Mientras el dólar inicia la semana cotizándose por encima de los $4.300, el precio del petróleo sigue cayendo

Esta semana inició con un dólar por encima de los $4.300, una de las subidas mensuales más altas de los últimos dos años. Inversionistas del mercado le atribuyen a las expectativas que hay en torno a las elecciones en los Estados Unidos, donde las apuestas indican que el candidato Donald Trump sería el ganador.

Así es como la jornada de este lunes 28 de octubre, la divisa inició en $4.342,27, ubicándose $25,5 arriba de la Tasa Representativa del Mercado, que está en $4.316,73. Durante las primeras negociaciones, la moneda norteamericana tocó un precio máximo de $4.335 , mientras que el mínimo fue de $4.322. Se registraron 521 transacciones por un monto de US$181 millones.

Según el portal Reuters, el bajo crecimiento, la elevada deuda y la escalada de las guerras encabezaron la agenda oficial de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pero “líderes financieros de todo el mundo dedicaron gran parte de su energía a preocuparse por los posibles impactos de un regreso de Donald Trump al poder en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre”.

Mauricio Acevedo, estratega de divisas y derivados, afirmó que el dólar inicia la semana con los precios más altos del año, desde octubre de 2023.

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Baja el precio del petróleo

En la jornada de este lunes 28 de octubre, los precios del crudo perdían más de US$4 por barril, tras un ataque de represalia israelí contra Irán este fin de semana que no afectó a las instalaciones petrolíferas y nucleares y no interrumpió su suministro energético.

Tanto el Brent como el West Texas Intermediate tocaron en la apertura sus mínimos desde el primero de octubre, el Brent restaba US$4,12, o 5,4%, a US$71,93 el barril, mientras que el WTI caía US$4,03, o 5,6%, a US$67,75.

Stephen Innes, analista de SPI Asset Management, señaló que “el ataque israelí, que evitó cuidadosamente los sitios energéticos, aplacó los temores de un conflicto de gran escala con Irán”.

Agregó además que “aún más reveladora es la respuesta iraní, que minimizó el impacto del ataque y señaló que sus propias advertencias disuadieron a Israel de una acción más agresiva”, señaló.