El día que la Gorda Fabiola contó que su hijo es homosexual; ‘Polilla’ lo aprobó

Fabiola Posada, conocida como la Goda Fabiola, alcanzó a dejar una huella imborrable en este plano terrenal. Desde su muerte, los familiares, amigos, colegas y seres queridos, entre otros, han desempolvado sus mejores recuerdos en los que la felicidad nunca faltó.

Aunque la vida de Fabiola estuvo marcada por altibajos y duros momentos, siempre mostró su mejor rostro y su más enorme sonrisa. Así lo demostró con el pasar del tiempo.

Entre los momentos importantes se destaca cuando le contó al mundo que su hijo menor, David Polanía, sentía atracción sexual por los hombres.

En medio de una rutina de ‘Sábados felices’, la humorista entregó una presentación impecable con la que narró lo que sucedió cuando se enteró que David Polanía pertenecía a la comunidad LGBTIQ+.

Dijo que sus amigas le preguntaban “‘ay gorda tú no te dabas cuenta que el peladito era así'”, a lo que les respondió: “No sé, yo le preguntaba ‘mi amor, ¿qué vas a querer de Navidad? y él me respondía que la keratina de la Epa Colombia. Al siguiente año, me dijo que quería una depilación laser, pero yo hasta ahí sana. Un día me dijo que quería ver la marcha gay y le cuestioné que qué iba a hacer por allá y me dijo que iría ‘a apoyar a unos amigos lesbianos’, bueno vete, le dije”.

Se enteró que a su hijo le gustaban los hombres el día de la marcha Gay. “Me puse a ver las noticias, pero lo vi vestido de blanco, con la boca roja y azotando la bandera multicolor del orgullo gay. Ahí confirmé tengo un hijo gay”, sostuvo.

Entre risas, también, recordó que tiempo atrás, su hijo le preguntó que si podía invitar a un amigo a cenar a su casa, a lo que le dijo que sí, que no se preocupara y que de Polilla se encargaba ella.

“(...) Cuando se enteró que al amigo le gustaban los hombres, se tomó todo el aguardiente y pidió Varsol”, añadió. Reveló que ese día, Carlos, amigo de su hijo, durmió en la casa, pero que Polilla pasó intranquilo toda la noche, se paraba e iba a la cocina, tomaba agua y así sucesivamente.

Como Carlos era urólogo de profesión, le dijo al humorista lo siguiente: “Don Nelson, ¿está usted bien? No estará sufriendo de la próstata porque si quiere yo traje unos guantes de látex y y puedo hacerle el examen”, soltó la carcajada.

Finalmente, la gorda Fabiola aseguró que hoy en día, “Carlos es el urólogo de Polilla, a pesar de que mi hijo y no llegaron a nada”.