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La Tremenda reconoció que mintió por sumar likes. ¿Son los influencer malas influencias?

Los creadores de contenido o influencers buscan atraer miradas, likes, reacciones, visualizaciones o clics a toda costa, incluso mintiendo. Análisis.

21 de febrero de 2024 Por: Redacción El País
Durante la entrevista ambos reían mientras contaban las presuntas experiencias de abuso.
Durante la entrevista ambos reían mientras contaban las presuntas experiencias de abuso. | Foto: Canal de YouTube: Mariam Obregon

Tal confesión de la creadora de contenido generó mensajes de rechazo e indignación por parte de los internautas, en especial cuando Galván — su actual esposo— reveló que nunca estuvo de acuerdo con el motivo y aseguró haberse sentido “violado” al despertar al día siguiente sin poder recordar lo sucedido.

La pareja que se encuentra de luna de miel en Madrid, como excusa, al ver las reacciones negativas, aseguró que se inventaron la historia de violación para generar polémica y que el vídeo tuviera éxito. En resumen, mintieron para generar más ‘likes’.

Para Víctor Solano Franco, consultor en reputación digital, “este caso en particular, me ha parecido uno de los más tristes, vergonzosos episodios de todo este tema de los influencers, que muestra una cultura traqueta, en la que lo importante no es como dice la palabra originalmente, ‘influenciar’, sino conseguir tráfico para poder perseguir objetivos monetarios. Este tema de los influencer pierde toda credibilidad cuando aparecen sujetos como estos, que deslegitiman el sentido de la influencia en las redes sociales”.

En Colombia no hay una ley que regule los contenidos de los influencers.
En Colombia no hay una ley que regule los contenidos de los influencers. | Foto: 123rf

Otro de los casos polémicos fue el protagonizado hace unos años por Mauricio Gómez, ‘La Liendra’, quien se vio involucrado en un supuesto accidente de tránsito, solo para ganar ‘likes’ y seguidores. Daneidy Barrera, ‘Epa Colombia’ pasó de la “fama” al desprestigio con un video en el que destrozó con un martillo una estación del Transmilenio, en señal de protesta, un acto, que lejos de provocar solidaridad, le salió caro, al ser acusada por la Fiscalía y condenada por un juez; recibió una multa de 25 salarios mínimos mensuales. Tampoco corrió con suerte Elizabeth Loaiza, a quien la Superintendencia de Industria y Comercio del país le formuló un pliego de cargos por impulsar un producto contra el Covid; las investigaciones determinaron que este no contaba con registro sanitario Invima.

La influencer es muy cercana a sus seguidores.
La influencer Epa Colombia es una de las más polémicas. | Foto: Instagram: Epa Colombia

En España se curaron en salud y se aprobó la “ley influencer”, que entrará en vigencia en el primer trimestre del 2024. Los influencer -tipo Ibai o TheGrefg—, que tengan dos millones de seguidores o más en cualquier plataforma o que facturen 500.000 euros o más al año tendrán que seguir una estricta regulación con respecto a qué tipo de publicidad pueden mostrar o qué productos anunciar; nada de incitar al odio, la violencia o la discriminación. La Ley General de Comunicación Audiovisual o LGCA busca proteger al espectador, en especial a menores de edad, de contenido perjudicial, como el fomentar la ludopatía o la publicidad encubierta o subliminal. Los creadores de contenido tendrán dos meses para inscribirse en el registro estatal. Una vez la ley esté vigente, no podrán anunciar alcohol, tabaco o alimentos poco saludables con altos niveles de azúcares y grasas. Las sanciones por incumplir la ley son: entre 10.000 y 50.000 euros, si se trata de algo leve, y entre 30.000 y 600.000 euros, las más graves.

En Colombia “hay documentos guía de prácticas, como uno que emitió la Superintendencia de Industria y Comercio, para el uso de contenidos comerciales, pero no un proyecto de ley que limite las acciones o los alcances de los influencers”, dice Carlos García, consultor en transformación digital.

Las nuevas tecnologías, la masificación del uso del teléfono y el acceso a las redes sociales, argumenta García, “abrieron una puerta enorme para que cualquier persona se convierta en famosa, pero sobre todo para que amase una audiencia a la que le habla directamente y luego la monetice vendiéndoles marcas, productos, servicios o mediante los anuncios que se sirven en plataformas como Youtube, Facebook o Twitch. Todos y todas le apuestan a la ‘economía de la atención’, llamar la atención en una autopista de la información caótica, atraer miradas, reacciones, visualizaciones o clics, no importa qué se diga, cómo se diga, a quién beneficie o a quién perjudique”.

Faber Burgos
En 2022, Faber Burgos fue incluido en la lista de los 10 jóvenes sobresalientes de Colombia, elaborada por la Cámara Junior Internacional. Fue premiado en el Latin Plug en la categoría de Mejor Personalidad Influyente. | Foto: Cuenta oficial de Instagram @faberburgos

Se vale todo

¿Se vale todo por un clic? García responde: “En la práctica, lamentablemente sí, aunque sea peligroso. Esto no solo pasa con los influenciadores, sino con los medios de comunicación, que también se mueven bajo la dictadura del clic. El negocio del internet se mueve por la publicidad que necesita grandes tráficos, y para atraerlos requerimos de titulares sensacionalistas, clickbait, engaimentbait y cualquier cantidad de argucias para arañar un poco de tráfico, que se convierte en ingresos mediante la venta de audiencias a la publicidad, en absoluto detrimento de la calidad periodística”.

Ocurre igual con los influenciadores, todo vale por un clic, manifiesta García, “a diario surgen figuras ‘famosas’ que te indican cómo vivir, cómo comportarse, pero también qué consumir y dónde, lo más peligroso es que le están transmitiendo a nuestros jóvenes, a nuestras niñas (os) que se pueden amasar enormes cantidades de dinero con poco esfuerzo”.

Afortunadamente, recalca Solano, “también hay casos de influenciadores proponiendo cosas buenas desde el medio ambiente, el activismo digital, la educación, la música. Todavía hay voces líderes digitales de opinión, con causas buenas, promoviendo valores”.

Para este consultor en reputación digital, “los influenciadores pueden llegar a ser muy útiles. Cuando lo hacen genuinamente, orientan a los usuarios a la hora de decidir por un bien, por un servicio, o por un producto, al contar sobre su experiencia con las marcas”.

En ese mar de creadores de contenido hay de todo, hay quienes se hacen ricos por estupideces o hay quienes comparten información valiosa. Pero, como advierte García para concluir, “también está la decisión de las audiencias sobre lo que eligen ver y a quién deciden hacer famoso (a)”.

FRASES

“Hay la sensación de que ser influencer es un estilo de vida con el que se puede ganar dinero rápidamente, y de eso no se trata”.

Víctor Solano.

“Ustedes creen que si ella me hubiera hecho eso, yo no la hubiera dejado? Yo la dejo, una vieja loca así para qué”.

Jordan Galván, a sus seguidores.

“Hay que ponerle la lupa a las marcas, que prefieren llegar a las audiencias con influencers, sin tener en cuenta los antivalores que estos comunican”.

Carlos García.

LOS PROPOSITIVOS

Marce La Recicladora

La periodista bogotana sara Samaniego creó este personaje para hablar de hábitos ecoamigables.

Faber Burgos

Faber David Burgos Sarmiento. Explica de forma fácil y divertida cómo funciona el mundo aplicando física, química y biología

Los Escachaitos.

Los Galindo son una familia de campesinos que crea contenido para redes sociales y comparte remedios naturales.

Julioprofe.

Julio Alberto Ríos Gallego es un ingeniero civil caleño, que enseña matemáticas y física de forma muy didáctica.

LOS POLÉMICOS

la Liendra

Mauricio Gómez ha estado involucrado en polémicas por accidentes de tránsito y denuncias por abuso sexual.

Epa Colombia

En medio del paro nacional destrozó elementos de una estación de Transmilenio y fue condenada por eso.

Yeferson Cossio

Promotor del Método Cossio, prometía enseñar a ganar dinero con sus redes. La SIC alertó: “publicidad engañosa”.

La Tremenda

Ailyn Montañez, influencer de 22 años, casada y con hijo, se hizo conocida por su video ‘Me compré mi casa haciendo videos’.

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