En Colombiatex, diseñadores jóvenes presentaron propuestas para afrontar el cambio climático, la desigualdad y las guerras

Textiles para que protejan a las personas de condiciones climáticas superiores a los 60 grados, para los conflictos bélicos que —parece— irán en aumento; diseños funcionales que se conviertan en una forma de expresión en contra de la guerra, la desigualdad y a favor de la libertad de expresión hicieron parte de las propuestas de los nuevos creadores en la pasada edición de Colombiatex de las Américas.

Dentro de la feria, que tuvo lugar en Medellín, los más de quince mil visitantes diarios se encontraron con una exhibición de estudiantes y egresados de la Facultad de Vestuario de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), y la marca Estrada-Velásquez, de insumos para la confección y la marroquinería fabricados en zamak, latón, hierro y plástico.

Dicha unión dio como resultado propuestas innovadoras y sostenibles para un futuro cada vez más cercano, en el cual la funcionalidad prevalecerá sobre la estética de la moda y se preferirán diseños minimalistas y modulares en prendas que cubrirán solo lo esencial para mejorar la ventilación y la comodidad.

Justamente, en uno de los pasillos de la Plaza Mayor de Medellín Sofía Mesa presentó un escenario apocalíptico, protagonizado por Treyton, un hombre atlético de 22 años, en medio de la guerra, con la piel marcada por el sol, preparado para la supervivencia y el peligro, en un escenario en el que hay escasez de alimentos y el saqueo y la caza son el pan de cada día.

Ella plantea para esa nueva realidad el uso de mochilas, la posibilidad de que cada persona pueda portar agua y herramientas, a través de formas de vestir versátiles que permitan dormir bajo condiciones climáticas extremas de días calurosos y noches heladas.

Preocupada también por las altas temperaturas que ya padece la humanidad, Manuela Moncada sugiere looks funcionales, durables e innovadores, y propone el uso de tecnologías que le permitan al ser humano mantenerse fresco.

Por la misma línea se inclina Mariana Zuluaga, con prendas ultraligeras y transpirables, de textiles que regulan la temperatura corporal y brindan protección contra rayos UV.

En el futuro, los nuevos creadores plantean que colores claros y reflectantes dominarán la moda, ya que son más efectivos para reducir la absorción del calor; asimismo, los trajes holgados, inspirados en las culturas que históricamente han habitado climas desérticos, ganarán popularidad.

Se optará por ropa con la que las personas puedan pasar fácilmente de las fuertes tormentas a las temperaturas extremas, por lo que se impondría el uso de capas que puedan añadirse o retirarse rápidamente.

La marca de diseño Melany presentó ‘Universo Distópico’, sobre un futuro donde el mundo ha caído bajo el régimen militar y el vestuario se convierte en medio de expresión de la desazón colectiva.

Y en busca de la anhelada libertad y la expresión de emociones, la firma Hekte presentó ‘Streetwear x Business’, mezcla de estéticas del día a día y prendas para fiesta, con una amplia variedad de siluetas en paños, tweeds y espina de pescado, combinados con cuerina, charol, chifón y denim.

Es así como los jóvenes imaginan la moda del futuro.