Urgente: con la reforma laboral se van a perder 300.000 puestos de trabajo, advierte Fedesarrollo

Fedesarrollo advirtió hoy en Cali que si el Gobierno insiste en hacer aprobar la reforma laboral tal como está en el momento, se perderán 300.000 puestos de trabajo.

En desarrollo del seminario Perspectivas Económicas para 2023, que se realizó este viernes en la capital del Valle, Luis Fernando Mejía, director de ese centro de pensamiento, explicó que tal como se radicó la reforma, podría generar la pérdida de 450.000 puestos de trabajo, pero que gracias a los cambios que se le han introducido, como la gradualidad de la entrada en vigencia de medidas como el cargo de los horarios nocturnos y de los dominicales, el impacto se redujo un poco.

En todo caso, continuó el analista, el problema estructural de la reforma es que se centra en la búsqueda de proteger los derechos de los trabajadores, lo cual no está mal, pero “el problema en Colombia es que los empleados formales somos minoría; en el total nacional, hay un 58% de informalidad”.

“Sin duda esta reforma va a encarecer los costos de los empresarios, de todos, pero los que más lo van a sentir son los microempresarios, a quienes los costos laborales les van a subir un 16%. Con lo cual van a ocurrir dos cosas o que el empleador haga un contrato informal o que simplemente reduzca su nómina”, advirtió Mejía. Y, añadió, también se va a generar inflación porque el empresarios va a subir los costos de sus productos para poder financiar los mayores costos laborales.

El Director de Fedesarrollo también aseguró que es falso decir que las reformas que se han hecho en el país para abaratar los costos laborales no han dado resultados. “Ha hecho carrera entre muchos analistas y algunos funcionarios del Gobierno nacional justificar la reforma laboral con el argumento que todas las reformas que se han hecho en el pasado nunca han tenido impacto en la generación de empleo”.

“Bueno, agregó, quisiera mencionarles el caso de la reforma del 2012 para demostrar que esa afirmación no es cierta. Esa reforma, explicó Mejía, eliminó varios de los sobrecostos al empleo formal, quitó las contribuciones al Sena y el Icbf que sumaban 5 puntos porcentuales del salario de los trabajadores y también le quitó al empleador la obligación de contribuir por la salud del empleado que era 8.5 puntos porcentual.En total se eliminaron 13.5 puntos del costo de contratación de un empleado formal y se dice que eso no tuvo impacto”.

Pues resulta que cuando se mira la evolución de la formalidad y la informalidad en las 13 principales ciudades, a partir de diciembre del 2012, que fue el mes de la aprobación de esa reforma, se ve que esa iniciativa que abarató el costo del empleo inmediatamente generó un aumento de la formalidad laboral. De hecho, cuatro años después de la reforma, por primera vez en nuestra historia tuvimos más empleados formales que informarles en las 13 principales ciudades. Esa es una reforma que tuvo resultados claros.

“Quiero insistir en que una reforma que no ataque el mayor problema de nuestro sistema laboral que es la informalidad no es una reforma pertinente”, dijo Mejía. El analista de Fedesarrolló subrayó que una reforma que se centre en defender los derechos de quienes tienen trabajo puede hacerse cuando el entorno económico es bueno y cuando el desempleo es bajo. “Pero en el entorno de incertidumbre en que estamos emprender ese tipo de reformas es muy temerario”, indicó

Mauricio Santamaría, director de Anif, coincidió en esa preocupación. “Los que tenemos un empleo formal, indicó, pertenecemos a un club de privilegiados que está rodeado por un especie muro que dificulta que los informales ingresen a él. Y con esta reforma lo que se está haciendo es que están subiendo el muro para que sea más difícil ingresar a ese club”.