Presidente de la CAF, asegura que es necesario fortalecer el tejido empresarial de la región para que sea sostenible

El 80% del empleo en Cali está amparado en el sector microempresarial y de ahí que desde diferentes estamentos se trabaje para diseñar estrategias que permitan fortalecerlo. Uno de ellos es ´Prospera´, un programa liderado por la Cámara de Comercio de Cali, que cumple hoy 10 años ofreciendo soluciones de valor agregado para los microempresarios.

En diálogo con El País, Sergio Díaz-Granados, presidente de la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, e impulsor de este programa, habló sobre la importancia de promover este tipo de estrategias para la estabilidad social de la región, los desafíos que enfrentan las microempresas y la radiografía empresarial y económica actual del país.

Usted fue un impulsor, en su momento, del modelo de Centros de Desarrollo Empresarial como Prospera, ¿cuál considera qué es el impacto que ha tenido?

Este es un proyecto que tuve la oportunidad de conocer entre el año 2006 y 2010 cuando era viceministro de Desarrollo Empresarial y como Ministro de Comercio lo propusimos junto a la Cámara de Comercio en el marco de las negociaciones de la Alianza del Pacífico. Se han atendido varios miles de microempresas que han recibido asistencia técnica para mejorar su productividad y plan de negocios, sin importar el sector.

Los resultados han sido muy positivos. A lo largo de 10 años, más de 17.000 microempresas se han visto beneficiadas. Eso es un volumen importante y todos son, al final del día, negocios familiares y en esos negocios reposa el 92% del empleo de la ciudad, es decir, el gran empleador es la micro y pequeña empresa y es un empleador esencial para la estabilidad social de cualquier ciudad y de Cali en particular.

Nuestra aspiración es poder tomar las lecciones de este modelo que ya está aprobado, entender sus aciertos y desafíos de manera que podamos escalarlo en el Pacífico y, ojalá, a nivel nacional.

La radiografía empresarial del país no ha cambiado mucho. Es decir, las empresas que exportan son las grandes y las pequeñas siguen rezagadas, ¿qué se necesita para lograr avances más notorios en esta materia?

En general, tenemos que identificar todos los negocios independientemente de su tamaño como negocios internacionales porque al final del día, todos los negocios están expuestos de mayor o menor medida a lo que pase en los mercados internacionales.

Particularmente, creo que el desafío ahora está en entender lo que el mercado necesita, pero indiscutiblemente sigue siendo un patrón de la economía colombiana y de la región que el grueso del empleo lo generen estos emprendimientos micros, esos números están muy establecidos en toda la región, y Cali no es la excepción, lo que sí puede ser excepcional es que tengamos unos servicios de acompañamiento a la microempresa mucho más efectivos que la ayuden a perdurar más en el tiempo.

En su concepto, ¿qué necesitan las micro y pequeñas empresas para ser más sostenibles?

Yo creo que lo primero es saber utilizar bien las fuentes de crédito y muchas están todavía presas del efectivo. Cuando hacen mucho uso del efectivo no construyen información crediticia, entonces el acceso a crédito se les vuelve más difícil y ahí es donde aparecen las modalidades de gota a gota que asfixian los márgenes de utilidades.

Lo primero que tenemos que enfatizar cómo podemos digitalizar muchas de las transacciones de los microempresario. Considero que vamos a ver una revolución en los próximos ocho años en esto porque muchos consumidores van a comenzar a utilizar dinero y billeteras electrónicas, entonces van a tener que digitalizarse si no quieren perder clientes y esto hace que la digitalización sea algo positivo, pues produce el efecto necesario de información de manera que ellos puedan acceder a servicios financieros que les ayuden a planificar en el largo plazo la estabilidad de sus negocios.

¿Cuál es el aporte que la CAF le ha ofrecido al proyecto del tren de cercanías?

Este es un proyecto de gran importancia para Cali porque una de las mayores necesidades que tiene la ciudad, América Latina y el Caribe es la electrificación de sectores como el transporte. El proyecto puede estar en el orden de los USD$1500 millones, pero antes de llegar al financiamiento, la CAF está aportando recursos de Cooperación Técnica no Reembolsables para ayudar al departamento a contar con unos buenos consultores para el tema del trazado y la estructuración de un proyecto que el día de mañana pueda ser bancable, pueda ser financiable y viable desde punto de vista financiero y operativo.

Estoy seguro que otros bancos de desarrollo se van a sumar a esto porque es definitivamente uno de esos proyectos que todos queremos promover porque va a redundar en calidad de vida para los ciudadanos.

¿Qué otros proyectos se pueden o se están financiando en la región?

Tenemos varias iniciativas, la primera que quiero resaltar es la COP16. Queremos que sea una COP duradera, que le deje a la ciudad y a la región legado. Tenemos varias propuestas sobre todo en la parte financiera para generar fondos que permitan seguir apalancando la protección de la biodiversidad y del recurso natural en el Pacífico colombiano. La segunda es lograr la construcción de un paquete de obras que ya tenemos muy avanzadas junto al Ministerio de Educación para hacer dos nuevas universidades y más de 500 intervenciones en colegios de la región, especialmente en el Pacífico. Vamos a tener una inversión importante de cerca de $USD80 millones, es decir, cerca de $32 mil millones.

Usted participó en el Congreso de Ceapi, enfocado en el crecimiento, ¿cuáles son los elementos clave para que Colombia vuelva a crecer y que esto se traduzca en mejores condiciones para la población?

Diría que lo clave es preservar la confianza en el país y mantener los flujos de inversión. Colombia necesita crecer por encima del 4% para que pueda avanzar en la reducción de pobreza y desigualdad. Un crecimiento por debajo no es malo, pero no es una buena noticia. Para que veamos una expansión de la clase media, para que tengamos unos números que den esperanza, confianza y optimismo, hay que crecer por encima del 4% y eso requiere menos informalidad y más inversión privada.