Invertir en licor, la gran apuesta de las celebridades

Hay algo para prestar atención sobre lo que están haciendo los famosos, y no es su dieta, ni su rutina de ejercicios, tampoco su último romance. Hay que prestar atención en dónde ponen su dinero.

Hay una tendencia que toma fuerza en Hollywood, y es invertir en empresas o proyectos que se alejan de la actividad primaria. Ashton Kutcher, por ejemplo, es uno de los inversionistas más activos de Hollywood en Silicon Valley, entre sus inversiones se encuentran plataformas como Spotify, Uber, Pinterest, Shazam, SoundCloud y Airbnb.

Otros, han apostado por el licor.

Uno de los casos más exitosos es el del actor canadiense Ryan Reynolds quien creó una marca de ginebra, Aviation American Gin, que vendió al gigante de las bebidas Diageo en 2020 por US$610 millones.

Y es que en los últimos años, el intérprete ha tenido una buena racha en los negocios. Hace poco recibió más de US$300 millones después de que la empresa de telecomunicaciones estadounidense T-Mobile ofreciera comprar una red de telefonía en la que tiene una participación del 25%. Además, el esposo de Blake Lively tiene acciones en el equipo de fútbol galés Wrexham AFC.

En 2016 la actriz mexicana fue una de las primeras en aventurarse en el mercado del licor y sacó al mercado un tequila llamado Honor, en alianza con una de las destilerías más conocidas de Jalisco. Este licor actualmente se puede conseguir en promedio a $530.000.

Pero unos años, antes, George Clooney y dos amigos fundaron por accidente una de las marcas de tequila con más rápido crecimiento en el mundo en 2013. Esa empresa es Casamigos, que vendió a Diageo por 1,000 millones de dólares en junio de 2017, una venta que hizo Clooney el actor mejor pagado de 2018, a pesar de no aparecer en ninguna película. Una botella de Casamigos puede costar hasta $500.000.

Aunque el clan Kardashian es famoso por sus millonarios emprendimientos, además de sus escándalos, una de las hijas menores, Kendall Jenner, a quien es normal verla en las más importantes pasarelas del mundo, tres años sacó al mercado una línea de tequila llamada Dink 818.

A pesar del impulso inicial, la marca ha presentado problemas al ser bastante parecida a la marca de tequila 512, pero al parecer la modelo ya llegó a un acuerdo. Actualmente, el precio de la botella de este tequila cuesta en promedio $272.000.

En 2017 los músicos Adam Levine y Sammy Hagar, se unieron para crear Santo Mezquita, una fusión entre tequila y mezcal que puede conseguirse en el mercado a $260.000 en promedio.

“La fusión del tequila con el toque del sabor ahumado y dulce que solo se puede encontrar en el mezcal la hace una bebida completa”, comentó Levine en la presentación de esta bebida, que se obtiene del agave azul y el agave espadín, que se utilizan para la obtención de tequila y agave, respectivamente.

Por otro lado, $145.000 podría costar el ginebra Indoggo Gin, marca del rapero Snoop Dogg, inspirado en la canción ‘Gin and Juice’, mientras que el whisky escocés de David Beckham, llamado Haig Club, cuesta, en promedio, $100.000.

El youtuber Luisito Comunica lazó en 2021 su marca de tequila sabor a tamarindo llamada Gran Malo, elaborado en los Altos de Jalisco, que cuesta $250.000. El mezcal Casamigos, elaborado en Santiago Matatlán, Oaxaca, México, es artesanal y se elabora con 100 % agave espadín.

El caso J.Lo

Una de las últimas estrellas en sumarse a la tendencia es Jennifer Lopez, quien además de cantar, actuar y producir, tiene marca de belleza, salud y ropa y a principios de año anunció el lanzamiento de una bebida muy popular en Italia.

DeLola es el nombre elegido para su línea de spritz listos para ser servidos. La peculiaridad de este licor, creado con productos naturales como moras, hibisco, uvas, naranjas o fruta de la pasión, con una base alcohólica de vodka, tequila o amaro, es que cuenta con apenas 110 calorías por copa y la misma cantidad de alcohol que un vaso de vino.

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La artista contó que este producto nace de un viaje por Italia, donde la generosidad y gentileza de la cultura y habitantes italianos se tradujo en estos tres sabores. Con los años asegura haberse dado cuenta de lo importante que es disfrutar de la vida y que por ello creó estas bebidas para disfrutar con su familia y amigos.

Sin embargo, el escándalo del asunto está en que Jennifer se casó el año pasado con el también actor Ben Affleck, quien ha hablado abiertamente de su lucha con el alcoholismo, problema que afectó profundamente su primer matrimonio con Jennifer Garner.

Muchos sus seguidores en redes sociales la criticaron y tildaron de hipócrita por invertir en un producto que afecta la salud de tantas personas, incluida la de su marido.