Biólogo colombiano participa en documental internacional sobre bichos

Las luchas que realizan los insectos o ‘bichos’, para sobrevivir en la convulsionada Nueva York, como aquellos que deben ser demasiado audaces para poder llegar al final del día en un patio texano, así como los que habitan una granja británica o quienes enfrentan los desafíos en la sabana africana llena de verdaderos gigantes.

Todos esos mundos miniaturas que conforman nuestro mundo humano, hacen parte de ‘Bichos: una verdadera aventura en miniatura’, serie documental que Disney+, de la mano de National Geographic, acaba de estrenar.

Lo hicieron a pedido de los fans, que esperaban una segunda parte, después de 25 años del estreno de ‘Bichos: una aventura en miniatura’, el segundo largometraje de Pixar Studios.

El segundo capítulo de esta serie, titulado ‘Bienvenido a la selva’, que utiliza los más avanzados equipos para captar con sus potentes cámaras cada detalle de los más diminutos bichos, acompaña a una hormiguita y a una abejita euglosina, en su primer día de trabajo en el corazón de un bosque en Costa Rica.

En cada capítulo, como es costumbre en National Geographic, se convocaron a especialistas en el estudio de los insectos protagonistas, entre los cuales se destaca un colombiano, el biólogo Carlos Alberto Hernández, quien hace cerca de 17 años se dedicó a la investigación de las abejas euglosinas en El Cañón de Río Claro.

Este ‘bichómano’, tal vez visto por algunos como un bicho humano, ha sido asistente de investigación doctoral en el Museo de Zoología en la Universidad de Harvard, y viene trabajando en el Vichada, Amazonas, y la región de los Montes de María (Bolívar), con comunidades indígenas en temas de conservación.

¿Qué llamó su atención de esta serie documental para que aceptara trabajar en esta?

Para todo biólogo es un sueño, o por lo menos yo que crecí viendo documentales de naturaleza, participar en al menos uno. Lo más importante es contar las historias a una audiencia más grande y a nivel internacional, producida por los mejores en documentales de naturaleza, que puedan ver cosas que uno solo ve en su trabajo de campo. Uno toma fotos, cuenta historias a la familia y a los amigos, pero eso se queda entre investigadores y tus más cercanos, por lo que una serie de este nivel es la oportunidad de compartir con muchísima gente lo que he visto en campo durante años de trabajo.

Describa el capítulo que le correspondió: ‘Welcome to the jungle’...

Lo maravilloso es que el espectador se encontrará con personajes (bichos), que son una especie de héroes que siempre están enfrentándose a los problemas de sobrevivir en la selva, lo que permite meterse en una película para entender cómo es la vida de un bicho en el bosque, porque es complejísima. Uno se siente muy cómodo en un sillón con palomitas de maíz viendo en una pantalla a los animales intentando sobrevivir, pero la serie te permite estar dentro de este mundo miniatura y entender la diferencia entre la vida humana y la de los insectos. Quizás esto ayude a que la gente tenga otro tipo de relación con los bichos.

¿Ha cambiado de área de trabajo?

Yo empecé especializándome en entomología, en especial en las abejas, después, cuando vi las amenazas que sufren estos ecosistemas, hice una maestría en conservación de biodiversidad y ahora un doctorado en sostenibilidad con comunidades indígenas. Me di cuenta de que quizás la prioridad sea trabajar con el ser humano, con poblaciones históricamente atacadas o ignoradas, y con la gente que está conectada con la biodiversidad.

Pero trabajar con insectos ha sido increíble, las abejas euglosinas abrieron mi mente, parecen ‘Transformes’ brillantes metálicos que seducen a las hembras con perfumes, por lo que es casi imposible que a uno no le terminen gustando estas abejas. Investigándolas, entendí mejor las amenazas que sufre este tipo de ecosistema, por lo que hice ese cambio hacia la conservación.

¿Dónde realiza ese tipo de trabajo?

En el departamento de Vaupés, Amazonas y en Montes de María en Bolívar, entre otros territorios, venimos desarrollando este tipo de trabajo.

¿Disney+ lo devolvió a los bichos?

Por fortuna, porque extrañaba las abejas, esos ecosistemas y National Geographic y Disney me invitaron a volver a trabajar con estos bichos, ojalá podamos seguir divulgando este conocimiento.

¿Somos conscientes de la importancia de ‘bichos’ como las abejas en nuestros ecosistemas?

No, no los conocemos, y más este tipo de abejas, creo que las conozco yo y mi mamá (risas), de ahí la importancia de series de esta calidad y alcance, para que más gente se entere. A la mayoría de ‘bichos’ como las abejas, no los conocemos, porque están escondidos, en Colombia conocemos de abejas una especie que ni siquiera es nativa americana de las miles que existen. La idea es que comprendamos que no todas las abejas se comportan igual, algunas son solitarias, no todas producen miel, recolectan perfumes para cortejar, polinizan orquídeas y utilizan otras plantas para alimentarse.

¿Hay muchos mitos en torno a las abejas? ¿Cuáles?

Muchísimos, pero no tantos como con las arañas y serpientes. La gente piensa que todas las abejas tienen aguijón, no es así, son las abejas mieleras que han desarrollado una jerarquía de división laboral en donde casi todas son hembras. Es la muestra de lo poco que entendemos la biodiversidad que tenemos en un país como Colombia.

Carlos Alberto Hernández

SU ACTUAL PROYECTO

“Ahora que trabajo con comunidades indígenas entiendo que hay cerca de 115 grupos identificados de estas, pero el colombiano quizás no sabe más de dos o tres de sus nombres. Aún no somos conscientes de lo megadiverso bioculturalmente que es Colombia, por errores sistemáticos en la educación y en la divulgación de la información”, asegura el científico.

Actualmente trabaja con poblaciones históricamente atacadas o ignoradas, y con la gente que está conectada con la biodiversidad, en Vaupés, Amazonas y en Montes de María en Bolívar, entre otros territorios.