La boda de Mauro Urquijo terminó con robo: el dinero de la lluvia de sobres no apareció

No terminan los comentarios sobre la boda de Mauro Urquijo y la modelo tras, María Gabriela Isler, ahora por cuenta de un robo del que al parecer fue víctima la pajera de recién casados.

Isler aseguró durante una entrevista concedida a un medio digital que el dinero de la lluvia de sobres no apareció, por lo que la pareja no pudo cancelar el excedente de $3'500.000 que tenía con los organizadores del evento.

"Le dije a mi esposo que con lo que recogíamos de los sobres cancelábamos. Son más de 70 invitados y las personas que fueron son muy cercanos... estaba segura de que por lo menos unos 50 sobres debían tener de 100 mil y 200 mil pesos, eso daba como $5 millones y fue precisamente allí que nos dimos cuenta: los sobres no estaban. Solo había uno con $50 mil, de 70 invitados", explicó la modelo.

La boda se celebró el pasado fin de semana con una íntima recepción en un hotel en Santa Marta, ciudad donde la pareja se radicará ahora.

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Al lugar asistieron familiares y allegados de los esposos. La celebración habría finalizado cerca de las 4:00 a.m. del domingo, hora en la que se había acordado el pago.

Al parecer, las explicaciones de María Gabriela no cayeron bien entre los administradores. Fue así como la que sería una noche mágica terminó con la presencia de policías que llegaron al establecimiento por su solicitud y con el propósito de resolver el asunto del pago.

La modelo aseguró durante la entrevista que no se negó a pagar, sino que buscó un nuevo acuerdo para la cancelación del excedente, dadas las circunstancias.

Señaló también que los directivos del hotel estaban exigiendo el pago de unos cubiertos, supuestamente extraviados durante la boda, así como de productos del minibar que habrían consumido los invitados a nombre de la pareja.

Urquijo, que en el pasado tuvo serios problemas de salud, tuvo que retirarse del lugar porque todo el incidente terminó afectándolo y fue su esposa quien logró un acuerdo con los administradores que aceptaron una letra en blanco y fijaron una nueva fecha para el pago.