquetado y tablas de nutrición, entre otras”, aseguró.

Recordó igualmente, que un estudio realizado por Fenalco en el 2022, encontró que el llamado impuesto saludable tendría un impacto directo en las tiendas de barrio que son el canal por el cual en mayor medida se comercializan estos productos.

“Particularmente, en nuestra ciudad hay más de 14 mil tiendas de barrio, de las cuales 6.894 están matriculadas en nuestra jurisdicción. Estás últimas generan aproximadamente 15 mil empleos en la región”, explicó.

De acuerdo con el estudio de Fenalco realizado a más de 1650 microempresas a lo largo del país, (donde más del 54% son las tradicionales tiendas de barrio) se encontró que es tipo de productos son los que más se comercializan en las tiendas en Colombia, con un 94,06% y 90% respectivamente.

Estos productos son aquellos que generan mayor margen de utilidad a las tiendas al igual que las bebidas alcohólicas, teniendo un valor aproximado entre el 11 a 15% en su margen de utilidad.

Así las cosas, este impuesto disminuiría como mínimo en un 8% de los ingresos de las tiendas.

“Son evidentes los retos para las microempresas de nuestra región, las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados son productos que impactan directamente en la sostenibilidad de estos. Dado que son los más rentables, presentan mayor rotación y atan la compra de otros productos. No obstante, es probable que también haya impactos en las empresas productoras de estos alimentos y bebidas”, puntualizó la Directora de Competitividad de la Cámara de Comercio de Cali.