“La venta de motos ha caído cerca de un 20% este año”: Mauricio Salazar, gerente de Royal Enfield en Latinoamérica, entregó cifras del mercado automotor

Los colombianos han encontrado en las motocicletas una solución a la movilidad compleja en sus ciudades, la cual permite una circulación más rápida, eficiente y de menor costo en el día a día. Durante el 2022, Colombia registró ventas de 822.617 unidades de motos, lo que representó un récord en ese sector y un aumento del 10,9% comparado con el 2021, de acuerdo con los datos reportados por Andemos.

Sin embargo, el 2023 no ha sido un año sencillo. Mauricio Salazar Arango, gerente regional para Latinoamérica de Royal Enfield, marca de motos reconocida a nivel mundial, aseguró en charla con El País que son varias las razones que han hecho que la venta de nuevas unidades esté cayendo a nivel general en todas las marcas, motivos que tienen que ver con la compleja realidad financiera que atraviesan muchos colombianos y el país.

¿Cómo se está comportando el mercado de motos este año?

El mercado está muy afectado, no solamente en las motos, sino también en los carros. En general, la industria automotriz está bastante afectada este año. Las ventas de motos en general han caído cerca de un 20% en lo ocurrido del año versus el mismo periodo del año anterior, todas las marcas están vendiendo menos, y digamos que en el segmento donde nosotros estamos, que es ese segmento medio, es decir, cilindradas entre los 250 y los 750 centímetros cúbicos, en ese rango de motores ese mercado está cayendo casi un 30%, o sea, ese segmento está cayendo más que el mercado normal de motocicletas.

En ese segmento donde estamos nosotros, que está cayendo a un 30%, nosotros estamos creciendo un 20%, entonces para nosotros es un orgullo saber que somos, si no la única, de las muy pocas marcas que en este momento están creciendo en Colombia en la industria de motos. La verdad estamos muy felices por eso.

¿Cuántas unidades tienen vendidas en lo corrido del año?

Van cerca de 1800 motos, aproximadamente. El objetivo que tenemos es vender alrededor de unas 3500 unidades este año en Colombia, lo que nos significaría un crecimiento cercano al 25% comparado con el 2022.

¿Qué es lo que tiene tan afectado el mercado automotriz?

Yo creo que la incertidumbre política ha afectado mucho, digamos que en la toma de decisiones en los bienes de consumo, especialmente en los de alto valor, las personas están muy temerosas de poner su dinero en vehículos en este momento, prefieren tener el dinero guardado o distribuido en otras partes, en otras cosas.

Algo que también puede estar afectando es, obviamente, la reforma tributaria que se empezó a vivir desde este año, en la que los colombianos, muchos en general, vamos a tener que pagar más impuestos, y yo creo que uno de los factores más importantes son las tasas de interés, están en unos altos que no veíamos desde hace mucho tiempo, entonces endeudarse en este momento no es muy buen negocio para muchos colombianos.

Muchos lo que ven es que van a terminar pagando un vehículo muchísimo más caro, entonces eso también frena bastante el consumo no solamente de motos, sino también de carros.

La industria tiene un año bastante retador, eso nos pone a nosotros a reinventarnos, a ser mucho más dinámicos, cuando el mercado se pone difícil es cuando las marcas tienen que sacar lo mejor de ellas para poder conservar todos los puestos de empleo que tenemos en este momento y para seguir creciendo.

Usted habla de incertidumbre a la hora de comprar por el panorama económico, ¿cómo tendría que interceder el Gobierno para amortiguar el golpe que sufre el mercado?

Hay que llegar a acuerdos, eso es lo más importante, llegar a acuerdos con todos los sectores políticos, con las empresas, creo que en la industria Fenalco (Federación Nacional de Comerciantes) y la Andi (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia) son agremiaciones gremiales de las cuales dependen una cantidad de empleos, entonces creo que hay que llegar a concertaciones, no con cambios tan radicales, sino digamos un tema más concertado y no tan impositivo.

Ese sería un muy buen espaldarazo y un gran mensaje para reactivar un poco la economía del sector. También está el tema de las tasas de interés, sabemos que la inflación viene de unos máximos teniendo en cuenta los últimos años. La decisión del Banco de la República de subir las tasas es un mal necesario por esa inflación, realmente el costo de vida ha subido bastante, la capacidad adquisitiva de las personas no ha subido al mismo ritmo y eso afecta bastante el consumo, por lo que reitero la importancia de sentarse con las agremiaciones y que estas no se vean tan afectadas.

Con ese panorama difícil, ¿se han sentido bien acompañados por el gremio?

Sí, nos sentimos bastante arropados por la Andi. Este año la dirección se ha dividido en dos caminos, en uno está el gremio de motocicletas que está a cargo del sector Iván Darío Franco, quien siendo la voz no solo de los motociclistas, sino de todas las personas que trabajamos en esta industria, creo que tenemos un muy buen representante, una persona con muchísimo conocimiento.

¿Y desde la Andi cómo ha sido el acompañamiento del Gobierno?

No estoy en la posición para responder eso.

En este momento no existen esos consensos definitivos a los que habría que llegar, ¿se ve oscuro el futuro cercano de la industria?

No, en este momento hay algo muy positivo y es que la tasa de cambio ha venido bajando en las últimas semanas. Veníamos de un dólar de casi 5000 pesos a un dólar cercano a los 4.000, todos los que trabajamos en la industria automotriz digamos que estamos altamente afectados o vinculados a lo que pasa con la tasa de cambio.

Esta no tiene efecto inmediato, pero si la tasa de cambio sigue como está en este momento, vemos que podemos tener algo de flexibilidad en cuanto a los precios o mejores condiciones competitivas en los próximos meses, eso por un lado. Lo otro es que el Banco de la República definitivamente logre controlar la inflación, si se logra controlar, yo creo que los ciudadanos tendríamos mayor capacidad adquisitiva, dejaríamos de estar tan ahogados y podríamos tener una mayor capacidad de ahorro y de inversión o gasto en cosas que no sean “esenciales”, es decir, productos de consumo esenciales de la canasta básica familiar.

No ha mencionado el incremento en el precio de la gasolina, que a fin de año va a estar cerca de los $ 16.000 por galón, ¿no los ha afectado eso?

Por el contrario, nos ha afectado muchísimo porque cerca del 70% u 80% de los colombianos que se mueven en motocicleta lo hacen por trabajo, no lo hacen por diversión, no lo hacen por gusto, lo hacen casi que solo por trabajo. Entonces la motocicleta es una es una herramienta de trabajo para ellos y si su uso se vuelve más costoso porque tienen que gastar más plata en mantener la motocicleta rodando, pues obviamente van a tener menos dinero para sus hogares.

Digamos que, por lo menos, a nosotros no nos afecta tanto, porque el consumo de una moto es muy inferior al consumo de un carro. Yo creo que el tema del combustible también está afectando bastante la compra de autos nuevos, pero al final nos termina golpeando a todos porque la clase trabajadora, que utiliza la moto para sustentar su hogar, es la más afectada con estas alzas del combustible.

¿La Nación tendría que haber seguido subsidiando el combustible para los colombianos?

Es una pregunta muy difícil. Yo creo que el subsidio en algún momento tenía que llegar a su fin, pero digamos que la manera en que lo está haciendo el Gobierno es muy acelerada, es que en el lapso de un año vamos casi que a doblar el precio del galón de combustible, que acá estaba en 8.500 o 9000 pesos y que al final de este año estaremos cerrando por encima de los 15.000 pesos, aproximadamente.

Entonces doblar el precio, que me carguen el 100% del valor en solamente un año, yo creo que es una de las cosas que se pudo haber considerado, pero bueno, el Gobierno es el que toma las decisiones y acá nos toca mirar cómo nos ajustamos.