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LOS RASTROJOS

Valentía: la fiscal antimafia que combate el crimen en el Valle, pero no tiene escolta

Silvana Uribe López es fiscal especializada contra el crimen. Hace poco capturó en Cali al capo ‘Martín Bala Jr’. Es fanática de Hello Kitty y las plumas son su única protección.

25 de abril de 2020 Por: Andrés Felipe Becerra - editor de Orden
Silvana y Alcibiades Libreros (asesinado en Cali en diciembre), fueron reconocidos como los mejores fiscales del país. | Foto: Foto: Especial para El País

El martes 10 de septiembre de 2019, a la casa de Silvana Uribe López, en Palmira, Valle, llegó un sobre con su nombre, el cual recibió su mamá.

En su interior había un panfleto con un crucifijo que decía: “Silvana, monita linda. Este comunicado lo hacemos unidos para defendernos de sus acciones. Ya que nos vemos en la obligación de frenar su bronca personal con nuestras organizaciones. Desde este momento a usted y a su familia los hemos declarado objetivo militar, sabemos de sus ubicaciones, de sus movimientos y de su familia, y le advertimos que debe renunciar a su cargo o nos veremos obligados a demostrar nuestro poder. Inicialmente le demostraremos que este comunicado va en serio y lo haremos con uno de sus familiares a quien usted más ama, y de no renunciar a su cargo, la mataremos a usted también por dañina. Continuará...”.

Unos meses atrás, Silvana, en ese momento fiscal 1 especializada de Cali, había dado golpes muy duros al crimen organizado del departamento, sobre todo en temas como el tráfico de estupefacientes y el homicidio.

Entre esos golpes, tal vez el más potente, el del miércoles 22 de mayo del año pasado, cuando logró la captura, hasta ese momento, más importante de 2019 en el país: la de alias Martín Bala Jr., antiguo jefe de la banda criminal ‘Los Rastrojos’; acusado de tener una oficina de sicarios en Cali y Jamundí, y de liderar la ‘Gran Alianza’ de narcos en el Valle.

Incluso, el mismo presidente Iván Duque, en declaraciones a todo el país ese día, celebró el logro, al que calificó como la captura, de un objetivo de alto valor, más valiosa del año.

—Siempre escuché hablar de ‘Martín Bala Jr.’ Sabía de su pasado, de su inteligencia, de su seguridad para enfrentar al Estado, de su progenitor con su mismo alias, de lo que lideraba en la región. Por eso, cuando mi grupo y yo lo capturamos, sentí una satisfacción muy grande. Pero ese sentimiento también se lo dimos a la comunidad caleña y vallecaucana porque fue una persona que hizo mucho daño. No sé si fue Dios, la vida, un golpe de suerte o finalmente porque me tocaba a mí asumir ese reto, lo cierto es que no todos los días se captura a un capo de tan alto perfil.
Pero la fiscal Silvana, con esa diligencia que alguna vez le criticó una jefa que tuvo en otro trabajo, cuenta ahora al otro lado de la línea que la satisfacción en ese instante fue doble: “el día anterior a la captura de ‘Martín Bala Jr.’ desarticulamos una facción del grupo armado organizado del EPL (Ejército de Liberación Popular) o ‘Los Pelusos’, que había ganado terreno en la zona rural de Jamundí (donde se les acusa de cometer la masacre de San Antonio) y en una parte del Cauca, tras llegar de Norte de Santander”.

Lea además: Valle del Cauca, tercera región con más detenciones domiciliarias en Colombia

40 homicidios esclarecidos en el Valle, tras nueve meses de trabajo de Silvana y su equipo.

—En ese momento es cuando volteo un poco la página, empiezo a mirar para atrás y es cuando digo ‘vale la pena hacer las cosas de manera responsable, de trabajar arduamente, ser incansable’. Yo soy una fiscal 24/7, una fiscal dispuesta siempre a atender los requerimientos de la comunidad, atenta a combatir la delincuencia. He tenido que pasar por situaciones muy difíciles porque también me han querido generar posiciones incómodas al interior de la institución, pero pienso que son cosas que tenían que pasar para poder crecer y fortalecerme como profesional. He preferido denunciar actos de corrupción dentro de la Fiscalía, antes de caer en ese infierno que es la doble moral como funcionaria pública.

Luego de esos agitados meses, Silvana fue trasladada a la Seccional Valle, con sede en Buga, donde ejerció hasta el pasado 22 de enero como la fiscal 9 especializada Briho (brigada de homicidios). Allí logró esclarecer, en solo tres meses, más de 20 asesinatos ocurridos en el departamento y pudo contener la comisión de ese delito, además de capturar a traficantes de drogas, sobre todo en Buga, Tuluá y Cartago. Hoy está en la fiscalía 11 especializada.

Silvana, que parte de sus logros los apunta en una agenda personalizada que le obsequiaron (tapa blanca, una muñequita que le dijeron era ella y un letrero que dice Las Notas de La Fiscal), no sabe aún de dónde pudo haber venido aquel sufragio fúnebre que le dejaron en su casa.

—Yo realmente desconozco los motivos por los que fui trasladada de Cali. Fue un traslado drástico. No sé si fue por los golpes que di al crimen organizado, por las denuncias internas que he hecho, por la amenaza de septiembre. O si fue por lo que me dijeron que necesitaban en su momento: un fiscal especializado en el Valle para ayudar a reducir los homicidios. No sé.

Sin embargo, la fiscal antimafia, siempre diligente, habla de una consigna que también tiene anotada en su agenda: “Continuaré realizando mi mejor labor, envuelta de la honestidad y bandera anticorrupción que me caracteriza como una de las fiscales más reconocidas en el Valle”.

El papá de la fiscal Silvana murió cuando ella apenas era una bebé. Era piloto y su fallecimiento se dio tras un accidente aéreo.

Silvana es de Palmira, tiene 35 años, es abogada, especialista en derecho público y magíster en derecho penal.

Antes de ingresar a la Fiscalía, trabajó en la Alcaldía de Palmira, en el Icbf y en el Consejo Superior de la Judicatura (Sala Disciplinaria SeccionalCali). Ahí, en la Alta Corte, se desempeñó como magistrada en descongestión. Su nombramiento fue algo excepcional: tenía 30 años y fue la magistrada más joven del país. Pudo llegar a tener hasta mil procesos asignados.

Para varias personas, ella es una “peladita”. Desde aquella jefa que le dijo un día que “su diligencia afectaba a los demás”, hasta para los conocidos más recientes. “Es un bullying hasta bacano”, dice Silvana, que repite que ella más que nadie sabe quién es.

Y tal vez sí sea una peladita, cosa que le encanta. Tal vez sí sea esa muñequita de la agenda personalizada que le regalaron y donde apunta cada golpe que da.

Es más, Silvana, la fiscal antimafia, la mujer que capturó al capo ‘Martín Bala Jr.’, es fanática de la muñeca Hello Kitty, esa gatita blanca, sin boca y siempre de lazo en su oreja izquierda.

—Así como soy fanática del América, soy muy fanática de la muñeca Hello Kitty. En mi casa tengo varios ambientes adornados con este personaje. Hay un cuarto que solamente es adornado con ella, parece un almacén de Hello Kitty porque soy coleccionista. El interior de mi carro, un Mercedes-Benz B 180, color gris ratón, modelo 2017, también está arreglado: tengo tapetes de mi gatita, retrovisor forrado con ella, al igual que los forros de los cinturones.

La fiscal, por cierto, se moviliza sola en su vehículo por toda la región. Por municipios considerados calientes, incluso. No cuenta con un esquema de seguridad, nunca lo ha tenido, ni antes ni después de los golpes y resultados resaltados en televisión nacional, ni por las denuncias dentro de la institución, ni por el sufragio.

Ni después del asesinato de Alcibiades Libreros Varela, fiscal 96 especializado en la Dirección Nacional contra el Crimen Organizado de la Seccional Cali, ocurrido en el sur de la capital del Valle en diciembre pasado.

—En mi caso no he recibido ningún acompañamiento de la Fiscalía o de la Unidad Nacional de Protección. Dijeron que mi riesgo era ‘ordinario’, el riesgo ‘normal’ que yo tenía que tomar por haberme posesionado como fiscal. Afortunadamente cuento con el respaldo de la Policía. Sin embargo, como le pasó a Alcibiades, yo me debo mover por todo el departamento haciendo mi trabajo en mi carro particular, lo que me expone. Tras el crimen de Alcibiades, tenemos que asumir la postura de que nuestra vida vale, y si estamos trabajando para devolverle tranquilidad a la sociedad condenando a los delincuentes, lo más lógico es que el Estado se preocupara por darnos tranquilidad a nosotros— le declaró Silvana a este diario en dos ocasiones.

La fiscal antimafia, entonces, recurre a su amuleto: las plumas, “que de alguna manera representan a los ángeles”, dice.

—Toda la vida he sido muy creyente de los ángeles, mi familia también: todo el tiempo se me aparecen plumas, pequeñas, de colores, en sitios inusuales. Un día, en la guantera del carro, se me apareció una pluma. Otro día, en una casa donde vivía sola, en la cama encontré ocho en círculo. Y otro día, antes de entrar a una audiencia en Cali, vomité una pluma blanca, literal.

En su significado más básico, las plumas son símbolo de lo divino. Si se profundiza, las de color blanco, por ejemplo, simbolizan protección.

Reconocimientos

Junio de 2016: condecoración por parte del Ministro de Defensa, al mérito como fiscal Gaula Militar Valle.

Junio de 2016: condecoración por parte del Concejo de Palmira como ciudadana ejemplar del municipio.

Agosto de 2016: Tercera División del Ejército, por la fe en la causa.

Septiembre de 2018: Tercera Brigada del Ejército y Gobernación del Valle, por la fe en la causa.

Agosto de 2019: Tercera División del Ejército, por la fe en la causa.

Agosto de 2019: Cuarta Región de Policía, máximo reconocimiento, Dijín.

Octubre de 2019: mejor fiscal de seguridad ciudadana, por parte de la Unidad de Inteligencia de la Tercera División del Ejército.

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