CANASTA FAMILIAR
"Pensar en ponerle IVA a la comida es una verdadera locura": Presidente de la SAC
Jorge Enrique Bedoya analiza el presente y futuro del agro y los alimentos en el país y sostiene que si bien se necesita una reforma fiscal, se debe controlar la evasión y revisar las exenciones.
Al líder del gremio que agrupa a los agricultores del país, Jorge Enrique Bedoya, lo embarga un sentimiento agridulce. Dulce porque los resultados del sector agro en el año 2020 mostraron el mejor desempeño comparado con los demás renglones económicos, y agrio porque la reforma tributaria tocaría con IVA a ciertos productos básicos de la canasta familiar.
De ser cierto que la reforma fiscal plantea un IVA a la comida “honestamente eso sería una locura porque golpearía el consumo de millones de hogares y los productores viven de los consumidores”, señala el señor Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC.
El año pasado el agro colombiano reportó un crecimiento del 2,8 %, según el balance de la economía de todo el 2020 que presentó a mediados de esta semana el Dane.
En diálogo con El País, el dirigente gremial también expresó que tiene otra preocupación: el comportamiento de los colombianos frente al Covid-19. Dice que si bien el proceso de vacunación ya empezó en el país, teme que muchos colombianos se relajen y abandonen los protocolos de bioseguridad, tal como ocurrió en diciembre pasado, cuyos resultados se vieron en enero cuando se incrementaron los casos de contagios.
A primera vista se puede pensar que dicha preocupación no le corresponde a la SAC, pero el señor Bedoya argumenta que sí porque si los colombianos se vuelven a relajar y se presenta un rebrote del Covid-19 los alcaldes y gobernadores pueden restringir la movilidad y eso afectaría el consumo.
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El Gobierno prepara una nueva reforma tributaria. El texto aún no se conoce, pero hay quienes opinan que la canasta familiar tendrá IVA. ¿Qué visión tiene de eso?
Para nosotros es importante conocer primero el texto del proyecto que el Gobierno pretende llevar al Congreso. Inclusive nos gustaría conocer el texto que recomendó la comisión de expertos que el Gobierno convocó el año pasado.
Lo segundo es que honestamente sería una locura encarecer la alimentación de los colombianos con el IVA del 19 % porque la gran mayoría de los productos de la canasta básica no tienen IVA, como el arroz, el pollo, el cerdo, el huevo, la papa, la trucha, las frutas, entre otros. Y hay que tener en cuenta que Colombia tiene mas de 14 millones de hogares, de los cuales, unos dos millones reciben la devolución del IVA.
Pero le quiero decir algo más. Hay por lo menos 8 millones de hogares que no pueden ser considerados de clase media porque realmente con tres salarios mínimos de ingresos no se pueden considerar de ingresos medios y ellos no verían la devolución de IVA, como ya lo ha dicho el Viceministro de Hacienda en las entrevistas que le han hecho.
¿Qué hacer entonces?
Ese tema nos preocupa mucho. Somos conscientes que se requiere una reforma fiscal, pero yo creo que el Gobierno y el Congreso harían muy bien en discutirla con todos los que tenemos que ver con el sector agro porque está de por medio, al menos en el caso nuestro, la nutrición y por supuesto el costo de la alimentación de los colombianos, quienes hoy mas que nunca necesitan más ingresos para tener alimentación.
¿Cree que les dejarán ver el texto de la reforma de manera anticipada?
Pues el Presidente de la República siempre ha sido muy transparente en todos estos temas, yo creo que es más un error de sus funcionarios que vienen contando cosas de la reforma a pedazos a través de los medios de comunicación, pero no tengo duda que el Gobierno hará lo sensato para escuchar las voces de los afectados y de los beneficiados.
Pero en el caso del sector agropecuario la principal preocupación que tenemos es lo que pueda pasar con los consumidores. Encarecer la comida 19 % a los consumidores y, en particular, a los de menores ingresos, es nefasto para todos.
¿Por qué nefasto?
Por una razón que se la expongo con un ejemplo. Imagínese que decidan ponerle IVA al arroz y no a la papa, pues los colombianos van a aumentar el consumo de papa. O se imagina que le pongan IVA al cerdo y no al pollo, por eso es importante conocer la propuesta que el Gobierno tenga.
Hoy lo que se tiene es el régimen de exentos y excluidos que le funciona muy bien al consumidor.
¿El Gobierno ha dicho que necesita más recursos, en ese caso que podrá hacerse, usted que piensa?
Claro, la Dian necesita plata, bueno, yo le diría que mire lo que está pasando con la evasión, con el impuesto a la renta y las exenciones que hoy existen. Creo que a todos nos toca ponernos creativos y al sector agropecuario también, pero la única diferencia es que lo que nosotros hacemos es brindarles la alimentación a los colombianos y si el Gobierno la encarece perdemos los consumidores.
El año pasado el agro fue el sector qué más creció dentro de grupo de renglones de la economía. ¿El 2020 fue un buen año?
Lo que refleja ese año es que el campo le cumplió a Colombia porque garantizó la seguridad alimentaria.
A pesar de la pérdida del empleo se mantuvo el grueso de la empleabilidad y la estabilidad en las zonas rurales porque fue un sector que creció en exportaciones.
Las cifras del PIB reportan un crecimiento del 2,8 %, pero a costa de la rentabilidad de los productores, así que fue un año agridulce porque si bien hubo salud para la mayoría de los habitantes de las zonas rurales y se produjo la comida, muchos subsectores la pasaron muy mal, en particular los productores de perecederos, los de ciclo corto y los productores pecuarios porque fue un año de pérdida de empleo, de ingresos y de consumidores.
¿Por qué dice que a costa de la rentabilidad de los productores?
Si mira la inflación de alimentos el año pasado se dará cuenta que entre enero y abril se reportó un comportamiento positivo, es decir que los precios al consumidor subieron y de alguna manera los precios a los productores estuvieron sobre esa tendencia.
En mayo la inflación empezó a bajar y a partir de junio la inflación de alimentos fue negativa. Solo en diciembre fue de 0,1 %. Allí se evidenció que la producción mermó su rentabilidad. El crecimiento del 2,8 % es positivo para el sector, pero lo que no esperaba nadie es que la llegada del virus golpeara tan fuerte el consumo de los hogares.
Entonces de qué sirve un crecimiento de 2,8 % si en general la rentabilidad de la mayoría de los subsectores del agro fue negativa. El dato de inflación señala que el consumidor se vio beneficiado, pero los productores perjudicados.
Sin duda alguna la cifra del 2,8 % es positiva, pero la pérdida de consumidores, que son la razón de los productores, generó una situación económica muy compleja para la mayoría de ellos.
¿Cuántos empleos genera el agro en el campo?
La empleabilidad en la zona rural está en el orden de los tres millones de trabajadores, pero yo creo que es momento de que el país le cumpla al campo porque el campo tiene una tasa de informalidad laboral del 86 %, eso es muy alto y una vergüenza, Colombia tiene una tasa de informalidad del 42 %, en promedio.
Es bueno mantener la empleabilidad en la zona rural a pesar de que se perdieron entre 250.000 y 400.000 según las cifras del Dane, pero resulta que allí no entra el tema de la informalidad.
Por eso digo que el campo le cumple al país, pero me pregunto ¿dónde está el compromiso del país con el campo?, ¿por qué no se tiene un régimen laboral propio?, ¿por qué el campo no cuenta con verdaderas carreteras?
Son muchas cosas que se necesitan y por todo eso es que le digo que se siente un sabor agridulce para nuestro sector en el 2020.
¿...Dice que se perdieron 400.000 empleos en el campo?
Esas son las cuentas que hace el Dane, pero evidentemente sí porque cuando se mira lo que pasó entre mayo y julio muchas actividades tuvieron pérdidas de empleo y no como en otros sectores. Le recuerdo que el año pasado se vio muy afectado el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías). Quién iba a comer a un asadero de pollo si muchos estaban cerrados por el confinamiento, entonces los productores de pollo y cerdo resultaron seriamente golpeados.
Las pérdidas están muy repartidas porque también sufrieron los productores de papa, los de las frutas y los de las hortalizas, entre otros.
¿Cuál es su mayor preocupación para este año?
Ya le he comentado algunas, pero otra de las grandes preocupaciones tiene que ver con el comportamiento de la ciudadanía frente al virus.
Mire, después del confinamiento y los cierres, hubo una leve recuperación y bajaron los contagios, pero después llegó diciembre con su alegría y la gente pensó que el Covid no existía, entonces tuvimos los resultados que vimos en enero. Y las acciones de las alcaldías.
Me preocupa que a pesar de que lleguen las vacunas, los colombianos se relajen con el autocuidado, porque no solo se pierde la vida, sino la vida productiva y el empleo.
¿Qué pasará este año?
En el 2021, ¿cuánto podrá crecer el agro?
El aumento del 2,8 % del 2020 casi que venía jugado desde el 2019, primero por las hectáreas sembradas de cultivos permanentes, segundo porque las cosechas de ciclo corto ya estaban sembradas.
Sin embargo, considero que todo dependerá de la evolución de los ingresos de los productores y de la misma producción en el campo.
No me quiero comprometer con cifras, pero creo que el crecimiento puede estar por debajo del aumento que se proyecta para el PIB en el 2021.
Como se recordará, algunas entidades señalan que la economía colombiana podrá crecer alrededor del 5%. Otros organismos señalan que crecería hasta un 6%.
Me temo que lo mejor es esperar la evolución de la economía y de las actividades productivas en los siguientes meses.
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