Economía
La industria manufacturera en Colombia sigue con saldo en rojo
El sector lleva al menos seis trimestres consecutivos de contracción. Urgen ajustes en política económica para disminuir la incertidumbre y aumentar la inversión.
La industria manufacturera colombiana sigue sin mostrar señales reales de recuperación. La Encuesta Mensual Manufacturera con Enfoque Territorial de noviembre de 2024, frente al mismo período de 2023, presentó una contracción de -0,8 %, mientras las ventas reales del sector crecieron 1,1% y el personal ocupado disminuyó - 0,4 %.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi, a través de un comunicado, señaló que “nuevamente registramos caída en la producción industrial, como ha sido la tendencia en los últimos 24 meses”.
Además, para el período enero–noviembre, la industria muestra una caída en producción y ventas de -2,4 % y -2,2 %, respectivamente.
“Este resultado es consecuencia del bajo desempeño de sectores como la cadena automotriz, cuero y sus productos, de materiales para la construcción y la refinación de petróleo, que tienen un desempeño deficiente. Desde la Andi nos preocupa el resultado de sectores tan relevantes por su capacidad de generar empleo y dinamizar la economía”, aseguró el líder gremial.
Según dijo, la coyuntura económica en noviembre se vio influenciada por la incertidumbre de algunos proyectos del Gobierno, como el Presupuesto General de la Nación 2025, que “no se compadece con las capacidades de la ciudadanía y el sector empresarial de pagar más impuestos”.
También, la reforma al Sistema General de Participaciones, el proyecto de ley de financiamiento que fue archivada por el Congreso, la concertación del salario mínimo y una alta volatilidad en la tasa de cambio.
La Andi han insistido al Gobierno que se implementen estrategias de largo plazo que impulsen la actividad económica y la generación de empleo. “De ahí la urgencia de tener una agenda de desarrollo de largo plazo para este sector”, subrayó Mac Master.
Cabe anotar que de las 39 actividades industriales representadas por la encuesta, 23 registraron variaciones negativas en su producción real, restando 3,0 puntos porcentuales a la variación total anual, y 16 subsectores con variaciones positivas le sumaron en conjunto 2,3 puntos porcentuales.
Agregó que “todavía no tenemos los datos del último trimestre del año pasado completos, pero, cuando uno mira lo que ha sido el crecimiento trimestral, la industria no crece desde el primer trimestre del 2023. Es decir, completa al menos seis trimestres consecutivos de contracción”.
En promedio, ha sido del 4 % la caída de la actividad industrial en los últimos seis trimestres, “lo cual muestra que esto es una situación que luce mucho más estructural”, precisó.
Mejía recalcó que si bien los datos de noviembre registran una variación anual negativa pequeña, “sigue siendo negativa” y recalcó que, de las 39 actividades industriales que hay, 23 presentaron variaciones anuales negativas en su producción.
Es decir, “la gran mayoría de las actividades industriales sigue con un saldo en rojo. Las que más aportaron negativamente fueron la producción de farmacéuticos, la refinación de petróleos y mezcla de combustibles, y las industrias básicas de hierro y acero”, según explicó.
Esta última actividad, muy ligada al comportamiento del sector de la construcción no solo de edificaciones sino también de obras civiles que no han tenido un buen desempeño en los últimos dos años.
Para Mejía, el factor determinante de la caída de la industria tiene que ver con el bajo crecimiento de la demanda en los dos últimos años.
Colombia, afirmó, no ha tenido un crecimiento dinámico. En el 2023 apenas fue del 0,6 % y el año pasado la cifra estaba alrededor de 1,8 %, así que, en promedio, en los últimos 24 meses la economía ha crecido, el 1,2 %.
“Esto implica una demanda anémica que no permite que el sector industrial tenga un comportamiento más dinámico desde el punto de vista de la actividad productiva”, reiteró.
Esta situación requiere unos ajustes de la política económica relacionados con disminuir la incertidumbre política y regulatoria, que permitan generar aumentos sostenibles de la inversión y del crecimiento, lo que muy seguramente impactará positivamente al sector industrial, añadió.
Entre tanto, Clara Inés Pardo, docente de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, precisó que la industria manufacturera ha presentado en los últimos años una tendencia diferenciada con contracciones y crecimientos.
Sin embargo, reconoció que la falta de demanda de los productos, el tipo de cambio y el costo y suministro de materias primas generan retos importantes para este sector.
Según la académica, la reactivación de la industria implica acciones que promuevan la productividad, la innovación y la confianza inversionista, además de impulsar la demanda, lo cual es fundamental para este sector, vital para la economía nacional, ya que de él dependen los ingresos, el empleo, la equidad social y la diversificación de la economía, factores clave para el crecimiento económico de un país.
Resultados de contrastes
La industria automotriz tampoco ha sido ajena a los vaivenes del sector, pues, de acuerdo con Carlos Pineda, presidente ejecutivo nacional de Asopartes, en el 2023 tuvieron una caída en la colocación de vehículos y motocicletas nuevas, y el primer semestre de 2024 tuvo un comportamiento similar de descenso.
No obstante, en el segundo semestre hubo un repunte en las ventas, aunado al inicio de las bajas de interés y a eventos del sector comercial y gremios alrededor de incentivar la demanda.
Este comportamiento no se reflejó en las cifras de comercialización de repuestos tanto de automóviles como de motocicletas.
“Veníamos de dos años muy importantes, 2021 y 2022, pero en el 2023 y 2024 se presentó una caída en la comercialización de los productos por las difíciles condiciones económicas, la subida del dólar y, por supuesto, la falta de confianza ciudadana en las condiciones económicas del país”, enfatizó Pineda.
Precisó que las cifras preliminares al tercer semestre de 2024 muestran una caída del 9 % en la comercialización de productos, si se compara con el año 2023.
“Realmente, toda la producción manufacturera, toda la fabricación de partes y piezas, ha tenido un impacto con ocasión del cierre de las ensambladoras en Colombia. Esto se da porque la demanda de vehículos nuevos en el país es sustancialmente baja. Realmente la comercialización de vehículos nuevos per cápita versus los otros países del mundo y aun de Latinoamérica es sustancialmente baja”, reiteró el industrial.
Finalmente, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, dijo que la caída en la producción real en noviembre de 2024 frente a noviembre de 2023, “es un dato coincidente cuando se hace un barrido de todo el año y encuentra una caída de más del 1% en el consolidado de la actividad manufacturera en Colombia”.
Respecto a qué puede estar causando esta disminución en la producción, observa con gran preocupación que sectores como el de ensamble de vehículos tiene “una caída estrepitosa” producto de la salida de Colmotores del país.
“Pero también unas caídas importantes de productos químicos y en otras actividades relacionadas y conexas al sector automotriz colombiano. Esto junto con el sector farmacéutico que empieza a mostrar unos signos de desaceleración y de caída, genera unas enormes preocupaciones sobre la actividad económica”.
El decano Herrera advirtió que la economía colombiana atraviesa una situación crítica a la hora de mirar esa radiografía a nivel sectorial y “no se ve algún elemento jalonador. En la industria en Colombia pareciera estar desacelerándose de una forma notoria y pareciera también que esas políticas anunciadas por el actual gobierno de reindustrialización contrario a estar dinamizando la industria, lo que está generando definitivamente es una absolutamente desalentadora para la economía colombiana”.
Por eso, aseguró que “no soplan vientos buenos en ese componente y esperaremos lo que pueda pasar en el 2025, en un contexto en el que las tensiones geopolíticas y particularmente la relación de Latinoamérica con Estados Unidos será, por decir lo menos, retadora, e impondrá un desafío casa vez más grande para propender porque la certidumbre jurídica, el estímulo a tener reglas claras y la comunicación de un gobierno técnico sean más que necesarias en los próximos meses”, puntualizó.
La industria en el Valle
De otro lado, Harold Londoño, gerente de analítica y estudios económicos de la Cámara de Comercio de Cali, CCC, expresó que la producción industrial del Valle del Cauca muestra signos alentadores de recuperación desde el segundo semestre de 2024.
“Mientras que a nivel nacional la manufactura registró una caída del 0,8% en noviembre, en el departamento la producción industrial creció 2,5%. Si bien el acumulado de enero a noviembre refleja una disminución marginal del 0,6%, las ventas de la industria ya han retornado a cifras positivas, lo que confirma un cambio de tendencia”, afirmó.
Entre las ramas que lideran esta recuperación se destacan los productos químicos, medicamentos y productos de caucho, con un crecimiento del 4,8%. Asimismo, el sector de papel e imprentas ha superado el 2% en expansión, consolidándose como otro motor importante del desempeño manufacturero.
Londoño dijo también que las exportaciones han jugado un papel crucial en este reciente dinamismo. De mantenerse esta tendencia, se espera que sean determinantes para impulsar un mayor crecimiento de la industria regional en 2025. No obstante, la recuperación ha sido desigual: cinco de las ocho principales ramas industriales aún enfrentan contracciones, reflejando los retos pendientes para consolidar un repunte más equilibrado.
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