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CALI

El legado de las orquestas caleñas

En la década del 70 varios músicos de Cali, Barranquilla y Medellín inician una campaña parar ser más que consumidores , productores de salsa. Esta es su historia.

12 de enero de 2023 Por: Oscar Jaime Cardozo Estrada, Colección Planeta Salsa Casa-Museo
El legado de las orquestas caleñas. | Foto: El País

La llegada de Richie Ray y Bobby Cruz a la Caseta Panamericana, en diciembre de 1968, en el marco de la celebración de la XI feria de Cali, partió en dos la forma de apreciar y asimilar la música bailable. Cali se apropia de la salsa como su hija legitima y de irrefutable derecho. Ya no se quería la guaracha y el son de las orquestas antillanas, mucho menos el son paisa del que habla Andrés Caicedo en su obra Que Viva la Música. Lo que ahora se quería era bailar Jala Jala, Guaguancó y Boogaloo. Eran orquestas que llegaban para alegrar la XI feria de Cali. Junto a Richie y Bobby, en la Caseta Panamericana, estaban alternando Nelson y sus Estrellas que, aunque sonaba un poco a Salsa, le faltaba el sabor a Kétchup, de esa salsa de la que habló Richie Ray en el programa La Hora de la Salsa, conducido por el hombre de radio venezolano Phidias Danilo Escalona. Sonaba más tropical y qué decir del súper combo Los Tropicales y Los Graduados, que eran orquestas de corte netamente raspa, como le dicen los caleños al son paisa. Con ese gran movimiento sociomusical que se dio en Cali con la llegada de la salsa y ante la creciente demanda por parte de melómanos y bailadores, otras orquestas boricuas, cubanas, peruanas, venezolanas y panameñas, empezaron a buscar cómo ingresar al mercado caleño. Lea aquí: ¿Dónde ver las películas ganadoras de los Globos de Oro? Aquí, las recomendadas El Gran Combo de Puerto Rico, Federico y su Combo, Lucho Macedo y su Sonora, Alfredito Linares, La Duboney de Charlie Palmieri y La Perfecta de Eddie Palmieri son algunos de los nombres de orquestas que enfilaron sus baterías al mercado caleño. Estos músicos abrieron las puertas para que otros colegas suyos se unieran a la colonización de esta tierra fértil para la salsa. Celia Cruz, La Sonora Ponceña, Cheo Feliciano, La Dimensión Latina, The Lebrón Brothers, Oscar D’León, Willie Colón, Rubén Blades y la Fania All Stars, entre otros, empezaron a producir pensando en el mercado de melómanos, bailarines y bailadores caleños. También había otros agentes que aportaban a todo este proceso de la consolidación de la salsa como patrimonio caleño. Los marinos mercantes, tenían su negocio soterrado, trayendo los más recientes discos de larga duración, con lo mejor de las bandas de la gran manzana. Ellos eran como las abejas y los bailadores, melómanos y sitios de la rumba en Cali, eran como las flores que se dejaban polinizar con la salsa moderna que llegaba en los años 70 al puerto de Buenaventura. En la década del 70 varios músicos de Cali, Barranquilla y Medellín, inician la campaña de querer ser no solo consumidores sino también productores de salsa. Había que fabricarla poniendo por encima nuestra idiosincrasia musical y festiva. El guitarrista zurdo, nacido en Guapi, Cauca, Julián Angulo Ponce, a mediados de los años 60, crea a su orquesta Julián y su Combo, a quien en la década del 70 disfrutamos amenizando las noches en el Hotel Intercontinental Cali. De hecho, en 1976 propone el tema composición de Arturo Jorge Ospina, Las Caleñas son como las Flores, sin que alcanzara posicionamiento alguno, excepto ser la versión original del himno a la belleza de la mujer caleña. The Latin Brothers, con la voz de Piper Pimienta Díaz, la graba un año después, teniendo el éxito que todos conocemos. Aparece en la misma década la orquesta del bajista Julio Ernesto Estrada Rincón, Fruko y sus Tesos, incursionando en el mercado del disco con su álbum Tesura, de 1970, abonando el camino para allanar el gusto de melómanos y bailadores con la composición de Álvaro Velásquez, El Preso, en la voz del caleño Wilson Saoko Manyoma, del álbum Fruko El Grande, de 1975. En 1971 nace con el nombre de Sonora Juventud, para posteriormente llamarse Octava Dimensión, como entre risas dice su fundador Santiago Mejía, ya no éramos tan jóvenes y era ridículo llamarnos juventud. La Octava Dimensión alcanzó preponderancia, llegando incluso a alternar con la Fania All Stars y el conjunto Clásico en el mítico concierto realizado el 9 de agosto de 1980, en el coliseo del Pueblo. En la misma década del 70, Pedro Pete Vicentini crea en Barranquilla El Afrocombo, publicando en 1971, Pan Con Salsa, el primero de cinco álbumes de larga duración. Es 1979 y una agrupación nacida en Bogotá, pero recién afincada en Cali, lanza al mercado su trabajo discográfico Al Pasito, publicado por Daro Internacional. Se pega el tema Al Pasito y melómanos y bailadores asistimos entonces, al nacimiento de la salsa colombiana creada por Jairo Varela y Alexis Lozano, con una clara influencia del folclor Pacífico mezclado con la salsa que llegaba de Puerto Rico y Nueva York. Es un sabor pegajoso que invita a sacar pareja. Llega la década del 80, El Grupo Niche sigue produciendo y en Cali se da un movimiento sin precedentes en la creación de orquestas de música popular bailable, con un fenómeno especial, que todas, absolutamente todas las orquestas caleñas, publicaban un disco de larga duración y de ese disco se pegaban tres, cuatro y más canciones. Por eso, aunque gozamos de la fama que en Cali para su feria casi todos los éxitos han sido tropicales, las orquestas nuestras han demostrado que al caleño le encanta la salsa de aquí, la producida aquí, y eso lo demuestra el listado histórico de éxitos del certamen ferial. En 1976, el éxito de feria de Cali es Las Caleñas son como las Flores, The Latin Brothers con Piper Pimienta Díaz; en 1984 Cali Pachanguero, del Grupo Niche; en 1986, Juanita Aé, de La Misma Gente; en 1987 Mujeres, de la Orquesta Identidad; en 1991, Oiga, Mire, Vea, de Guayacán Orquesta; en 1992 Caleño, de Son de Azúcar; en 1996 La Canoa Ranchá, del Grupo Niche; en 2002 Que Borrachera, Orquesta Canela; en 2005 Cuando Hablan las Miradas, de Guayacán Orquesta; en 2008 Zafarrancho de Orquesta Enkanto; 2010 Vos me Debés, Son de Cali; en 2011 Salud, Javier Vásquez; en 2012 La Voz de Mamá, Matecaña Orquesta; en 2013 Así se Baila en Cali, de Willy García; en 2015 Cali Salsa Flow de Rodrigo Mayorga, en 2021 Cali es un Vacilón de La Fuga Orquesta y en 2022 Gracias Cali, La Fuga Orquesta. De 2015 se da un salto a 2021 y ese vacío que hay allí, se dio porque en 2015, Cali Salsa Flow fue el éxito de feria elegido por votación popular. Es un sabroso tema del cantautor caleño Rodrigo Mayorga Gamba, que muchos sin siquiera escucharlo, sólo porque el nombre llevaba la palabra Flow, lo relacionaron con reggaetón, lo rechazaron, ocasionando un enorme conflicto entre Corfecali, el cantautor y la comunidad. En atención a esta situación, la entidad rectora de la feria de Cali, decidió suspender el concurso oficial del éxito de feria de Cali. Otro tema que, sin ser éxito de feria, pasó a la historia como la canción que más ha sonado en una temporada de fin de año, es Sonando el Tambor de Clandeskina Orquesta, aspecto este que generó cualquier cantidad de críticas porque la comunidad de propios y visitantes rumbeaban Sonando El Tambor, pero ese año fue elegida la canción La Voz de Mamá, de la Orquesta Matecaña, como el éxito de la feria de 2012.

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