ECONOMÍA EN EL VALLE
Las cifras e historias que reflejan la grandeza de las Mipymes en el Valle
Luisa Fernanda Cadavid, directora de fortalecimiento empresarial de la CCC, hace un esbozo sobre la importancia de este sector.
Cuando hablamos de empresas vallecaucanas, muchos piensan casi de manera inmediata en algunos nombres de empresas grandes, reconocidas a nivel nacional e internacional y muy importantes para nuestra economía. Lo que muchos desconocen es que contamos con más de 84.956 empresas que son el número de registradas y renovadas en la Cámara de Comercio de Cali.
Si a lo anterior se suma que el 50 % de las empresas no están registradas, se puede estimar que existen alrededor de 169.912 empresas, es decir, que en los municipios que hacen parte de la jurisdicción de Cámara de Comercio de Cali hay una relación de 14 personas por cada empresa.
Según cifras del Dane del año 2020, las microempresas contribuyen con el 80% del empleo del país y el 35% del PIB nacional, una tendencia compartida con otros países de la región.
Las empresas de este tamaño registradas en la CCC, generan el 24 % del empleo reportado en la matrícula mercantil y son el 94 % del tejido empresarial, es decir, 80.202 empresas. En esta cifra se empieza a complejizar la explicación, pues dentro de ella se puede encontrar la firma de un amigo abogado, una tienda, una peluquería, una empresa especializada en desarrollo de software o el restaurante donde almorzamos todos los días, explica Luisa Fernanda Cadavid, directora de fortalecimiento empresarial de la Cámara de Comercio de Cali.
Estos empresarios son héroes silenciosos enfocados en desarrollar una idea y materializarla”.
Luisa F. Cadavid, Directora Fortalecimiento Empresarial
Esa cifra que representa la categoría de ‘microempresa’ intenta agrupar una infinidad de características, algunas de ellas disímiles. Según el Decreto 957 de 2019 las microempresas son aquellas que cuentan con ingresos hasta de $1.534’233.630 para el caso del sector comercio, $807’504.010 si la empresa es de manufactura y $1.130’498.760 si es de servicios.
Estos datos no facilitan la comprensión de la microempresa con todas sus aristas. Por eso es importante hablar con y sobre estos empresarios que son héroes silenciosos enfocados en desarrollar una idea y materializarla, en algunos casos por necesidad, en otros por seguir un sueño o por cazar una oportunidad, dice.
La encuesta GEM (Global Entrepreneurship. Monitor) que mide la actividad emprendedora en el mundo, se evidencian tres motivaciones principales para crear empresa en Colombia: tener autonomía e independencia (16,9 %), tener un trabajo satisfactorio y estable (15,6 %) y crear empleos (12,8 %).
24 por ciento del empleo lo generan hoy las microempresas en la ciudad.
La fuerza
Estas pequeñas unidades de negocios son el 94% del tejido empresarial en la capital del Valle. Las hay de muchas condiciones y tamaños. Todas aportan al progreso local.
Ejemplos de resiliencia
Para visibilizar la complejidad y diversidad de la microempresa, es importante hablar de las personas y sus historias. Una de ellas es Rosa que hace 6 meses tenía una venta de helados de palito en su casa y hoy vende bisutería a domicilio, no tiene empleados y depende de las ventas diarias para su subsistencia y la de su familia.
También está Severino, dueño de Barber Shop Suave, una barbería que además de prestar sus servicios de corte de pelo y barba, cumple una función social fundamental en su barrio formando jóvenes en barbería como una estrategia para combatir la violencia; o Denis de Herbal El Trébol, una mujer excepcional que fabrica y distribuye cojines herbales tan necesarios en estos momentos para disminuir el estrés.
Severino y Dennis cuentan con empleados y una fuerte determinación de mantener y crecer su negocio en el tiempo. Finalmente, Diana de Maquinnovación, que pasó de vender máquinas para la fabricación de obleas a desarrollar una línea de vasos y platos comestibles que le permitirá exportar y ser una gran empresa en unos años o Magda que hace parte de una red de ventas de productos cosméticos por catálogo y Enrique que vende sus servicios de desarrollo de software vía una plataforma electrónica.
35% del Producto Interno Bruto, PIB, colombiano lo aportan las microempresas.
La creatividad
La pandemia hizo visible la resiliencia, compromiso y creatividad de las microempresas, destaca la Directora de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Cali.
En este contexto la mayoría pusieron en marcha nuevas líneas de negocio y se enfocaron en la apertura de nuevos canales de ventas para ampliar su cobertura como se evidencia en los siguientes 4 casos de empresas vallecaucanas.
La primera de ellas, D’Puro Corazón dedicada a la repostería y la generación de experiencias se concentró en ayudar a otras pasteleras a través de una nueva línea de negocio de ingredientes y productos preparados de pastelería. Dieron un paso adicional creando kits para la producción y decoración de pastelería, de modo que otros negocios similares al suyo contaran con lo necesario para continuar vendiendo debido a la imposibilidad de moverse y acceder a insumos en las semanas del paro, e implementaron una línea de panadería y desayunos sorpresa, diversificando su portafolio para no depender de un solo producto.
Cada una de las microempresas tiene una historia que revela los esfuerzos de quienes las crearon para salir adelante, pese a las adversidades.
Por su parte, Diana Castillo comercializaba productos de belleza para personas afro y rizadas en su empresa El Castillo de las extensiones Humanas. En mayo de 2020 abrió su primer centro de Diagnostico Capilar Rizos Valientes El Castillo de manera virtual que se convirtió rápidamente en el motor que ha sostenido la empresa en estos últimos meses. Posteriormente, cuando tuvo la posibilidad de abrir su tienda física continuó con distribuidoras virtuales en diferentes zonas del país, una estrategia de comercialización desarrollada en la pandemia.
Deli Food a su vez fortaleció los domicilios como respuesta a las necesidades de sus clientes viendo que no era posible que visitaran el punto de venta físico. Esta empresa de comidas rápidas como salchipapas y hamburguesas, liderada por Juan Manuel Caicedo de 23 años tiene un punto de venta físico. Actualmente está trabajando en una nueva línea complementaria de bebidas preparadas en el negocio. Creó un nuevo logo a la marca como estrategia para diferenciarse de la competencia. Siempre busca mejorar y se proyecta, herramientas claves para enfrentarse a los retos de ser empresario.
Entretanto, Paula Andrea Ocampo de Fraquim de Occidente comercializadora de productos químicos, aseo y perfumería se apalancó en el conocimiento relacionado con estos productos y a partir de ahí pudo reactivarse rápidamente y crecer en ventas desarrollando su línea de desinfectantes y alcohol. Esto sumado a la implementación de domicilios le permitió adaptarse rápidamente a las circunstancias.
A partir de estas historias, se observa que las microempresas tienen fortalezas y necesidades muy distintas, las cuales deben ser apoyadas para continuar creciendo el tejido empresarial.
Cerrando brechas
Uno de los retos más grandes de las micrompresas empresas es cerrar las brechas en comparación con las grandes compañías.
Según del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, una mipyme colombiana necesita dos empleados para producir el mismo valor agregado que un solo trabajador de una gran empresa.
La generación de empleo por parte de estas empresas es destacada. De acuerdo con la ONU, las microempresas y las pequeñas y medianas compañías tienden a emplear a una gran proporción de trabajadores pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad, como mujeres y jóvenes y en muchas zonas rurales se convierten en la única fuente de empleo.
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