CAFÉ COLOMBIANO
"No vivimos una bonanza, pero fue un buen año para el café": Roberto Vélez
El gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros analiza el presente y el futuro de la caficultura. Tenemos el mejor café del mundo, dice.
Al café colombiano, nuestro principal producto del sector agropecuario del país, le fue muy bien este año. Recuperó su rentabilidad, la producción llegó a los 14 millones de sacos y el valor de la cosecha total creció 20 % frente al 2019. En otras palabras, la pandemia parece haberle pasado por un lado.
Sin embargo, eso no quiere decir que el sector vive una bonanza. El sector está muy lejos de ello, dice el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, Roberto Vélez. Para sustentar su respuesta, añade que en un bonanza, el precio interno de la carga de café, no bajaría de los cuatro millones de pesos, pero hoy apenas supera el millón de pesos.
Lo que sí afirma con vehemencia es que la industria del café volvió a ser rentable en medio de la pandemia. El Covid parece que hubiera pasado de largo porque de las 16.000 veredas que tiene el país sembradas en café, solo el 3 % se vio afectada por el virus. En cifras son 480 veredas.
Así habló este risaraldense quien conoce muy bien sobre el llamado ‘suave colombiano’ porque desde los 25 años ingresó al mundo del café. Se ha ido por temporadas y ha regresado, pero en el 2005 llegó a ocupar la Gerencia General.
Seguir manteniendo la calidad del grano para que en el mundo entero lo sigan certificando como el café de mejor calidad en el planeta es una de las apuestas en el 2021.
¿Hoy por hoy, cuántos colombianos viven del café?
Son 540.000 familias que viven del café en el país, que en número de personas son más o menos un millón y medio de colombianos. A esa cifra súmele recolectores y personas que viven indirectamente del café, como las que trabajan en las trilladoras y en las cooperativas. Y aquí hablamos de los bulteros. El cálculo nuestro está en 4 millones y 5 millones de personas en total.
La verdad es que mucha gente deriva su sustento de esta actividad, de manera directa e indirecta.
¿A pesar de la situación que vive el país por el impacto de la pandemia, al sector no le fue mal. Se puede decir que 2020 fue un buen año?
Sin lugar a dudas que fue un año bueno. Uno se siente un poco sorprendido porque al mundo entero y, obviamente a Colombia, le cayeron dos pandemias, una, la pandemia del Covid y dos, una pandemia relacionada con la crisis económica que ha sido monstruosa.
En lo que se refiere al café y el Covid le puedo contar lo siguiente: en el país hay 16.000 veredas sembradas en café, de ese total, solo el 3%, es decir, unas 480 veredas, presentaron algo de Covid.
Nosotros logramos mantener el Covid a raya en el área cafetera, pero eso no es gratuito, obedece a una campaña que arrancamos en la Federación desde marzo pasado cuando nos confinaron y pensamos en una campaña de comunicación y de inducción que llamamos ‘la salud de todos es asunto de todos’.
¿Qué hicieron?
La campaña fue grande. Salimos rápido con nuestro primer protocolo, el cual trabajamos con los ministerios de Agricultura y de Salud. Ese protocolo está firmado por el Ministro de Salud y le cuento que me siento muy orgulloso porque lo compartimos con los otros países productores.
Es que a nosotros nos tocó arrancar rápido porque en abril se presentaba la primera cosecha, entonces implementamos pronto el protocolo, no como en Centroamérica que la cosecha apenas está comenzando ahora. En Brasil copiaron lo que nosotros estábamos haciendo. Se lo digo porque nos lo comentaron en el pasado congreso cafetero. Hemos sido líderes en el sector rural.
Ahora, desde el punto de vista económico nos preguntamos cómo empezamos a cosechar si nadie podía moverse. Tradicionalmente llegaban a las zonas cafeteras hasta 150.000 personas de otras partes a recolectar café, pero este año no se pudo por la cuarentena. Entonces uno de los líderes cafeteros del Valle propuso crear bolsas de empleo local y esa alternativa fue la mejor. Hablamos con los alcaldes y les dijimos que la misma gente de los pueblos que estaban en sus casas tuvieran la oportunidad para que se inscribieran en una bolsa de empleo. Eso fue un éxito porque muchos se pusieron en contacto con los cafeteros para la recolección de la cosecha. Una vez terminaban la jornada regresaban a sus casas. No solo tuvimos para pagarles a los cafeteros, sino que generamos empleo. Mire, le dimos empleo al mototaxista, al vendedor de chance y también a la señora que vende empanadas.
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¿El café sigue siendo el principal producto colombiano?
En el nivel agropecuario sí. Le quiero contar que la primera cosecha empezó en abril y se acabó en el mes de julio y la segunda comenzó en agosto y ya vamos en un 85% de recolección, pero para la segunda ya había movilidad. Todos los protocolos se concentraron en los recolectores. Les dimos capacitación y cursos de prevención. Todas las normas se cumplieron.
¿Cuánto recolectaron en las cosechas?
En total alcanzamos los 14 millones de sacos, fue inmensa. Esa cifra corresponde a lo que hemos venido recolectando y produciendo en los últimos años. Logramos subir el escalón porque antes producíamos 11 millones, y desde el 2016 la logramos subir a 13 millones y hoy ya vamos en 14 millones y hemos logrado mantener esa cifra.
¿Pero además de las cosechas el dólar les ha ayudado mucho?
Sí señor, pero déjeme decirle algo primero. El precio interno que recibe un productor tiene tres componentes: uno, es el precio en la Bolsa de Nueva York, que ha estado en 1,20 dólares.
Segundo, el dólar, que ha estado entre los $3.700 y los $3.800 y el tercero es muy importante y tiene que ver con el reconocimiento que se le hace a Colombia por la calidad de su café. Eso se llama la prima o el diferencial.
Tradicionalmente esa prima corresponde a dos o tres centavos por encima del precio de la bolsa. Si el precio en bolsa estaba en 1,10 dólares, al productor colombiano le pagan 1,14 ó 1,15 dólares, pero le quiero contar que este año logramos que esa prima subiera a 44 centavos de dólar en promedio, gracias a la calidad de nuestro café.
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¿Cuánto recibe un productor de otro país?
Mire, mientras a un productor de Brasil le pagan un poco menos que lo que está en la bolsa, a nosotros nos pagan 1,50 ó 1,60 dólares, en promedio. Ahora, eso multiplicado por la tasa de cambio, (unos $3.700) nos dio una cosecha cafetera con un precio por carga por encima del millón de pesos y un valor de la cosecha total de casi 9 billones de pesos.
Eso es 20 % más que el valor de la cosecha del año 2019. Por eso decimos que este año fue bueno para la industria cafetera. Si usted visita los pueblos cafeteros del Valle, por ejemplo, percibirá una buena salud económica.
¿O sea que se puede hablar de bonanza?
No, no podemos decir que hay bonanza cafetera. Una cosa es que el precio interno o el precio de la carga de café esté en el nivel en el que está hoy por el diferencial o la prima y, el dólar, pero otra es que haya bonanza.
Estamos lejos de una bonanza. Si tuviéramos un precio de la carga del orden de los cuatro millones de pesos, diría que sí, pero hoy está un poco por encima del millón de pesos.
Lo que sí se puede decir es que recobramos la rentabilidad de la caficultura. Hoy es rentable sembrar café.
¿En calidad somos los primeros?
Mire, es muy difícil decir cuál es la mejor, pero le doy este dato: uno no consigue un café de tan buena calidad como el nuestro, medido en los volúmenes que se consiguen en nuestro país. Hay café magnífico en Centroamérica, pero la producción es muy baja, son apenas unos mil sacos, pero aquí en Colombia estamos hablando de que producimos 14 millones de sacos y exportamos 13 millones.
La industria tiene los ojos puestos en el café nuestro, en el colombiano. Brasil necesita mejorar la calidad de su café para seguir creciendo en el mercado.
¿Cuál es la gran apuesta para el sector cafetero en el 2021?
La apuesta es seguir manteniendo la rentabilidad del sector. Debemos seguir siendo capaces de lograr unos precios que remuneren el trabajo hecho por los productores y eso lo trabajaremos con varias estrategias, con más productividad, más calidad y mejores ingresos. Necesitamos más agronomía, tenemos que sembrar las variedades que son, seguir continuando con el aumento de las densidades de las plantas de café y darle más espacio a la calidad para que nuestro café siga siendo reconocido.
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La roya
¿Colombia ya le dijo adiós a la roya?
Mire, lo primero que le quiero decir sobre eso es que hemos sido capaces de recomponer el parque cafetero con variedades resistentes a la roya.
En el año 2012 el 30% de las plantas eran resistentes a la roya y las otras eran susceptibles a esa enfermedad, pero hoy estamos en el 85% de plantas resistentes en el país.
Lo que pasa es que el hongo de la roya no deja de mutar, pero le estamos ganando la batalla.
¿Cuál es el departamento que más café produce?
Hoy es el Huila, le siguen Antioquia, Caldas, el antiguo Eje Cafetero y el Valle, que está en el quinto o sexto lugar, pero tiene un potencial enorme.
¿Seguimos creciendo en exportaciones?
Sí, nosotros llegamos a más de 50 países, este año encontramos nuevos destinos, estamos llegando con nuestro café a Arabia Saudita y a Vietnam, que es el segundo productor de café en el mundo, y también llegamos a Chipre. Mantenemos nuestra presencia en los demás países, entre ellos Estados Unidos, que es nuestro principal cliente, representa el 45% de las exportaciones.