Economía
Vía Mulaló-Loboguerrero sigue en el aire; Gobierno no tiene plan B y el Valle sigue esperando
La obra, que reduciría en 52 kilómetros el trayecto a Buenaventura y en una hora los tiempos de viaje, debió estar lista en el 2022. ¿Qué ha pasado?
El proyecto vial de cuarta generación que conectará Mulaló y Loboguerrero, con una longitud de 31,8 kilómetros, es una de las megaobras más importantes para el Valle del Cauca y el país.
Sin embargo, la obra presenta un retraso de siete años: el acta de inicio es del 2015 y se esperaba que estuviera lista en el 2022, pero a la fecha no hay avances.
Diversos problemas como licencias ambientales y consultas previas impidieron la pronta ejecución del proyecto, a cargo del concesionario Covimar (liderado por Corficolombiana); ahora un desacuerdo financiero lo tiene nuevamente en jaque, pues el caso está en manos de un tribunal de arbitramento.
Según indicó la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, “en la actualidad, el proyecto se encuentra en etapa preoperativa, a la espera del inicio de la fase de construcción por parte del concesionario o en su defecto del pronunciamiento por parte del tribunal de arbitramento. Durante esta fase, el concesionario está llevando a cabo actividades sociales, ambientales y prediales”.
Respecto a cuándo se conocerá el fallo del tribunal de arbitramento, explicó la entidad que “la Ley 1563 de 2012, que regula el arbitraje en Colombia, otorga al tribunal arbitral autonomía en cuanto a la gestión de su propio procedimiento y plazos”, es decir no se sabe cuándo habrá pronunciamiento.
El proceso arbitral incluye varias etapas como la presentación de las demandas, la notificación de las partes involucradas, la contestación y demanda en reconvención, así como la oportunidad para la presentación de pruebas, pero cada una de ellas puede extenderse, lo que contribuye a la variabilidad en los plazos.
Frente a un posible acuerdo entre Gobierno y concesionario, la ANI subrayó que “dentro del marco del tribunal de arbitramento a la fecha, la Agencia no ha llegado a un acuerdo conciliatorio con el concesionario”.
Y reiteró: “A la fecha, la entidad solo contempla la ejecución de lo previsto en el contrato de concesión vigente y para ello, dentro del mismo, se encuentra el mecanismo para dirimir las controversias, con miras a la ejecución del proyecto vial”.
Salvar el proyecto
Manuel Reina, director de Desarrollo Regional de Propacífico, insistió en que esta vía es una oportunidad para descongestionar el tramo que va desde Cali hasta Loboguerrero, por la Portada al Mar, lo que daría una mayor confiabilidad a la red vial de la región.
“Este es un proyecto de país, pues le daría continuidad a los tráficos que vayan o tengan como destino la conexión Pacífico - Orinoquía”.
Recordó que en el 2021 luego de un trabajo articulado entre Gobernación, alcaldías, Bloque de Congresistas, gremios y sector privado se logró que se otorgara la licencia ambiental en noviembre de ese mismo año. “El concesionario ha adelantado las diferentes obligaciones en materia predial, redes, compra de predios y la licencia ambiental. Existen rutas para salvar el proyecto y lo que esperamos es que el concesionario y la ANI se pongan de acuerdo en un valor para iniciar el contrato, o cualquier otra medida, que la ley lo permite, para con los recursos del proyecto realizar esta obra”.
Lo que tiene atascado el proyecto, según Germán Jaramillo, director de la Fundación Empresarial para el desarrollo de Yumbo, Fedy, es el valor de reajuste a precios de hoy de la obra. “El concesionario está reclamando $1,1 billones, pues hacer la vía no cuesta lo mismo que en el 2015″, expresó.
“Este reajuste vale menos que los perjuicios que nos ha generado la demora. Lo más grave no es lo que se ha perdidos a la fecha, es que no se hiciera la obra; ahí si no habría cómo reponernos de ese golpe, porque si la obra no se hace, como es una concesión a 30 años, representaría un detrimento de $17 billones para la región”.
Pero indicó que, si esta obra no se reanuda este año, “nosotros hemos pedido que se invierta entonces en la doble calzada Cañasgordas, de Candelaria – Florida”.
Está propuesta fue rechazada por el senador Abraham Jiménez López, quien afirmó que “el canibalismo nos pesa, porque hubo algunas voces que le estaban copiando al discurso del Gobierno Nacional de que se cayera esa concesión y de que la plata se usara en otras obras en el Valle del Cauca, pero lo que suman esas obras no llegan ni a los $300.000 millones”.
Por eso, reiteró: “Aquí hay que tener una sola voz y saber reclamar todos juntos y que de Bogotá entiendan que para nosotros es demasiado importante esta obra. No puede ser que la región que le dio el triunfo al presidente Petro reciba este castigo por parte de él”
De otro lado, la senadora Norma Hurtado, precisó que “desde el Bloque Parlamentario del Valle del Cauca hemos expresado serias preocupaciones ante el Gobierno Nacional por obras estratégicas que están en riesgo, como la construcción de la vía Mulaló-Loboguerrero, debido a la falta de conciliación y concertación entre el Gobierno y la concesión”
Para Hurtado esta obra es esencial ya que conecta al suroccidente del país con Buenaventura, beneficiando a Cali, Yumbo, Mulaló, Pavas, La Cumbre, Restrepo y Loboguerrero. “Si la obra fracasa significará pérdidas por $4,4 billones en un horizonte de 10 años, más de 2600 empleos anuales desaprovechados y la ineficiencia en el transporte de 262.803 vehículos que mueven toneladas de alimentos y mercancías”.
Sobre el tema el representante Cristian Garcés aseguró que el Ministerio de Transporte se encuentra en proceso de terminación del contrato de la concesión Mulaló-Loboguerrero, lo que calificó como “muy grave”.
“Los recursos de la fiducia se pueden gastar en otras inversiones y se pierde la gran oportunidad de construir una vía de gran trascendencia para la competitividad de nuestra región. Esperamos que el Gobierno nacional sea transparente e informe cuáles son las acciones que va a adelantar para garantizar la construcción de la vía, y si es por obra pública, que presente las proyecciones financieras ante la grave situación del presupuesto”.
Detrimento del Valle
Los 7 años de retraso de la obra ha significado un detrimento de $2,41 billones para el Valle.
El costo de viaje de carga por la vía actual que hace la ruta Yumbo - Mediacanoa - Loboguerrero (101 kilómetros) es de $1.509.244 (promedio vehículo), pero con la nueva ruta, que sería de 49 kilómetros, bajaría a $1.052.669. Si se tiene en cuenta que al año se movilizan 3.757.928 toneladas en 262.803 vehículos, los costos logísticos se reducirían en 30,3%.
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