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Caifanes se dio una vuelta por la Sucursal del Cielo, y vio que es eterno para sus fans
La agrupación se puso en ‘modo tropical- rock’ y al final del concierto tocaron el cover del clásico ‘La negra Tomasa’. Los músicos le dieron las gracias a Cali por su recibimiento.
Después de 30 años, Cali se reencontró con una de las bandas más importantes del rock latinoamericano, Caifanes. Un concierto que inició a las 9:00 de la noche y reunió alrededor de 4300 personas en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, el miércoles 1 de mayo. La sucursal del cielo fue la primera parada de la gira que tendrá la banda mexicana en Colombia.
En esta oportunidad, los amantes del rock disfrutaron toda la noche del talento de Saúl Hernández (voz y guitarra), Alfonso André (batería), Diego Herrera (teclados y saxofón), Marco Rentería (bajo) y Rodrigo Baills (guitarra), quienes no tuvieron teloneros.
Con el lugar lleno y la banda en su mejor momento, propios y visitantes unieron sus voces para cantar ‘Nubes’, ‘No dejes que’, ‘Afuera’, ‘Viento’, ‘Ayer me dijo un ave’, ‘Maténme porque me muero’, ‘Te lo pido por favor’, entre otros éxitos que han marcado la historia de la agrupación mexicana.
Durante el encuentro musical, la agrupación aprovechó para hablar sobre la importancia de prevenir el suicidio, un tema que abordan en uno de sus más recientes sencillos: ‘Inés’, en el que cuentan la historia de una mujer que deambula triste y sola por las calles de Ciudad de México. Una canción con la que la banda tiene un vínculo personal, pues en ella cuentan la historia de una persona cercana a ellos.
“Me llegó un chisme de la pobre Inés. Que está recluida en un hospital. Se nos puso hasta atrás en una glorieta. Se trepó hasta el ángel y con él quiso volar”, dice la canción que conmovió a muchos de los asistentes. Además, de compartir esta íntima letra con el público caleño, el líder de los ‘mexas’ aprovechó para leer un poema dedicado a Inés.
“Su pasado, un invisible recuerdo perdido en su corazón. La soledad acompaña a Inés en el curso desesperado de encontrar un camino. Un vacío generacional en la ausencia. Ha pegado duro en su búsqueda por encontrarse y ser alguien en la vida. La música es un refugio, su único espacio de convivencia y comprensión, de sueños y risas; de bailes. Los narcóticos han sido el falso bálsamo de curación. El abismo de una caída lenta, donde no hay nada ni nadie que te reciba”, leyó Saúl Hernández.
Alrededor de las 10:50 de la noche finalizó el concierto, y cerraron con una de sus canciones más recordadas, ‘Afuera’. Pero, como era de esperarse, después de treinta años sin estar en la capital del Valle, el público gritó: “¡Otra, otra!”, a lo que la banda respondió con ‘La célula que explota’.
Vea el video del emotivo concierto
Si se perdió el espectáculo, aquí, algunos momentos:
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