Un laboratorio en casa, así es el libro de experimentos del influenciador de ciencia Faber Burgos

Por L. C. Bermeo Gamboa, reportero de El País

La vida de Faber David Burgos Sarmiento cambió el 26 de septiembre de 2020, cuando lanzó un globo meteorológico con una sonda a la estratósfera, un experimento hecho con elementos caseros y disponibles para el común de las personas. Equipado con una cámara, el globo se elevó poco más de 30 kilómetros de altura, lo suficiente para comprobar la curvatura de la Tierra, y observar en una misma imagen el Sol y la Luna. Además, el dispositivo llevaba adherida una foto de Faber y su equipo, integrado por su hermano Daniel, Sonia Marcela López y Laura Vergara López, por lo que pasó a la historia como el primer selfie en esta capa planetaria.

El video de este experimento alcanzó 97 millones de vistas en Facebook, logrando que Faber Burgos, como es conocido este influencer y divulgador de ciencia colombiano, obtuviera un Récord Guinness a video de divulgación científica. Faber, quien nació en Bogotá hace 30 años, y creció en una familia de escasos recursos que por un tiempo vivió del reciclaje, es un hoy una celebridad de las redes sociales, pero no por sus escándalos, extravagancia y ostentosidad, sino porque hace que sus seguidores se enamoren de las ciencias, y en vez de desear que otros, como él, se dediquen a ser creadores de contenido, busca que en el futuro hayan más científicos que busquen soluciones a los problemas de la humanidad.

Después de ser el único latinoamericano en enviar una carta a la Estación Espacial Internacional abordo de un cohete Falcon 9 de la empresa Space X de Elon Musk, tras ser condecorado y premiado por ser un influencer educativo, ahora, Faber Burgos publica su primer libro de experimentos caseros para todas las edades.

¿Qué experiencia despertó su amor por la ciencia?

Hay dos momentos que marcaron mi vida. Primero, cuando ejercí el reciclaje durante mi infancia y, entre los desperdicios de otras personas, llegaron algunas enciclopedias a mis manos. En esos libros me di cuenta que el mundo a mi alrededor era mucho más grande de lo que pensaba. En esas enciclopedias recogidas de la basura tuve mi primer encuentro con la ciencia, allí aprendí mucho de astronomía, biología, historia, y hasta algo de paleontología, todo de una forma aficionada, pero que se quedó en mi memoria.

Años después viví otro momento que me hizo interesar aún más por la ciencia, fue cuando por accidente hallé el fósil de una amonita en la casa de una tía. Una amonita es una criatura que vivió en Colombia hace 400 millones de años, en el período Devónico, cuando este territorio era solo agua. Cuando uno tiene estos encuentros con la ciencia, uno entiende que se trata de algo mucho más interesante de lo que realmente pensamos o nos enseñaron. Creo que eso me llevó a que hoy en día sea divulgador de ciencia básica.

Además de su interés personal, ¿qué lo motivó compartir sus conocimientos con otros?

Sentí la necesidad de hacer divulgación de ciencia cuando salí de la universidad. Yo soy profesional en Lenguas Modernas de la Escuela Colombiana de Carreras Industriales, y ahora tengo una especialización en Arqueología Clásica. Pero cuando salí de la universidad me di cuenta de que hubiera podido ser muchas más cosas, que en definitiva si me hubieran enseña más ciencia aplicada, más práctica y menos teoría en el colegio, a lo mejor hubiera sido científico. Entonces pensé que algo tenía que cambiar en este sentido, que debía ayudar a que esto cambiara para que haya más profesionales en ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas… y siempre guardé esa idea dentro de mí hasta que llegó el año 2017 y Facebook me contrató, me dieron la oportunidad de trabajar con ellos y me pusieron como labor, hacer contenido, simplemente tenía que hacer una cantidad de vídeos mensuales de la temática que yo deseara, y evidentemente yo opté por hablar de ciencias.

Empecé hablando de todas esas cositas básicas y sencillas que guardo en mi memoria, pero para divulgarlas asumí el punto de vista aficionado, no el de un profesor, sino el de un amante de la ciencia. Y así he venido logrando ese propósito de sembrar o cultivar en los jóvenes esas ganas y ese deseo de aprender, de entender que el conocimiento es el camino al éxito.

Pero, ¿cómo llegó a Facebook?

Creo que nunca voy a entender por qué pasó esto, por qué me contrataron a mí… no encuentro la respuesta. Considero que fue un milagro, porque simplemente me llegó un correo que casi descarto, cuando lo abrí era una oportunidad laboral con ellos, algo que dudé muchísimo, pensaba que era un correo falso o una estafa. Pero ya tenía 10 años haciendo mis contenidos en redes sociales, sabía que podía ser algo real. Y empecé a hablar con ellos mucho más a fondo, y en definitiva sí era Facebook y querían que trabajara en el desarrollo de una plataforma conocida como Facebook Creators para competir con el entonces creciente YouTube, que no era tan fuerte en esa época. Recién había dejado otro trabajo en marketing digital, pero acepté esta propuesta porque por primera vez en mi vida iba a tener la posibilidad de hacer lo que realmente amo, que es compartirle a la gente un poquito de conocimiento.

En el 2020 envía un globo a la estratósfera y el resto es historia… ¿Cómo surgió la idea de este experimento?

En mis videos yo siempre pregunto a mis seguidores qué les gustaría que hiciéramos, y alguien mencionó que fácilmente se podía llegar a la estratosfera con un globo para medir datos, tomar información de temperatura, tomar fotos, lo que me pareció muy interesante. Ya en Estados Unidos, Japón y Rusia se habían hecho experimentos similares, entonces yo pensé que era viable llevar un globosonda a la estratósfera, pero mi idea fue simplificar y utilizar los elementos más sencillos que se puedan encontrar, y creo que eso determinó el impacto del vídeo, que las personas vieron que se podía hacer ciencia sin grandes presupuestos. Así se lograron imágenes sin precedentes en la historia del país y se logró un buen ejercicio científico.

¿Qué hace diferente este libro de experimentos a otros, por ejemplo, a los libros que se utilizan para enseñar química, biología o física en las escuelas?

Es un libro totalmente diferente porque le contamos a la gente cómo funciona la ciencia, pero desde el punto de vista de una persona del común. Y estamos logrando ese propósito de conectarlos con la ciencia aplicada, en la práctica. Incluso, entre los 50 experimentos, incluimos el globo, para que las personas puedan enviar su propia sonda al espacio. Quiero que la gente descubra que la ciencia no es tan difícil e inalcanzable como nos hacen pensar en lo académico, que solo algunas personas pueden hacer experimentos, y comprobar cómo funciona el universo. Cualquier persona puede experimentar desde el laboratorio de su casa, con materiales que tienen a la mano.

Pero los experimentos también permiten que las personas comprueben teorías y saquen sus propias conclusiones. Experimentar es una ventana para que nosotros mismos hagamos nuestras ideas, de hecho, al final del libro hay un espacio en el que los lectores pueden anotar sus descubrimientos y alimentar su curiosidad. Eso es lo que yo quiero generar, que basándose en las dudas, en la experimentación, los niños y jóvenes vayan mucho más allá, no solo para que obtengan respuestas a muchas preguntas del libro, sino para que propongan soluciones a otros problemas del mundo hoy.

¿Qué le diría a las personas que tienen teorías negacionistas de la ciencia, por ejemplo, los terraplanistas, o personas que tienen ideas conspiranoicas que niegan el alunizaje? ¿Cómo su libro les puede ayudar?

Algo tan simple como la redondez de la tierra, lo verifiqué lanzando un globo a la estratosfera. A aproximadamente entre 25 y 30 kilómetros de altura, ya es súper evidenciable la curvatura de la tierra. Así yo pude obtener mi respuesta y pude descubrir que sí, la tierra en efecto es redonda, no es plana. Lo importante es que la gente haga un ejercicio de evidencia científica, que no necesariamente significa lanzar una globosonda al espacio, pero hay muchos experimentos que nos permiten obtener nuestras propias conclusiones.

Pienso que lo único positivo que surge de este tipo de teorías tan locas es que generan dudas en la gente, y eso no está mal, porque en cierta manera la ciencia motiva a las personas a hacerse preguntas, y a que ellos mismos busquen sus respuestas. Pero sí está mal cuando solamente escuchamos y no nos tomamos el tiempo de experimentar para obtener nuestras propias respuestas, siento yo que ese es el error que de pronto cometen este tipo de personas, si no hay experimentación, no hay conclusión, por lo menos así yo lo veo.

Experimento: aerodeslizador

Recomendación: realizar en compañía de un adulto responsable.

Conceptos: Propulsión, Fricción, Tercera ley de Newton.

Los globos han sido uno de nuestros principales materiales para hacer experimentos. Aquí descubrirás un nuevo propósito: construir tu propio aerodeslizador casero.

¿Qué vas a necesitar?

— Globo

— CD

— Silicona

— Tapa plástica de botella

— Aguja

— Alicate

— Vela

— Mesa con superficie lisa, preferiblemente de vidrio

¿Qué debes hacer?

1. Enciende la vela, toma la aguja con el alicate y calienta la punta con la llama.

2. Haz 8 agujeros en la tapa de la botella con la aguja caliente.

3. Pega con silicona el borde inferior de la tapa al centro del CD, justo encima del agujero.

4. Infla el globo y sujétalo evitando que se salga el aire, pon la boca del globo en la tapa cubriéndola completamente.

5. Suelta el globo. ¡Has creado un vehículo que vuela!

Explicación:

Ates de explicarte está ocurriendo, es necesario entender algunos conceptos (uno que ya lo conoces, los otros, quizás no tanto). Primero, la propulsión a chorro es cuando un objeto descarga un fluido a gran velocidad para moverse. Segundo, la fricción es la fuerza que existe entre dos superficies que se tocan y que impide el movimiento de una de ellas.

Tercero, la tercera ley de Newton, que establece que a cada acción siempre se opone una reacción igual, pero en sentido contrario. Ahora sí, ¡entremos en materia! Las paredes del globo expulsan el aire con mucha fuerza, generando una capa de gas entre la mesa y el CD, lo que disminuye la fricción entre ambas superficies, permitiendo que se mueva. En otras palabras, el globo genera propulsión a chorro, la cual se explica con la tercera ley de Newton, pues la fuerza con la que sale el aire, actúa con la misma potencia sobre el CD, levantándolo un poco, esto disminuye la fricción y por eso tu aerodeslizador se aerodesliza.