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A los analistas económicos y políticos no les dan las cuentas alrededor de la idea de reemplazar los ingresos que se perderían por bajar la tasa de renta a las empresas y subirla a las personas naturales. Temen que se llegaría a extremos.
Anif presenta informe sobre los gastos del Gobierno con las dos reformas tributarias | Foto: 123RF

Economía

¿En qué se ha gastado el país las dos reformas tributarias que hizo?; esto dice informe de la Anif

Informe del Centro de Estudios Económicos de Anif, señala que pese a las reformas, la situación fiscal del país sigue siendo frágil.

2 de julio de 2024 Por: Redacción Economía

Tras la crisis económica del Covid, que afectó de manera significativa las cuentas fiscales, aumentando la presión del gasto público, Colombia realizó dos reformas tributarias (la Ley 2155 de 2021, conocida como Ley de Inversión Social, y la Ley 2277 de 2022 o Ley para la Igualdad y Justicia Social).

Siendo Colombia el único país de la región en hacer dos reformas tributarias pospandemia, pues Ecuador aprobó recientemente un aumento de la tarifa del IVA, mientras que Chile sigue discutiendo una eventual reforma tributaria. En República Dominicana se está diseñando una reforma fiscal.

Reforma tributaria
Reforma tributaria de 2022, la primera en el gobierno de Gustavo Petro. | Foto: Transmisión Youtube

Si ampliamos el universo de comparación e incluimos otros países emergentes, Colombia también es más la excepción que la norma. La semana pasada el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, mencionó que el Gobierno plantea radicar una nueva reforma en la legislatura del segundo semestre. Las reformas tributarias se han realmente convertido en un deporte nacional en nuestro país”, dice la Anif en su informe.

Asimismo, el documento señala que “con dos reformas pospandemia a cuestas, un observador casual pensaría que el panorama fiscal se encuentra despejado. No obstante, como lo hemos advertido desde Anif, las cuentas fiscales del Gobierno para 2024 y 2025 siguen exhibiendo unos abultados déficits fiscales, al límite de lo permitido por la Regla Fiscal. Déficits fiscales persistentes tras dos reformas tributarias parecen reflejar un corto circuito en el manejo de las finanzas públicas. Con este panorama, vale la pena analizar en qué se ha gastado el país las dos reformas tributarias de 2021 y 2022″.

Según Anif, el mayor recaudo asociado a las reformas hace parte de todos los ingresos del Gobierno que no tienen destinación específica y, por tanto, no se pueden señalar programas o gastos específicos que hayan sido financiados con los recursos adicionales de las reformas. No obstante, sí se puede analizar de dónde han venido las mayores presiones de gasto público en los últimos años, muchas de ellas no previstas en las cuentas prerreformas.

Con base en este análisis y analizando en detalle las cifras fiscales más recientes, todo indica que el país se gastó buena parte de los ingresos de las dos reformas tributarias en el subsidio a los combustibles. Las cifras del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) sugieren que, en los últimos dos años, 2023 y 2024, los ingresos asociados a las reformas tributarias de 2021 y 2022 le han dejado al Gobierno ingresos adicionales por $24 y $30 billones adicionales (1,5% y 1,8% del PIB, respectivamente), para un total de $54 billones.

Gasto del Gobierno con dos reformas tributarias según Anif

Foto: Anif
Gasto del Gobierno con dos reformas tributarias según Anif Foto: Anif | Foto: Anif

Entre tanto, el recaudo extra asociado a las dos reformas es similar, aunque no exactamente igual, al aumento de ingresos tributarios observados en los últimos dos años, frente a lo proyectado en el MFMP de 2020 para 2023 y 2024, antes de que las reformas fueran presentadas y aprobadas.

Para 2024 se proyectaban ingresos tributarios de 14,6% del PIB, que efectivamente alcanzaron un nivel de 15,3%. Obviamente las proyecciones incorporaban supuestos de crecimiento, gestión de la DIAN y una senda de ingresos petroleros que no necesariamente ocurrieron”, reza el documento.

Agrega que, sin embargo, el contraste de las proyecciones con el recaudo observado ayuda a dimensionar el efecto de las dos reformas tributarias en la expansión de ingresos del Gobierno. “Por el lado de los gastos, la presión fiscal ha sido mucho mayor a la anticipada. En su momento se proyectaba que los gastos del Gobierno alcanzaran 19% del PIB para 2023 y 2024, pero la expansión ha sido mucho mayor, con niveles de 23,1% y 22,8% del PIB, respectivamente”.

El mayor gasto público se explica por un aumento promedio en 2023 y 2024 de 1,1pp en el rubro de funcionamiento e inversión, de 1,3pp en un mayor pago de intereses y de 1,5pp en el gasto asociado a los subsidios de los combustibles. La presión en gasto por mayor servicio de la deuda y el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ha sido 2,5 veces más grande que el del gasto público en funcionamiento e inversión.

Ingresos tributarios del Gobierno Nacional.

Foto: Anif
Ingresos tributarios del Gobierno Nacional. Foto: Anif | Foto: Anif

El costo del subsidio a los combustibles en las cuentas del Gobierno durante los últimos dos años ha sido de $49 billones, casi equivalente a los $54 billones provenientes de las dos reformas tributarias. El FEPC se comió el recaudo tributario adicional. “Si a esto le sumamos la cuenta de mayores intereses de $39 billones promedio en 2023 y 2024 frente a lo que se proyectaba en 2020, las dos reformas tributarias solo alcanzan para cubrir el 61% de estos dos gastos adicionales (mayores intereses y subsidios combustibles)”, afirma la Anif.

El informe concluyó que el esfuerzo fiscal del país en materia tributaria no ha tenido el efecto esperado en las cuentas fiscales, ni en la composición del gasto. “El Gobierno debe avanzar en la negociación del retiro del subsidio a los combustibles, atendiendo el llamado del gremio del transporte que está sufriendo de unos niveles de baja rentabilidad por cuenta de la metodología de los cálculos de los fletes, la alta informalidad del sector y los sobrecostos asociados a los constantes paros y bloqueos, y de forma más amplia a la creciente inseguridad. Adicionalmente, se necesita con urgencia una agenda de reactivación concertada con el sector privado para que el país retome la senda de crecimiento e inversión y se despejen las dudas sobre las cifras de recaudo y actividad económica de los próximos años”, señala el documento.

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