HOMOSEXUALIDAD
Retos y perspectivas para comprender la homosexualidad en ambientes universitarios
Estudio de la Universidad Javeriana Cali revela las percepciones y actitudes que tienen estudiantes sobre el homosexualismo. Los hombres, a diferencia de las mujeres, asociaron más emociones negativas frente a este tema.
Entre mayo del 2021 y abril del 2022, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, estimó en Colombia un aproximado de 501.000 personas LGTBIQ+ (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales y ‘queer’), de los cuales, el 66.5 % se ubican entre los 18 a 45 años de edad; el 85.1 % habitan zonas urbanas, y la mayoría pertenecen a los estratos 3, 4 y 6.
Estas cifras fueron obtenidas de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, GEIH, aplicada, según la entidad, incluyendo la identificación de la orientación sexual e identidad de género, con el fin de eliminar la invisibilidad estadística de dicha población, siguiendo la Política Pública Nacional LGBTI (PPNLGBTI).
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, “esta Política se estableció a través del Decreto 762 de 2018, como resultado de las órdenes proferidas por la Corte Constitucional en Sentencia T-314 de 2011, en la cual se evidenció la preocupante situación de discriminación y violencia histórica y estructural que sufren las personas LGBTIQ+ en Colombia”.
Con el fin de visibilizar y abordar este tema que ha sido históricamente sensible, investigadores de la Universidad Javeriana de Cali llevaron a cabo un estudio donde se tuvo como objetivo conocer las percepciones y actitudes sobre la homosexualidad en estudiantes universitarios, y cómo se relacionan con sus características sociodemográficas.
Linda Teresa Orcasita, psicóloga, magíster en familia e investigadora de la Universidad Javeriana de Cali, explicó que “en Colombia, aún tenemos cifras altas de violencias hacia la población LGBTIQ+. Esto nos lleva a priorizar el tema en las agendas de investigación, pues existen múltiples barreras para la aceptación de la diversidad sexual y de géneros por los mitos, creencias y estereotipos que las personas internalizan a través de la socialización primaria y secundaria”.
Según Orcasita, a través de la investigación realizada, se dieron a conocer diferentes aspectos y perspectivas en estudiantes con respecto a la comunidad LGBTIQ+ y su inclusión en espacios como las universidades de la ciudad.
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Para obtener los resultados, afirma la psicóloga e investigadora, “el principal parámetro que se tuvo en cuenta era que tuviéramos diversidad en la población”.
Se contó entonces con la participación “de 228 jóvenes universitarios, de los cuales 84 eran hombres y 140 mujeres entre los 18 y 20 años de edad, pertenecientes a las Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias Económicas y Administrativas, Ingeniería y Ciencias de la Salud de una universidad privada de la ciudad”.
Factores clave
El estrato socioeconómico, los ingresos, la religión, la raza, el género e incluso, los programas académicos a los que pertenecen los estudiantes en las universidades, fueron factores de estudio considerables dentro de la investigación, teniendo en cuenta que, de acuerdo con Orcasita, “uno de los escenarios que requiere ser priorizado son los contextos educativos y familiares, teniendo presente que son los principales agentes de socialización que permean actitudes, creencias, valores asociados a la diversidad sexual y de géneros”.
Teniendo en cuenta dichos factores, la investigación arrojó los siguientes resultados de forma cualitativa después de aplicada la encuesta:
1. Entorno socioeconómico. Es fundamental para entender la problemática, especialmente por el acceso a la información y acompañamiento del sector educativo y de salud.
Para Linda Teresa Orcasita, “algunos estudios evidencian que a menor nivel socioeconómico mayor estereotipos de género o mitos asociados a la vivencia de la sexualidad. Sin embargo, no es generalizado, y cualquier persona puede internalizar estos estereotipos en su proceso de crianza que puede aumentar las actitudes desfavorables frente al tema”, aseguró.
2. Ingresos económicos. Se pudo observar que los participantes con ingresos familiares de más de 10 salarios mínimos legales vigentes (SMMLV), mostraron los puntajes homofóbicos más altos que los participantes con ingresos familiares más bajos.
Según lo evidenciado en la investigación, “las tendencias de los participantes de este estudio, con ingresos familiares altos hacia la homofobia puede ser explicada con la hipótesis de que las personas con ingresos altos dan más atención a cumplir normas sociales, por ejemplo, ser heterosexual; además, relacionan la homosexualidad con estratos socioeconómicos bajos”.
Con respecto a las normas sociales, William Villalobos, joven de 20 años, estudiante de Estudios Políticos y Resolución de Conflictos de la Universidad del Valle, explicó: “las instituciones juegan un papel fundamental en la sociedad, ellas ayudan a homogenizar, y no solamente han hecho que la mayoría de las personas se identifiquen como heterosexuales, sino que también han generado que se rechace todo lo que no es heteropatriarcal y heteronormativo”.
3. Género. Los hombres, a diferencia de las mujeres, asociaron más incomodidad y emociones negativas a la homosexualidad; además, reportaron que la causa de la homosexualidad se relaciona con explicaciones externas como la falta de fe religiosa en primer lugar, seguido de traumas en la primera infancia y abuso sexual en la misma.
Juan Diego Tenorio, joven de 23 años, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Icesi, no cree “que se nazca siendo homosexual; creo que a lo largo de la vida se recolectan diferentes experiencias y aprendizajes que contribuyen a un desarrollo cognitivo. Mientras una persona crece, entiende lo que le gusta y lo que no en todos los aspectos de vida. Ahí es donde cada uno debe darse cuenta y decidir hacia dónde se orienta, según sus preferencias y la comodidad que le brinde”.
4. Programas académicos universitarios. “Los participantes de las Facultades de Ciencias Económicas y Administrativas y de Ingeniería, mostraron significativamente más incomodidad frente al tema, especialmente cuando se les preguntaba por situaciones como tener un amigo homosexual”, afirmó la psicóloga e investigadora Orcasita.
Melissa Dávila, estudiante de quinto semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Santiago de Cali, expresó que, “aunque anteriormente no tenía la percepción de que los programas académicos pueden influenciar en los puntos de vista frente a estos temas, puedo deducir que la homofobia es mayor en estas facultades porque, las ingenierías o carreras relacionadas, anteriormente eran consideradas para hombres, por lo cual puede existir aún un entorno machista, rodeado de creencias tradicionales”.
Sin embargo, agregó que, a pesar de que pueden existir algunos prejuicios, “he notado que hay un alto nivel de inclusión y aceptación en la universidad donde estudio, pues hay muchas personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+, incluyendo algunos docentes, lo cual me parece bien, siempre y cuando todo se haga desde el amor y respeto por el otro”.
Homosexualismo en Colombia
Según un informe oficial de la Defensoría del Pueblo, la entidad hace uso del acrónimo OSIGD (para referirse a las personas con Orientación Sexual e Identidad de Género Diversas), que hace alusión a todas aquellas que se identifican con una orientación sexual fuera de la heterosexualidad.
“Esto de ninguna manera desconoce el poder simbólico y movilizador del acrónimo LGBTI, pero sí tiene la intención de incluir a cualquier persona que hace parte de esta población, sin sentirse identificada con alguna de estas identidades políticas”, aclara el documento.
Solamente en el último año, según información oficial de la Defensoría del Pueblo, 248 casos de violencia fueron registrados en el país a personas de la comunidad LGBTIQ+, entre los que sobresalen 46 asesinatos a mujeres transgénero.
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En el informe, también se notificó la atención a 41 actos de discriminación divididos así: 29 a homosexuales, 4 a hombres transgénero, 4 a lesbianas, una a mujer bisexual y 3 casos a personas intersexuales. Estas últimas, según la OMS, son aquellas que nacen con un cuerpo que no cumple con las expectativas sociales establecidas: ser hombre o mujer.
Por otro lado, de acuerdo con un informe de derechos humanos de la ONG Caribe Informativo, en el primer trimestre del 2022, 25 personas LGBTIQ+ fueron asesinadas en diferentes regiones del país, siendo Antioquia el departamento más afectado, pues se registraron 10 crímenes.
“Las violencias emanadas son resultado de las presunciones y generalizaciones negativas, lo cual incluye un proceso de generalización o justificación de las violencias frente a las personas con orientación, expresión e identidad de género diversas”, afirma la ONG.
Homofobia internalizada
La endodiscriminación, también llamada homofobia internalizada, es otro de los aspectos estudiados en la investigación. Este término es utilizado para referirse a la poca o nula aceptación de una persona que pertenece a algún colectivo social. En relación con la Comunidad LGTBIQ+, en el estudio se evidencia el sentimiento de homofobia y exclusión a otra persona que se considere homosexual.
Por su parte, la investigación concluye que este tipo de homofobia es común y que puede ser causada por parámetros establecidos socialmente frente a las relaciones afectivas y sexuales entre hombres y mujeres.
“Esto produce afecciones negativas en su salud mental como baja autoestima, depresión, ansiedad o ideación suicida, además de que se obstaculiza la construcción de relaciones interpersonales dado que se puede presentar violencia de pareja, consumo de sustancias psicoactivas o prácticas sexuales sin protección que pueden tener como consecuencia la transmisión de enfermedades”, explica el estudio.
La Organización Panamericana de la Salud, OPS, haciendo referencia a todo acto de intolerancia hacia estos colectivos, afirma que “además del impacto que se provoca en la salud emocional y mental, también significa que las personas LGBTIQ+ tienen más riesgo de sufrir lesiones como consecuencia de la violencia física.
Hombres gays y las mujeres trans, destaca la Organización Panamericana de la Salud, OPS, son víctimas frecuentes de crímenes de odio y homicidios, los que muchas veces son encubiertos al calificarlos como ‘crímenes de pasión’ en lugar de expresiones de intolerancia extrema”.
El estudiante de Ciencia Política de la Universidad del Valle, William Villalobos, quien se considera una persona pansexual, es decir, que siente atracción sexual y romántica por personas sin importar su género o sexo, relató una de las experiencias homofóbicas a las que se ha visto enfrentado en su vida universitaria: “Los viernes a las 7:00 de la noche suele haber fiestas populares en la universidad; en una ocasión decidí quedarme y compartir con mis compañeros”.
Yo estaba bailando y disfrutando, continúa William, “pero de un momento a otro recibí un golpe en mi cabeza; cuando volteé, un chico me gritó diciéndome que no lo jodiera. Mis compañeras fueron a hablar con él, y su respuesta fue que yo lo molestaba, y que si lo seguía haciendo, me mataría. Quedamos anonadados, porque yo ni siquiera lo conocía y él estaba bajo los efectos de sustancias alucinógenas”.
¿Las universidades son espacios que aseguran la inclusión?
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud, OMS, excluyó a la homosexualidad definitivamente de la lista de trastornos y de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud.
Desde la fecha, diferentes colectivos y ONG han liderado la lucha por su inclusión en todos los espacios de la vida en sociedad. Algunas de estas organizaciones en Colombia son: Familiares y Amigos Unidos por la Diversidad Sexual y de Género (FAUDS), Colombia Diversa, Dejusticia, Caribe Afirmativo, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, entre otras.
Frente a este tema, Diana Hernández, egresada y maestra de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Occidente, expresó: “Creo que es un trabajo que debe fortalecerse. Hay que hacer más programas que nos permitan mostrarnos iguales, independiente de nuestra religión, raza, o preferencia sexual o política. No es un trabajo solo hacia la aceptación o no de la homosexualidad, sino un trabajo de respeto por el otro que puede llegar a pensar diferente a mí”.
Además, expresó que, en el caso de los estudiantes y docentes, la formación familiar y el respeto por los demás, es un aspecto fundamental que determina toda clase de actitudes.
“Conozco diversas iniciativas que las universidades han construido: en nuestro caso, la Javeriana tiene desde el 2018 el Protocolo para la Prevención, Atención, Acompañamiento, Orientación y Seguimiento de Casos de Violencias y Discriminación; pertenecemos a la red de universidades de la mesa de género de la Subsecretaría de Género de la Alcaldía de Cali, donde participan la mayoría de universidades de la ciudad, y tenemos la cátedra ‘Unesco en equidad de género’, con más de cinco años continuos realizando procesos de investigación e intervención en temas de género en la universidad, en alianza con entidades internacionales y nacionales”, concluyó la investigadora y psicóloga Linda
Orcasita.
Retos
Para Orcasita, también máster en familia, de acuerdo con lo analizado, entre los principales retos a los que se ve enfrentada la comunidad universitaria, las personas LGBTIQ+, y la sociedad en general son:
- Mitigar los estereotipos de género en todo el personal universitario.
- Reconocer la importancia del lenguaje inclusivo en las interacciones cotidianas.
- Brindar apoyo psicosocial desde una perspectiva afirmativa que reconozca las barreras sociales que enfrenta la población.
- Brindar espacios de apoyo a las familias que integren la educación en sexualidad y desarrollar estrategias de comunicación que brinden información sobre el tema.
- Generar una educación con perspectiva de género, formando a los docentes en el tema para mitigar situaciones de violencia simbólica y psicológica.
Resultados
Los estudiantes hombres asociaron más incomodidad y emociones negativas con respecto a la homosexualidad; además, reportaron que la causa de la homosexualidad se relaciona con explicaciones externas.
- En cuanto a la existencia de diferencias en la homofobia acorde con la carrera profesional, se evidenció que los estudiantes de humanidades y ciencias sociales eran más tolerantes hacia aspectos relacionados con la homosexualidad.
- Se observó que los alumnos de ciencias económicas y administrativas e ingenierías, presentaron las medias más altas de incomodidad con respecto al homosexualismo.
- El estudio también evidenció que las personas con un autoconcepto positivo tuvieron menores actitudes de homofobia, en contraste con los que se perciben de forma negativa, pues estos últimos tienden a tener malas actitudes hacia otras personas, especialmente hacia aquellas con orientación homosexual.
- Los investigadores del estudio explican que las creencias, valores y roles tradicionales de género influyen en la homofobia que construyen las personas heterosexuales, como no heterosexuales. Por ejemplo, la ‘hipermasculinidad’ es expresada y reafirmada en los hombres, y cuando algún varón sale de los parámetros establecidos, los demás pueden expresar y sentir homofobia.
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