Economía
¿Hay menos niños? Por este motivo se reduce el tamaño del negocio de los disfraces en Halloween
La complicada situación económica y la baja en la tasa de natalidad, son las causas de que ya no se vendan tantos disfraces en esta temporada. El mercado sigue expectante.
Llegó octubre, uno de los meses más esperados del año, principalmente por los niños y por quienes disfrutan de disfrazarse de sus personajes favoritos. Aunque este año no es la excepción y el mercado tiene las mayores expectativas en ventas, Daniel Toledo, gerente de Fantastic Night, afirmó que el negocio de los disfraces “ha venido reduciéndose” porque en el país ha mermado la cantidad de niños, quienes son el público objetivo de la empresa.
En entrevista con La República el empresario reveló que la compañía produce entre 250.000 y 300.000 disfraces al año. Y aunque afirmó que este 2023 se espera un crecimiento de hasta 15%, se entiende que las ventas se han moderado a causa de las tasas de natalidad que actualmente reporta el país.
Estas cifras corroboran que hay una menor tasa de natalidad, y los datos evidencian que en los años 70 las mujeres tenían en promedio 6,8 hijos, pero para 2015 la concepción ya era de 1,9; algo que según los especialistas obedece al cambio de la función social, pues ahora la mujer cuenta con mayor participación tanto académica como laboral.
Así es como basándose en lo anterior, el Gerente de Fantastic Night señaló que el interés de las personas adultas por comprar disfraces también ha ido creciendo, aunque los niños siguen siendo los mayores demandantes, sin olvidar el nicho que se abrió en el mercado para mascotas.
“Hemos notado que la gente joven no quiere tener muchos hijos e indudablemente eso está limitando el crecimiento [en la categoría] de niños, pero sí puede estar creciendo en adultos y mascotas. En este momento no es tan notorio, pero sí vemos una tendencia hacia allá”, comentó el ejecutivo.
Sumado a la baja de la tasa de natalidad, está la situación económica del país que le ha jugado en contra a esta industria de los disfraces, puesto que han tenido que aumentar los precios por la desbordada inflación que todavía se vive. En promedio, según Toledo, los colombianos invierten entre $120.000 y $150.000 en trajes de la mejor categoría, pero afirmó que de ahí para abajo pueden conseguirse menores precios.
Frente a la ventaja comparativa de sus disfraces, el gerente destacó la calidad de la manufactura: “Nosotros tenemos un análisis de todo lo que hay en el mercado exterior y la calidad es pésima, de 5 minutos. Sí, tienen buena apariencia, pero después de la primera lavada quedan a la mitad. La ventaja de nosotros, y eso es lo que el público nos reconoce desde hace tantos años, es que nuestros disfraces de temporadas de hace 8 o 9 años todavía los vemos en Halloween caminando por las calles”.
El origen de los disfraces en Halloween
Según la historia, los celtas, impulsores de esta celebración, usaban máscara para huir de los fantasmas. Seguían esta tradición, motivados por el miedo a los espíritus y a la oscuridad.
La costumbre de disfrazarse para Halloween tiene raíces más bien anglosajonas. Las noches de invierno de hace cientos de años representaban una amenaza a la gente. Su oscuridad le provocaba mucho miedo porque creían que en la noche del Día de Todos los Santos, los muertos cobraban vida y se convertían en fantasmas, en momias, en brujas, etc. La gente también pensaba que se los encontraría por las calles si salían de sus casas.
Como no todos podían permitirse quedar cerrados en casa toda la noche, los que salían creían que disfrazándose no serían reconocidos por los fantasmas. ¿Y qué hacían? Pues usaba máscaras, capuchas, con el propósito de despistar a los fantasmas en su búsqueda de espíritus.
Por cierto, el significado de la palabra Halloween proviene de la expresión inglesa ‘All Hallow’s Eve’, que significa ‘Víspera de Todos los Santos’. Y es que, efectivamente, Halloween (31 de octubre) se celebra la noche previa al Día de Todos los Santos (1 de noviembre).