Realeza
A falta de Meghan Markle, estos fueron algunos invitados reales que acompañaron a Carlos III en la coronación
La suntuosa Abadía de Westminster vio desfilar a invitados de distintos reinos y culturas.
En la suntuosa Abadía de Westminster, en el centro de Londres, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, colocó la corona de San Eduardo sobre la cabeza del monarca Carlos III, de 74 años. Esta no había sido llevada desde la coronación en 1953 de su madre, fallecida en septiembre.
La multitud reunida en las calles de Londres, pese a la lluvia, estalló en gritos de júbilo. La reina Camila, de 75 años, fue coronada posteriormente.
Durante el acto oficial, se le vio llegar a algunos selectos invitados a la gran celebración, uno de ellos fue el príncipe heredero Fumihito de Akishino de Japón acompañado de su esposa, la princesa Kiko. Margarita de Rumanía y su marido, el príncipe Radu, también llegaron a la ceremonia.
Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, también fueron otros de los monarcas que asistieron a la coronación de Carlos III y Camilla.
Ahora bien, de las monarquías cercanas a la nación inglesa, figuraron también los reyes Felipe VI y Letizia de España, los príncipes Federico y María de Dinamarca, y los príncipes Alberto II y Charlene de Mónaco, el rey Abdalá II y la reina Rania de Jordania.
Tamim bin Hamad Al Thani, actual Emir de Qatar y dueño del equipo de fútbol Paris Saint-Germain, también hizo presencia en el evento que gozó de una gran interculturalidad. De hecho, también se le vio llegando a Los Reyes de Malasia, Abdullah de Pahang y Tunku Azizah.
En cuanto a la familia del nuevo Rey, se le vio a sus hijos Enrique y Guillermo, llegar sin dar mayor protagonismo; este último en compañía de sus hijos y esposa Kate Middleton. La princesa Ana, hermana de Carlos III, también apareció en el lujoso lugar con un imponente uniforme militar de gala.
El hermano del rey, el príncipe Eduardo, también acudió a la ceremonia real junto a sus hijos y su esposa, Sophie de Wessex, la que era nuera favorita de Isabel II.
No obstante, hubo un invitado en especial que sorprendió al mundo, el ex marido de la reina consorte, Andrew Parker-Bowles, quien no dudó en ser parte del evento y aceptar tomar un lugar en la historia de la monarquía.
En total, fueron poco más de 2.000 invitados, frente a los 8.000 que abarrotaron la Abadía de Westminster para la coronación de su madre en 1953.
Después, de regreso al Palacio de Buckingham tras su segunda procesión del día, escoltados por miles de militares en uniforme de gala, los monarcas aparecieron en el balcón para saludar.
Formar parte de la historia
Como estaba previsto, a las 09H20 GMT, el rey de 74 años y su esposa Camila, de 75, empezaron a desfilar por el centro de la ciudad en una carroza hasta la cercana Abadía de Westminster donde fueron coronados.
Tal era la premura de los asistentes, que muchos seguidores del nuevo Rey hicieron el viaje desde el extranjero, entre ellos Christine Wilen, una enfermera jubilada que llegó desde Canadá para no perderse la histórica coronación. “Hice el viaje para la coronación”, dijo a la AFP esta mujer de 55 años, ataviada con los colores de su Canadá natal. “Estoy muy emocionada de estar aquí, de formar parte de esta historia. Siempre he sido monárquica”, añadió.
Otras personas, como Hillary de 72 años, y su hija Jo, de 47, tomaron un tren temprano para unirse a la multitud. “Es histórico. Nunca será la reina (Isabel II), pero es nuestro rey y hoy sólo queremos celebrarlo”.
La Union Jack, la bandera británica, estaba omnipresente, en banderolas, camisetas y pintada en las caras de la gente. También se veían muchas coronas, desde sencillos tocados caseros hasta sofisticadas piezas de armiño y terciopelo morado.
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