Frontera Verde: la magia salvaje del Amazonas llega a Netflix

‘Frontera Verde’ explora la Manigua, “la magia de la selva”, ese encanto salvaje que vulnera el corazón de los visitantes y los lleva a lo más profundo del corazón amazónico: una inmersión en un espacio selvático gobernado por las emanaciones mágico-religiosas de las culturas de sus habitantes. Así, se constituye un universo donde las tradiciones y los saberes no se diferencian de los sitios geográficos: la Selva comprende en sí a las personas y al conjunto de tradiciones que la habitan.

La miniserie, compuesta por ocho episodios de 40 minutos de duración, se estrenará este viernes en la plataforma digital. Fue íntegramente grabada en Leticia, Amazonas, donde se exploraron alrededor de 50 locaciones diferentes de la Amazonía de la triple frontera.

Este thriller sobrenatural, que ha sido también catalogado como “Amazon noir”, sigue los pasos de Helena, una joven detective de la capital, y Reynaldo, un policía indígena, quienes investigan una serie de muertes extrañas en la selva amazónica: un universo que guarda increíbles misterios en sus adentros.

Ciro Guerra –quien ha sido reconocido en los últimos años a nivel internacional por ‘El Abrazo de la Serpiente’ (2015), que lo llevó a ser nominado en los premios Óscar en la categoría de ‘Mejor película de habla no inglesa’, y Pájaros de Verano (2018), que ganó el premio Ariel a la ‘Mejor película iberoamericana’– codirige esta producción junto a Laura Mora y Jacques Toulemonde.

La cineasta fue galardonada por su película ‘Matar a Jesús’. Por su parte, Jacques Toulemonde ya había trabajado con el director cesarense en ‘Los Viajes del viento’, y en la escritura del guion de ‘Pájaros de Verano’, con el que se hizo merecedor del premio Naguib Mahfouz al ‘Mejor guion’.

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¿Qué dificultades resultan del cambio de formato y del trabajo cooperativo con dos directores más?

Ciro Guerra: Realmente, es una nueva posibilidad que se abre y es un nuevo lenguaje que se está configurando en este momento. Cuando nos ofrecieron la serie nos dieron total libertad creativa, con una total fe en lo que quisiéramos hacer. En ese sentido, se nos dio la posibilidad de navegar en una historia expansiva, que se multiplica a medida que avanza, que explora unos recovecos que no es posible hacer en la duración de un largometraje. Pero al mismo tiempo, requiere un trabajo más colaborativo. De alguna manera, todos estábamos experimentando y descubriendo esta nueva forma donde un director hace un primer planteamiento, pero luego el siguiente director, manteniendo una cierta continuidad, encuentra la manera de dar la vuelta y de imprimir su estilo. Es una manera diferente de trabajar, dinámica, que da la posibilidad de que la historia lleve al espectador por lugares muy diferentes de los que lo puede llevar un largometraje.

La miniserie explora la tensión que resulta del encuentro de dos cosmovisiones: la “razón” occidental se ve enfrentada a los saberes ancestrales de las comunidades; la justicia indígena se ve confrontada a la justicia occidental. ¿Qué retiran ustedes de este enfrentamiento?

Laura Mora: No me gustaría pensar que esos planteamientos son “concluyentes”. Al espectador se le da la oportunidad de entender que la posibilidad de la razón occidental es sólo una, y que existen muchas otras maneras de aproximarse a las lógicas y a la humanidad. Ojalá también al espectador le pase lo que le pasa a la protagonista, que es verse enfrentada a esos choques. Es lo que nos pasó también a nosotros al vernos enfrentados a la historia de la Selva misma: entender que hay cosas que no podemos explicar dentro de las lógicas o el razonamiento que quisiéramos hacer, sino que tenemos que abrir la mentalidad a esta Selva y a eso Otro que no se ve, para poder entender nuestros límites.

Jaques Toulemonde: Creo además que hay algo muy interesante en las aproximaciones entre el conocimiento indígena ancestral, y conclusiones a las que ha llegado la física cuántica: por ejemplo, algunas tesis de Einstein son completamente normales para estas comunidades, y ellos llegan a ellas por medios distintos. Podemos ver la misma realidad, pero esta tiene muchas aristas: debemos explorarlas.

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En una entrevista, Ciro Guerra dijo alguna vez que “somos hijos de los choques culturales” (como el colonialismo, o las migraciones). Estos choques brindan al artista el material para construir una identidad nacional. ¿qué lugar busca ocupar esta serie en nuestro proceso de construcción identitaria?

C.G. Creo que no es una responsabilidad que podamos asumir como creadores. La construcción identitaria es algo muy complejo, que se construye en largos periodos de tiempo. Lo que nosotros podemos hacer es darle herramientas al espectador para que conozca el territorio en el que habita, para que conozca la diversidad que lo rodea, y que ojalá le genere curiosidad. Nosotros queremos activar la curiosidad del espectador, en un mundo en el que la curiosidad no es bien vista, porque es enemiga del conformismo.

¿Cómo fue el trabajo con las comunidades indígenas?

J.T. Intentamos acercarnos a ellos con respeto. En realidad, ellos están dispuestos a compartir, porque tienen cosas que contarnos, de la misma manera que nosotros también teníamos cosas por aportarles con este ejercicio de rodaje, que les permitía contar otra historia. Intentamos llegarles de igual a igual, aunque creo que nosotros tenemos más por aprender de ellos.

¿Esta serie asume una posición frente a los conflictos medioambientales y sociales que sufre el Amazonas actualmente?

L. M. Yo sí creo que hay un trasfondo ambientalista que quizás no es obvio, pero la historia se ve afectada profundamente por el hábitat en el cual se desarrolla. Ese lugar es de alguna manera el corazón del mundo.

A mí, como ser humano, me despertó una conciencia sobre el lugar de donde venimos, pero también de la importancia que hay en saber que está ahí, que hay que cuidarlo y que el equilibrio de nosotros depende de él. Creo que la serie es muy pertinente, en este mundo que se está hundiendo.

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La compañía americana financiará un proyecto de capacitación audiovisual en la Amazonía colombiana. Francisco Ramos, vicepresidente de contenidos originales para Latinoamérica y España, dio un anuncio durante la premiere de ‘Frontera Verde’ en Bogotá, en el cual dio a conocer que se realizará una importante inversión en el Amazonas, como gesto de agradecimiento con la comunidad de la región.

Se trata de un patrocinio al Festival de Cine Ficamazonía, otorgándole los fondos necesarios para la creación del ‘Taller Audiovisual Frontera Verde’, que brindará a sus participantes los conocimientos esenciales para la realización de series y películas.

Durante 10 semanas, 30 jovenes de la Amazonía colombiana serán capacitados en principios técnicos, conceptuales y estéticos de la narrativa audiovisual, y también podrán realizar 2 cortometrajes originales. Ramos afirmó que esta iniciativa tendrá “un impacto muy potente en la industria audiovisual latinoamericana, y sobre todo en la construcción de relatos auténticos”.