“Mas de 5000 empleos se han perdido en la región por la inseguridad”: Presidenta de Asocaña hizo balance del sector

Por: Adriana María Becerra Ruiz, redactora Activos

El sector agroindustrial de la caña de azúcar enfrenta grandes desafíos no solo por los problemas de seguridad que ha tenido que sortear, sino por el fenómeno de El Niño, que golpea con fuerza los cultivos de la región.

Precisamente, Claudia Calero, presidenta de la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia, Asocaña habló con El País sobre cómo se preparó el sector para enfrentar la oleada de calor y sequía, qué tanto se ha adelantado con el Gobierno los diálogos para frenar la inseguridad; inversiones y proyecciones apostándole a la transición energética.

Se fue ‘La Niña’ y llegó ‘El Niño’, ¿cómo están preparados para enfrentarlo?

Nosotros ya nos veníamos preparando para este fenómeno llevando a cabo acciones en las partes altas de las cuencas, que son las productoras del agua y en la parte plana con los acueductos veredales. Hicimos una alianza entre todos los actores (ingenios, cultivadores y asociaciones de usuarios de los ríos). El sector está preocupado porque no falte el agua para el consumo doméstico.

Entre esas acciones están los turnos de riego. Esto lo verificamos con información en tiempo real. Somos un sector pionero en Colombia que trabaja en la agricultura 4.0. Por ello, antes de que llegara ‘El Niño’ instalamos en 10 cuencas prioritarias sistemas de prevención, de monitoreo y de alertas tempranas. Esto nos permite tener la información en tiempo real. Donde desde el celular, el cultivador monitorea si al cultivo le cayó agua, cuál es el nivel del cauce del río, qué turno le toca, etc. Todo con el fin de hacer un uso responsable y eficiente del agua.

Esas cuencas de la que hablo son las de los ríos Bolo, Fraile, Desbaratado, Nima, Amaime, Guabas, Morales, Bugalagrande, que abastecen a las principales ciudades del departamento.

Es decir que ¿incluyeron IA para manejar ‘El Niño’?

Sí. Estamos llevando IA al campo, nos preparamos con anterioridad para sopesarlo. Cenicaña diseñó los sistemas de monitoreo que fueron instalados en las cuencas como señalé.

Para ello se hizo una inversión de $1500 millones. Se realizaron 36 talleres con cultivadores de caña y con las asociaciones de usuarios de los ríos, para aprender a manejar el sistema y que, además, tuvieran esa sintonía de no permitir que haya escasez de agua, para el consumo humano y que en ningún momento se vaya a decir que fue por el sector agroindustrial de la caña que hubo alguna limitación en el consumo de agua.

En los últimos 15 años, hemos reducido el 50 % el consumo de agua para riego gracias a las inversiones hechas en ciencia, tecnología e innovación. Somos usuarios de recursos naturales y tenemos que preservarlos. Este ‘Niño’ es de todos.

¿Las estaciones de monitoreo solo son para enfrentar al ‘Niño’?

No. Estas estaciones quedarán para enfrentar otros fenómenos naturales. Estamos en una región con una vulnerabilidad hídrica importante. Podemos decir que el 50 % de los caudales del Valle tienen esa condición, por lo tanto hay que actuar siempre bajo el peor escenario.

Otro tema que preocupa al sector es la seguridad. ¿Qué tanto afecta la inversión esta problemática?

La seguridad es el tema que reviste más importancia en nuestro sector y se lo hemos reiterado al Gobierno de mil formas. Si no hay seguridad, no hay desarrollo, ni inversión. Sin seguridad cómo hacen los trabajadores para llegar a sus sitios de trabajo y eso es lo que nos está pasando. Los trabajadores son personas vecinas a los lugares donde habitamos dentro de los ingenios o en las fincas y, por ello, de forma reiterada pedimos seguridad y justicia, porque si no hay justicia hay impunidad y si hay impunidad, hay más violencia.

¿Qué tanto se ha logrado con las mesas de trabajo. Sienten apoyo del Gobierno?

Me parece importante resaltar el esfuerzo que ha hecho el Gobierno en la mesa del norte del Cauca. Veníamos de invasiones recurrentes. Lo que pasa es que la situación del norte del Cauca supera la mesa de diálogo porque aquí hay una connotación de seguridad que la da la institucionalidad y en ese contexto, pues aunque es importante la mesa, falta mucho más para que haya paz y justicia en esa región.

¿Qué tanto se afecta el empleo por la inseguridad?

En este momento tenemos un poco más de 5000 hectáreas invadidas y esas invasiones han provocado que trabajadores no lleguen a sus sitios de trabajo, y hemos identificado que se han perdido un poco más de cinco mil empleos en el norte del Cauca donde tenemos alrededor de 48.000 empleos generados.

Es necesario que el Gobierno genere las condiciones de seguridad para que no se sigan destruyendo los puestos de trabajo.

Sin embargo, es importante recalcar que en toda la región generamos 286.000 empleos directos e indirectos. Podemos decir que más de 2.5 millones de personas dependen del sector porque también se cuentan todos efectos inducidos que genera el sector.

Tenemos 4587 cultivadores de caña en las más de 200.000 hectáreas que tiene la región. En el norte del Cauca son 1200 cultivadores, de los cuales 800 tienen menos de dos hectáreas cultivadas y son comunidades étnicas.

¿Cómo cerraron el 2023?

Cerramos positivamente, pese a que tuvimos unas bajas en la producción por cuenta de que veníamos con una ‘Niña’ desde 2021 hasta el primer trimestre de 2023, y teníamos que reponernos de esas inclemencias. Sin embargo, seguimos siendo súper habitarios en producción de azúcar. En el 2022 tuvimos cerca de 23 millones de toneladas y en el 2023 la molienda fue de 21 millones de toneladas.

En producción de azúcar pasamos de 2.1 millones de toneladas en 2022, a 1.9 millones de toneladas en 2023, pero hay que destacar que no dejamos de abastecer el mercado nacional. Seguimos exportando a 60 países cerca de 650.000 toneladas.

¿Cuáles son las proyecciones para este 2024?

Trabajar en la competitividad del sector de la mano de nuestro centro de investigación. Seguir apostándole a la diversificación de productos y la cogeneración de energía es uno de ellos.

De hecho, cerca del 50 % de energía que producimos la estamos poniendo ya en el sistema interconectado nacional.

Asimismo estamos trabajando en otros biogeneradores que le apuestan a la transición energética como el biogas. Tenemos la oportunidad de producir alrededor de 80 millones de metros cúbicos al año y podríamos estar cubriendo el 40 % del mercado del Valle del Cauca.

Le hemos expuesto al Gobierno que si nosotros tenemos seguridad jurídica e indicaciones claras para que hayan inversiones en ese sentido, la agroindustria de la caña es un mundo de nuevas iniciativas que le apuntan a la transición energética. Ya por lo menos hacemos parte del Conpes que habla de energía limpia a partir de la biomasa.