REFORMA TRIBUTARIA
Los temas claves de la próximo reforma tributaria
El país está al borde de otro apretón para el 2019. Faltan $25 billones en el presupuesto.
El pasado jueves el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró que el Presupuesto Nacional del 2019 tiene un faltante de $25 billones.
Es decir, dineros que el Gobierno no tiene en caja para financiar programas de salud, educación, inclusión social, reparación de víctimas, alimentación escolar y atender subsidios de energía y gas en beneficio de los colombianos pobres en los próximos cuatro años.
“Hay que ser creativos para generar más ingresos”, sostuvo el funcionario. Esa afirmación ha sido interpretada por los analistas como una alusión tácita a la urgencia de una nueva reforma tributaria, la cual es considerada como inaplazable para tapar el millonario ‘hueco’ fiscal que dejó la administración Santos.
Ese faltante equivale a entre cuatro y cinco reformas tributarias, si se tiene en cuenta que cada una le cuesta a los colombianos alrededor de $5 billones (al año) por lo que el Gobierno de Iván Duque tendrá que salir a conseguir ese dinero casi de inmediato.
El Presupuesto General de la Nación para el 2019 fue aforado en $258 billones, y todo indica que el Gobierno no va a mover esa cifra, a pesar de que está desfinanciado.
La otra opción es que el país se endeude más, aunque el espacio ya está limitado, a decir del jefe de asuntos económicos de Ultraserfinco, Mario Acosta.
Hoy, la deuda pública externa es de US$73.000 millones y subió US$530 millones frente a la de abril de 2017. Preocupa que esa deuda junto a la privada (de US$54.000 millones), esté llegando al 40 % del Producto Interno Bruto, PIB.
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El inicio de la polémica
Desde el inicio del nuevo gobierno, se ha especulado sobre cómo sería esa reforma, pero el ministro Carrasquilla y su equipo de asesores han guardado gran hermetismo.
El Ministro de Hacienda destapó hace poco en Cartagena un tema polémico y que ha sido objeto de rechazo general por parte de los hogares: gravar con IVA toda la canasta familiar.
Carrasquilla hizo la salvedad de que el IVA sería devuelto a las personas más pobres, pero no dijo a través de qué mecanismo. O si sería de inmediato a la hora de cualquier consumo.
Según el académico y economista Julio César Alonso, en la confección de la reforma el Gobierno de Iván Duque deberá ser muy cuidadoso para no afectar ni la inversión empresarial ni el consumo de las familias mientras se reactiva el crecimiento de la economía.
Desde ya el nuevo director de la Dian, José Andrés Romero, considerado un ‘gurú’ en materia tributaria, ya que antes de ingresar a ese cargo, ejercía como abogado y asesor, tendrá al lado de Carrasquilla la compleja tarea de presentar al Congreso de la República las bases de la próxima reforma. Desde ya se auguran duras batallas en el legislativo frente al espinoso e impopular tema.
Estos son algunos de los pilares hipotéticos de lo que podría ser la próxima reforma tributaria que entraría en vigencia a partir de enero del 2019:
IVA a la canasta
El ministro Carrasquilla anticipó que toda la canasta familiar tendría IVA, la cual la conforman unos 300 bienes y servicios.
Es decir, que muchos productos de consumo —que están exentos (unos 40) serán gravados— con la tarifa del 19%. Entre ellos figuran las carnes, pescados, huevo, pollo, verduras, frutas, fríjol, cítricos como la naranja, pan, papa y arroz.
También tendrían el impuesto: el transporte, los copagos de salud, citas médicas y los exámenes diagnósticos o radiografías, al igual que las comidas rápidas y hasta el almuerzo que consumen los colombianos fuera de casa todos los días.
El tributarista Julio César Leal es partidario de eliminar así mismo el llamado impuesto nacional al consumo (Impoconsumo), el cual afirma, es un segundo IVA disfrazado que se le cobra a los ciudadanos.
La propuesta sobre el IVA es la más impopular, y desde ya se va abriendo una dura oposición a la misma. Tanto que el nuevo presidente de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, Gonzalo Moreno, advirtió que, de llegar a ser gravados estos artículos que pesan 2,04 % en la canasta familiar según el Dane, se tiene estimado que el consumo de pollo y de huevo caería 10 %.
Y según Luis Alejandro Pedraza, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, “ampliar la base gravable del IVA borraría incluso el alza extra del salario mínimo” propuesta por el expresidente senador Álvaro Uribe.
Reestructuración de la Dian
Uno de los puntos que ha mencionado el presidente Duque es el fortalecimiento de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, para dos tareas: lograr mayor recaudo y atacar la evasión.
Y para ello será necesaria una reestructuración de las funciones de la entidad para poner en cintura a más morosos de IVA, imporrenta y otros tributos, una vez se apruebe la próxima reforma que regiría a partir del 2019.
“La facturación electrónica tiene que ser la gran herramienta para proteger las finanzas. Con ella podemos detectar la evasión del IVA y nos ayuda en la fiscalización, haciendo más eficiente la labor del Estado”, recordó Duque al posesionar al nuevo director de la Dian, José Andrés Romero.
Hoy, por ejemplo, la evasión del IVA alcanza el 40%, lo que significa alrededor de $16 billones al año. Y en imporrenta es del 30%.
Debido al apretón en las finanzas es un dilema si se amplía o no la planta de personal de la Dian, que es hoy de 9000 funcionarios.
¿Y el 4 x 1000 y las exenciones?
El llamado Gravamen a las Transacciones Financieras es de fácil recaudo para el Gobierno, mientras banqueros y empresarios lo consideran un impuesto antitécnico.
El año pasado ese tributo le dejó a las arcas $7,3 billones en 2017. Entre enero y julio el recaudo ya suma $4,4 billones.
Aunque nada se ha dicho al respecto, el presidente de la Asociación Bancaria de Colombia, Santiago Castro, pide que en la reforma éste gravamen sea aplicado solo a las transacciones en dinero efectivo y no para las operaciones virtuales o electrónicas.
El ministro Carrasquilla tampoco ha mencionado nada sobre el desmonte de exenciones tributarias, que le cuestan al fisco $15 billones al año.
Se trata de beneficios que se otorgan a ciertos sectores productivos con el objeto de estimular la inversión y el empleo.
“Las excesivas exenciones llevan a un recaudo bajo y no a uno más productivo”, admite Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad.
Bajar el imporrenta
El presidente Iván Duque prometió durante su campaña un alivio en el impuesto sobre la renta a las empresas, con el ánimo de que garanticen la generación de más empleo formal.
Hoy, este impuesto recae principalmente en 3500 empresas, en especial las más grandes.
Aunque Carrasquilla ni el mandatario han destapado ninguna carta al respecto, el propio Consejo Gremial Nacional planteó la necesidad de rebajar la tasa del 33% al 28%, es decir, una reducción de cinco puntos porcentuales.
En ese sentido, el economista de la firma Ultraserfinco, Mario Acosta, recalca que “la idea de Duque es que se disminuya la presión tributaria a las empresas y que eso se compense con la inclusión de más personas naturales en el sistema tributario”.
“Lo más relevante, dice por su parte el economista del Bbva, Alejandro Reyes, es que si la propuesta es de reducción de tarifas impositivas se garantice el recaudo y se haga una reforma al gasto oficial”.
Más personas a pagar impuestos
Hoy, 2,6 millones de personas naturales declaran renta, aunque un gran número no paga el impuesto, o este se cruza con los pagos hechos por concepto de la retención en la fuente. Por ello, en la próxima reforma la idea de Carrasquilla es que un mayor número de ciudadanos —en especial los más pudientes— sean sujetos del radar tributario. En ese sentido, la Dian tendría a su cargo alrededor de cuatro o cinco millones de personas como contribuyentes de renta.
Lo polémico es que mientras hoy se declara renta a partir de ingresos mensuales de $3,6 millones (unos $44 millones al año), ese tope se bajaría a $1,9 millones, algo así como $22,8 millones al año. Carrasquilla dice que es necesario para que el sistema tributario sea más equitativo. En otras palabras, que quienes ganan más paguen más.
Al respecto, el presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, Julio Roberto Gómez, señala que “eso sería un nuevo golpe a la clase media”, ya que disminuiría el consumo de los hogares.