FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS
¿En qué va la alerta por los precios del café?, habla el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros
Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, aseguró que pese a la crisis de precios, el café es una opción viable para el campo y que se debe seguir trabajando para ser más productivos.

7 de abr de 2019, 12:40 p. m.
Actualizado el 17 de abr de 2023, 04:33 p. m.
Cuando la carga de café de 125 kilogramos baja de los $715.000, se prenden las alarmas de los productores colombianos. Con ese valor las pérdidas se profundizan porque, según las cuentas de los cultivadores, producir el grano vale $780.000.
El viernes pasado la carga de café pergamino se vendió a $677.000, lo que tiene en vilo a las 541.000 familias que en Colombia dependen de este negocio y que se han visto afectado por la crisis de bajos precios debido al aumento de la producción mundial.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, aseguró que pese a la coyuntura actual, el café es un cultivo que entrega ciertas garantías a los productores, por ejemplo, se cuenta con el respaldo de la compra del grano, lo que no sucede con otros cultivos en el país.
Para el directivo, quien lleva casi cuatro años al frente de la Federación, lo que más les preocupa en este momento es que baje la tasa de cambio, pues ello representaría un menor precio de la carga de café en Colombia.
¿Con toda la situación que enfrentan los cafeteros (precios bajos y poca rentabilidad), usted recomienda que sigamos sembrando café?
Lo que yo recomiendo a las personas es que piensen en la vocación de sus tierras, que analicen los temas de largo plazo y que no tomen decisiones en caliente. El cultivo de café todavía tiene unos beneficios que tienen muy pocos cultivos, como la de tener una garantía de compra.
Uno siembra aguacate, que se ha vuelto de moda, u otros cultivos, pero la pregunta es quién le garantiza a usted que en dos años esos aguacates se los van a comprar o ese tomate o ese cacao. Hay cosas que tiene la caficultura, gracias a la institucionalidad construida en 90 años que no tienen otros sectores.
La situación de los precios es algo cíclico, hoy no estamos en un punto alegre, pero de pronto mañana o en un tiempo nos toca disfrutar de mejores precios. Seguimos buscando salidas a la crisis y tenemos que ser creativos, innovadores tanto por el lado de los cafeteros como por el lado de la institucionalidad.
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Teniendo en cuenta que esta es una situación cíclica, ¿cuál cree que es el futuro del sector?
Colombia seguirá siendo un jugador importante en el mundo del café, sobre todo en el segmento de alta calidad, de alta gama y seguirá siendo el gran animador del mercado.
El país se tiene que focalizar en colocar cada vez más su café en los segmentos o nichos de granos especiales y cada vez especializarse en aquellos productos que el mercado internacional valora por sus calidades y está dispuesto a pagar precios más altos.
¿Y lo estamos haciendo, es decir qué tanto se ha avanzado en explorar nichos de mercado diferentes?
Colombia ha avanzado a grandes pasos, hoy tranquilamente el 30 % o 40 % del café nacional se coloca en estos mercados de grandes precios. Nos falta todavía un trabajo por hacer, pero hemos venido ganando terreno y una crisis, como la actual, lo que hace es dejarnos más espacio en el mercado internacional para los productos de alta gama, pues buena parte de la caficultura hoy está sufriendo por los precios bajos.
Esto no solo afecta a los colombianos sino a todos los productores de cafés de alta calidad. La situación actual llevará a que mucha gente se quede en el camino, entre ellos, buena parte de nuestros países competidores y el espacio se lo ganará quien sea capaz de sobrevivir.
¿El café volvió a bajar de los $700.000 la carga en Colombia, temen que la situación pueda empeorar?
Es muy difícil prever eso, dependerá de varias circunstancias, la primera será el comportamiento de la tasa de cambio. Desde el punto de vista del mercado internacional diría que no hay más espacio para bajar, pero a nosotros nos preocupa más lo que pueda pasar con la cotización del dólar.
En la medida en que la tasa de cambio suba a $3200 o $3300 se compensa el precio del grano y sería bueno para los cultivadores, pero mi temor es que el dólar retroceda, como se ha visto en estos días por unos mayores precios del petróleo, lo que impactaría aún más hacia abajo el valor de la carga en Colombia.
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¿Cuáles son las estrategias para que la caficultura no sufra por esa crisis?
Hay maneras de seguir trabajando. Por un lado, avanzar en la disminución de los costos de producción, está el proyecto de ley que cursa en el Congreso para crear un fondo que ayude a mitigar la caídas de los precios. La otra gran estrategia es la que venimos pregonando hace año y es invitar a la industria del café para convertirnos en una verdadera cadena de valor, en la que el precio y lo que genere la cadena se distribuya de forma que haya corresponsabilidad.
Es decir que todos los eslabones (cultivadores y comercializadores) podamos gozar de una rentabilidad y que nos presentemos al mercado internacional como una cadena sostenible en todas las dimensiones.
Ustedes aseguran que la ayuda del Gobierno ha sido insuficiente....
Las condiciones establecidas por el Gobierno de otorgar un auxilio directo al precio de hasta $30.000 por carga y establecer el disparador del incentivo en $715.000 desconocen la realidad que vive el sector porque no compensa la estructura de costos, ni la caída del precio.
Hemos solicitado de forma reiterada la necesidad de aumentar el disparador del auxilio de manera que se acerque más a los costos estimados de producción de $782.000 para 2019, según un riguroso estudio realizado por la Federación, solicitud que no fue tenida en cuenta.
¿Hay alguna otra estrategia en especial que estén pensando?
Hemos estado estudiando la posibilidad de que el café colombiano se venda a un precio que cubra el costo de producción más la rentabilidad. Es decir no tomar la cotización de referencia de Nueva York como referente sino decir aquí el café se paga, por ejemplo, a 1,40 dólares y el que no quiera cancelar ese precio, pues no compra el café colombiano.
¿Qué tanta viabilidad tiene esa propuesta?
La viabilidad depende de qué tanta certidumbre quiera uno. Hay gente que dice no porque se corren unos riesgos, otros dicen que estamos dispuestos a correr esos riesgos.
No tenemos una línea de tiempo determinada para salir con esa propuesta, pero queremos analizar todas las aristas antes de tomar una decisión final que debe ser consultada por los cafeteros.
¿Qué papel juega el Valle en materia cafetera?
Sigue siendo uno de los principales departamentos productores y la caficultura de la región es una alternativa porque se desarrolla en la zona montañosa, pues la mayoría de las zonas planas están sembradas con cultivos tecnificados. En el Valle hay café de excelente calidad y lo que se debe hacer es seguir trabajando con las autoridades. La Gobernadora ha apoyado al sector y los alcaldes también. Se ha montado un equipo para tratar de sacar el sector adelante. Aunque el área sembrada ha disminuido continúa siendo muy importante.
¿Cuánto se invertirá en renovación de cafetales en el Valle?
La idea es renovar 6500 hectáreas de café en la región, mejorando así la productividad y rentabilidad de los productores, lo que impactará 6.100 fincas.
Para ello se destinarán $4000 millones, esto con el objetivo de motivar a los productores a permanecer en la actividad.
El Valle del Cauca cuenta con 25.321 fincas, 22.881 cultivadores y 55.413 hectáreas sembradas en café en 39 municipios.
En cifras
La producción de café de Colombia bajó 12 % en marzo con un total de 914.000 sacos de 60 kilos.
Asimismo, en el primer trimestre del año, la producción del grano se redujo 2 % al pasar de 3,4 millones de sacos entre enero y marzo de 2018 a 3,3 millones de sacos en la presente vigencia, según informó la Federación Nacional de Cafeteros.
Al año Colombia produce unos 14 millones de sacos.