Cultura
‘Gabo’: diez años de soledad, sin su presencia física, pero con su legado intacto
Diez años sin Gabo, diez años de una soledad acompañada por su obra y legado que permanecen vivos.
Hoy, 17 de abril, cuando la Feria Internacional del Libro de Bogotá abre sus puertas, se cumplen 10 años de soledad —debido a su ausencia—, o para ser justos, de una soledad acompañada por su obra, la del Premio Nobel de Literatura colombiano, Gabriel García Márquez, quien nos ha ido sanando la herida de su partida con su legado, que continúa más vivo que nunca.
‘Gabo’, como le llamaban sus amigos y sus fieles lectores, tendría ya 97 agostos —6 de marzo de 1927—, un cumpleaños que fue celebrado al inicio del mes de marzo con el lanzamiento de su novela corta póstuma, ‘En agosto nos vemos’, la cual se ha convertido en todo un éxito editorial.
El máximo representante del ‘Realismo mágico’ partió el 17 de abril de 2014, estando en Ciudad de México, su lugar de residencia, dejando una obra contundente, que sigue cautivando a nuevas generaciones de lectores de todas las latitudes del mundo.
Durante esta década, muchos proyectos se han realizado bajo la firma de Gabriel García Márquez, en los que resaltan las constantes ediciones de sus novelas, libros de cuentos e incluso, de los reportajes de sus épocas de periodista, y nuevas traducciones.
El Nobel colombiano también ha sido inspiración de estudios, investigaciones y documentales que han profundizado en su obra, sus matices y contextos.
GALARDONADA SERIE
Las adaptaciones cinematográficas de las obras de ‘Gabo’ no han contado con el aval ni de la crítica, ni del público, a diferencia de lo que ha ocurrido en teatro, donde varias puestas en escena, como las realizadas por Jorge Alí Triana han cautivado al público, siendo protagonistas de importantes giras internacionales.
Aunque los proyectos audiovisuales no han sido muy bien recibidos, en los últimos años, los hijos de García Márquez han dado el aval para el desarrollo de varias producciones, en el formato de serie o miniserie.
Entre ellas, está uno de los más relevantes estrenos de Prime Video con ‘Noticia de un secuestro’, que logró cinco Premios Platino en la pasada edición de estos galardones.
Protagonizada por Juan Pablo Raba, Cristina Umaña y Majida Issa, es la historia de un trabajo periodístico que empezó con el secuestro de Maruja Pachón y la lucha de su esposo, Alberto Villamizar, en pro de su liberación, pero que se fue ampliando para mostrar que el secuestro, en su momento, fue un acto colectivo ejecutado por una misma organización con la finalidad de presionar al Gobierno y que no siguiera extraditando a los narcotraficantes.
En esta, Rodrigo García, hijo de Gabo, fue el productor de la serie que está disponible en 240 países, bajo la dirección de Andrés Wood.
EL LIBRO DEL AÑO
Otra buena noticia, por cuenta de ‘Gabo’ este año, fue el lanzamiento, de su obra póstuma, que en marzo llegó a las librerías de Latinoamérica: ‘En agosto nos vemos’.
El borrador de esta reposaba entre los papeles depositados en el Harry Ransom Centre hasta que, con la idea de conmemorar los diez años del fallecimiento del Nobel colombiano y tras releer la obra, la familia concluyó que merecía ser leída.
Ya muchos hablan de otra historia de ‘Gabo’, la de Ana Magdalena Bach, que cada agosto toma el transbordador hasta la isla en la que está sepultada su madre, para visitar la tumba en la que yace, y de paso, y sin ningún remordimiento, convertirse en una persona distinta durante una noche al año.
Hasta el momento, en la mayor parte de los países donde ha sido publicada está en la lista de los libros más vendidos.
LA OBRA MÁXIMA
La adaptación de la obra ‘Cien años de soledad’, por parte de Netflix, que anunció primera temporada, se estrenará este año, y aunque no hay fecha exacta, se espera que sea para mediados del 2024.
Fueron muchas las propuestas que durante años le hicieron a García Márquez, según su hijo, Rodrigo García, para llevar al mundo audiovisual su obra cumbre y una de las máximas obras literarias en el idioma castellano, pero cuenta que siempre consideró que tendría que ser demasiado extensa para hacerle honor.
Con el boom de las series en plataformas de streaming y la posibilidad de plasmarla en una buena cantidad de capítulos, la familia García aceptó y ya van varios años de preproducción y grabación de esta historia en distintas locaciones de Colombia.
La productora encargada de dar vida a este proyecto es Dynamo, y una de sus directoras es la talentosa colombiana Laura Mora, quien ha hecho historia en la cinematografía colombiana con películas como ‘Matar a Jesús’ y ‘Los reyes del mundo’. Además, la dirección de la primera temporada está a cargo del director argentino Alex García López, conocido por dirigir ‘The witcher’ y ‘Utopía’. La serie también contará con el talento de Eugenio Caballero (El laberinto del Fauno) y Bárbara Enríquez (Roma) quienes harán el diseño de producción, mientras que el guion está a cargo de José Rivera (Los 33), Natalia Santa (El robo del siglo), Camila Brugés (Frontera verde) y Albatroz González (Lynch).
LEGADO ANUAL
Un año antes de la partida de García Márquez fue creado el Festival Gabo, que es, actualmente, la fiesta más importante de la ciudadanía, el periodismo y la cultura, la cual ofrece en su programación talleres, clases magistrales y charlas para todas las mentes curiosas de Iberoamérica. Además, para celebrar las mejores historias de la región, se le rinde homenaje a los finalistas y ganadores del Premio Gabo.
La primera edición del Festival Gabo se celebró en Medellín, donde se hizo entrega por primera vez del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo (hoy Premio Gabo), que sucedió al Premio Nuevo Periodismo Cemex+FNPI, otorgado entre 2002 y 2010.
Tras la pandemia y las restricciones, en 2022 el festival regresó a la presencialidad y la primera edición realizada en Bogotá fue el marco de la celebración de la décima edición del Festival Gabo, que sirvió para conmemorar los 40 años de la entrega del Premio Nobel de Literatura.
CATÁLOGO ACTIVO
La publicación de su novela póstuma, así como el anuncio de la serie y los diez años de su fallecimiento, han generado que el catálogo de obras del Nobel de Literatura, tuviese una reactivación interesante en las librerías de Colombia y de distintas partes del mundo.
Si bien es un catálogo en constante movimiento, por las obras que son verdaderos clásicos de la literatura e incluso algunas de ellas son lecturas indispensables en escuelas y colegios del país, no es un secreto que en los últimos meses, después de la publicación de ‘En agosto nos vemos’ aumentó el interés por buena parte de las obras del hijo de Aracataca, Magdalena.
De hecho, la editorial decidió lanzar una nueva edición, con una nueva portada, de su polémica novela corta, ‘Memoria de mis putas tristes’, que fue publicada por primera vez hace 20 años y que hasta ahora había sido su último libro de ficción publicado.
Tanto en librerías físicas, como en digitales, aumentaron las búsquedas de novelas como ‘El amor en los tiempos del cólera’, publicada por primera vez hace 39 años y que tuvo una poco afortunada adaptación cinematográfica.
También ‘El coronel no tiene quien le escriba’ presentada por primera vez hace 63 años, ‘Del amor y otros demonios’ que está cumpliendo tres décadas desde su edición debut, sin olvidar una de sus geniales piezas periodísticas como lo fue ‘Relato de un náufrago’ de 1995, y ‘El otoño del patriarca’, que el próximo año cumplirá cinco décadas desde su estreno.
Pero dos de sus más grandes obras han sido las que han aumentado en búsqueda y solicitudes en los últimos meses, según datos suministrados por Buscalibre, la librería más grande de Latinoamérica.
Dicho portal también ha liderado la preventa de la obra inédita de García Márquez. Según las directivas de Buscalibre en el mes de febrero de 2024 se incrementó en un 80 % las ventas, con respecto a las del pasado mes de diciembre de 2023, la búsqueda de ‘Crónica de una muerte anunciada’.
Incluida entre las cien mejores novelas en español del siglo XX, fue publicada por primera vez en 1981. En ella, García Márquez hace un acercamiento entre lo periodístico, lo narrativo y una buena dosis de novela policial.
El autor se inspiró en un hecho real que ocurrió en 1951 en un municipio del departamento de Sucre, retomando la historia de un crimen, los protagonistas, el escenario y las circunstancias para alterar lo narrativo, pero sin descuidar los datos verídicos indispensables en una crónica periodística.
Seis años más tarde, el director Francesco Rosi la llevaría al cine, rodando en Mompox, mientras que Jorge Alí Triana ha realizado una de las más memorables adaptaciones al teatro, con una gran cantidad de temporadas.
La obra maestra
Según datos de Buscalibre, en febrero de este año, también se incrementaron en un 93 % las ventas de las ediciones de ‘Cien años de soledad’, considerada una obra maestra de la literatura Hispanoamericana y universal, justo detrás de ‘El Quijote’.
Se espera que esta tendencia se mantenga durante buena parte de este año, con la expectativa que se ha generado después del anuncio del estreno de la primera temporada de la serie basada en esta obra literaria.
Entre las ediciones más buscadas del nobel colombiano se encuentra la edición conmemorativa publicada en 2007 por la Asociación de Academias de la Lengua Española, que integra un glosario para su mejor entendimiento y una serie de ensayos de algunas de las plumas más importantes de la literatura en español.
Los últimos días y el olvido...
En el libro ‘Gabo y Mercedes, una despedida’ (2021) Rodrigo García Barcha narra los últimos días de su padre. Cuenta que cuando se le acercaba para despedirse, este le respondía: “No, hombre, ¿por qué te vas? Quédate. No me dejes”. “Como un niño consentido que dejan, contra su voluntad, en la guardería. Pero ya no era un niño, tenía más de 80 años y era el escritor en lengua española más reconocido del mundo, se llamaba Gabriel García Márquez y, como contagiado por esa peste del insomnio que padecieron los habitantes de Macondo, para entonces, el autor de Cien Años de Soledad, había perdido finalmente la memoria”.
También dice que en ocasiones, cuando cerraba un libro, se sorprendía al encontrar su retrato en la contraportada, “de modo que lo volvía a abrir e intentaba volverlo a leer”.
El hijo de Gabo describe la atmósfera de incómoda resignación que vivió la familia, en especial, Mercedes Barcha, ante el deterioro mental y físico de su padre: “tengo que hablar con mi madre y confirmarle sus peores temores: quien ha sido su esposo por más de medio siglo es un enfermo terminal”.
Aún al perder la memoria, hasta sus últimos días, Gabo mantuvo una poderosa conexión con su infancia, como cuando dijo a su secretaria, “esta no es mi casa. Me quiero ir a la casa. A la de mi papá”, según Rodrigo, en referencia no a su padre, sino a su abuelo, el coronel (que inspiró al coronel Aureliano Buendía), con quien vivió hasta sus ocho años. “Mi padre dormía en un colchoncito en el piso junto a su cama”.
Gabo en frases
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada”.
“El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar”.
“El amor se hace más grande y más noble en la calamidad”.
“El mayor problema de escribir, es saber cuándo uno se miente a sí mismo. Porque cuando te mientes a ti mismo le mientes al lector, y la mentira es algo que el lector nunca perdona”.
“TODA BUENA NOVELA ES UNA ADIVINANZA DEL MUNDO”.
“EL PRIMER SÍNTOMA DE LA VEJEZ ES QUE UNO EMPIEZA A PARECERSE A SU PADRE”.
“Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor”.
“Nunca volveré a enamorarme... Es como tener dos almas al mismo tiempo”. Frase de la novela ‘El general en su laberinto’.
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Frase de su libro Vivir para Contarla, publicado en 2002.
“Como todas las cosas buenas que les ocurrieron en su larga vida, aquella fortuna desmandada tuvo origen en la casualidad”. Frase de Cien Años de Soledad.
“Pero el poder –como el amor– es de doble filo: se ejerce y se padece”. Frase de Noticia de un Secuestro, La crónica de un secuestro real, publicado por Grupo Editorial Norma en 1996.
“Cuanto más transparente es la escritura más se ve la poesía”.
Frase de la novela El Amor y otros Demonios, que se publicó en 1994. es la historia, hiperbólica, de la pasión desesperada de un clérigo de 36 años.
“Uno no es de ninguna parte, mientras no tenga un muerto bajo la tierra”.
¿Hay que leer a Gabriel García Márquez?
Por Luis Alejandro Díaz, profesor del Departamento de Literatura de la Universidad Javeriana.
Son muchas las historias que se cuentan sobre el paso de García Márquez por Bogotá durante sus años universitarios. Sin embargo, hay una que me sirve para responder la pregunta que titula esta columna: se dice que uno de los placeres favoritos de Gabo era subir al tranvía que hacía una ruta circular para observar a la gente y para leer. ¿Para qué perder el tiempo de esa manera? Probablemente hubiera sido más provechoso ir a estudiar y mejorar las notas que empeoraban cada día su sueño de ser abogado. Es decir, lo ideal era que hubiera pensando en él antes que en otra cosa.
Sin embargo, no fue así. Pensaba en el conductor del tranvía, en el oficinista encerrado en su rutina, en el ama de casa corriendo a hacer la compra antes de medio día, en el lustrabotas que conoce a todos los que entran a tomar café a El Molino. Y ya en el café El Molino, su pensamiento era poder tener dinero para comer una o dos o tres empanadas y escuchar a León de Grefiff. Puedo decir entonces, bajo mi responsabilidad, que García Márquez nunca pensó en él. Pensó en ese otro que iba a estar del otro lado de las palabras leyendo todo eso que se estaba acumulando en su mente y en sus sentidos. Él sabía que debía escribir sobre todo eso que pensaba, que oía, que veía, que sabía, que olía.
Muchos se preguntan hoy, a casi cien años de su nacimiento, si hay que leer a García Márquez. Lo respondo: sí, hay que leerlo.
Porque la literatura escrita por Gabriel García Márquez va mucho más allá de una historia de amor, de una historia de guerra, de una historia familiar o de un crimen.
Leer la literatura escrita por él, es entrar en un mundo real que imagina las infinitas posibilidades que se tienen para darle sentido a la vida, a la muerte, al amor, a la amistad, a la traición, a la espera, a la violencia, a la soledad, a la vejez, al poder, al olvido o a la escritura misma.
Leerle un cuento de Gabo a un niño, es regalarle un instante de picardía, de curiosidad, de confusión, de indisciplina. Darle a leer una novela corta de García Márquez a un adolescente o a alguien que no lo conoce, es regalarle un amigo invisible, es invadirle la cotidianidad con el tesoro más valioso que la humanidad se ha dado a sí misma: imaginar. Ni hablar de lo que se esconde en las novelas largas del Nobel de Literatura: el tiempo. Siempre podremos ver el nacimiento de Macondo al igual que su destrucción. La palabra revive como el ave fénix cada vez que empezamos la primera página. Y ese poder sobre la palabra lo tienen muy pocos escritores.
Seguramente la historia del tranvía se repitió por muchas otras ciudades en las que García Márquez vivió: Barcelona, París, Barranquilla, Ciudad de México, o en las muchas que visitó. Y toda esa curiosidad, toda la fuerza de esa mente inquieta y ese amor profundo por la belleza de la palabra indicada, es la razón más elemental por la cual hay que leer los libros que escribió.
Nadie arriesgó tanto en la vida como él con la palabra “mierda”. Y ese riesgo, profundamente estético y ético, es algo que en silencio agradecen sus personajes y agradecemos sus lectores.
Leer a García Márquez, además de todo lo anterior, despierta unas extrañas ganas de sentarse a escribir. Entonces, ¿hay que leer a García Márquez?
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