40 años de PacMan: historia de un éxito que no pasa de moda

En una época donde los videojuegos arcade estaban dirigidos principalmente a un público masculino y tenían narrativas violentas, un joven japonés de 26 años llegó con una idea que revolucionó el mundo de los videojuegos: Pac-Man.

“Todos los juegos que estaban disponibles en ese entonces -fines de los 70- eran de tipo violento, de guerra o como el Space Invaders... no había juegos que todos pudieran disfrutar, y especialmente no había ninguno para mujeres. Quería hacer un juego ‘cómico’ que ellas pudiesen disfrutar”, dijo en su momento Toru Iwatani, creador del juego.

Según la historia, Iwatani se encontraba comiendo una pizza en el momento en que llegó a su mente la idea del videojuego, pues vio al interior de la caja de cartón, el círculo de pizza con un pedazo faltante.

Fue así como comenzó a gestarse el “glotón” con el que este creador ansiaba llegar a otro público, uno que rompiera radicalmente el concepto que se venía empleando y que hoy, 40 años después, ha marcado a toda una generación sigue vigente.

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Pac-Man, que ganó popularidad desde sus inicios, se transformó en ícono mundial de la cultura pop tiempo después de ser lanzada -el 22 de mayo de 1980- por la compañía japonesa desarrolladora de software para videojuegos ‘Namco’.

El primer y único campeón mundial de Pac-Man fue el mexicano Carlos Daniel Borrego. Recibió el trofeo en 2007 junto a una consola Xbox 360 basada en Pac-Man, con el autógrafo de Iwatani.

Inicialmente el juego tomó el nombre de ‘Puck Man’, haciendo referencia al ‘paku paku’ japonés, una onomatopeya que recuerda, en ese idioma, el sonido que hacen los humanos al comer. Sin embargo, tiempo después se registró como es conocido en la actualidad.

Pac-Man tiene un total de 255 niveles, pero se puede acceder al 256. No obstante este último ‘nivel extra’ tiene una falla en el algoritmo, lo que hace que la pantalla se divida en dos
y una quede inutilizable.

La primera máquina recreativa con este juego se instaló en Shibuya, Japón, e inmediatamente pasó a ser el videojuego arcade que más unidades vendió, pues logró recaudar más de 100 millones de dólares.

Cinco meses después de su éxito en el ‘país del sol naciente’, el juego que ha rivalizado en fama mundial con personajes como Mickey Mouse y Súper Mario, fue llevado a EE.UU. y Canadá, pero antes de ser lanzado oficialmente fue “re-desarrollado” por la firma de videojuegos estadounidense Midway.

A la fecha, Pac-Man ha renacido en más de 30 secuelas con licencia, y sigue siendo considerado por los ‘gamers’ como el juego más famoso de todos los tiempos.

Toru Iwatani tenía 26 años y trabajaba en la empresa japonesa Namco cuando creó un juego simple y divertido, que pudiera ser jugado por todas las personas y se saliera del esquema violento de la época. Se trataba de Pac-Man.

300 máquinas de Pac-Man se instalaron en el mundo entre 1981 y 1987. Esto le valió un récord Guiness.

Perseguidores

• El fantasma azul, conocido como Inky, busca a Pac-Man como un espejo simétrico, pero solo lo persigue cuando Blinky está cerca.

• El fantasma rojo, conocido como Blinky,es el único de los fantasmas que verdaderamente persigue a Pac-Man y puede encontrarlo.

• El fantasma rosa, conocido como Pinky, se ubica a 32 píxeles frente a la boca de Pac-Man. A veces se mueve en la dirección opuesta para chocarse.

• El fantasma naranja, conocido como Clyde, es el loco de la pandilla y se mueve por el tablero de manera aleatoria. Aunque no persigue a Pac-Man es difícil huir de él.

Una bolita amarilla que recorre un laberinto para comer puntos, mientras huye de fantasmas de colores. Ese es el fundamento de Pac-Man. Para Daniel Hernández, ‘gamer’ de corazón, Pac-Man es un juego que, por definición, es adictivo, ya que consiste en un reto fácil de entender y de ejecutar, pero con una meta difícil de alcanzar.

La primera vez que Hernández jugó Pac-Man tenía seis años. Fue en una PlayStation 1, en una recopilación de 136 juegos arcade, entre ellos Pac-Man y Mis. Pac-Man.

90 % es la tasa de reconocimiento de la marca a nivel mundial.

Aunque para él Pac-Man no es su juego favorito, entiende y reconoce su relevancia para la cultura pop y piensa que fue acogido como un ícono porque con él se demostró lo populares que podían llegar a ser los videojuegos en la vida de cualquier persona.

Hernández también recalca que la ‘vigencia’ de Pac-Man puede deberse a que los videojuegos eran consumidos por un público principalmente joven, por lo que quienes jugaron Pac-Man en esa época, crecieron con ese recuerdo y lo trajeron a la siguiente generación.