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SÁBADOS FELICES

La mala experiencia que le dio vida a La Bruja Dioselina, el personaje de Gustavo Villanueva

El comediante palmirano Gustavo Villanueva, quien le dio vida a su personaje de La Bruja Dioselina, habla sobre cómo ha sido reinventarse como humorista en medio de la pandemia.

29 de marzo de 2021 Por: Sara Valentina Rosero Gómez, del Semillero de Periodismo UAO- El País
Gustavo Villanueva ha interpretado personajes comoTriky Trake, Albareto, la Paty, el Político, la vieja Lupe y su mayor éxito, la Bruja Dioselina. | Foto: Especial para El País

Uno de los mejores artistas del humor en Colombia, Gustavo Villanueva, de 47 años, conocido por interpretar personajes como Triky Trake, Albareto, la Paty, el Político, la vieja Lupe y su mayor éxito, la Bruja Dioselina, es, en el fondo de todos esos roles, una persona positiva, noble, casera y agradecida con Dios y con la vida.

A pesar de vivir una infancia difícil, no dejó que los obstáculos lo derrumbaran y logró convertirse en empresario de bienes raíces, futbolista, actor y principalmente, libretista y humorista del Canal Caracol.

Por la pandemia se reúne con sus compañeros humoristas por videollamada y en ocasiones presencialmente. Los días de grabación es cuando aprovechan para reiniciar la locura y hacer los sketches que se les ocurren.

En medio de un descanso de su trajín laboral, el palmirano Gustavo Villanueva, atendió vía telefónica a El País:

¿En esta época de pandemia, cómo ha reinventado su trabajo como humorista?

Para mí ha sido algo muy interesante. Inicialmente el programa (Sábados Felices) se frenó en seco, nos mandaron a todos para la casa y empezamos a funcionar, a buscar alternativas y yo creo que la reinvención ha sido maravillosa, porque estuvimos y estamos haciendo el programa de una forma artesanal, con celulares, con cámaras sencillitas, con las lucecitas y hemos logrado hacer unos efectos que no se lograban ni allá, con toda la infraestructura de la televisión.

Y por lo regular, cuando somos artistas, queremos hacer lo que se nos da la gana, lo que nosotros queremos y esta ha sido una gran oportunidad para hacerlo. Es un poco más dispendioso porque requiere más tiempo y dedicación, pero se disfruta más, no se hace tan a la carrera. Para mí fue algo mágico y ha sido una etapa de mucha oportunidad para aprender, además, de trabajar en familia.

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¿Cómo surgen los shows virtuales en medio de la pandemia?

Con estos shows nos propusimos mostrar la otra parte del humorista, porque la gente siempre ve la parte que los hace reír, pero no ve lo que está detrás de... Entonces quisimos compartir ese fragmento para que la gente se motivara y se diera cuenta de que todos hemos tenido dificultades.

Porque actualmente es obvio que toda la gente está atravesando una dificultad y queríamos que se rieran por un momento, pero que les quedara algo ahí.

Además, los hicimos en fresco, ahí presentes, nos gozamos los shows, interrumpimos y fue algo muy espontáneo, creo que es un formato que por primera vez se hacía y todo el mundo dio el visto bueno.

¿Cómo inicio en el mundo de la comedia?

Desde niño siempre tuve esa inclinación. Tuve pasajes bastante difíciles en la vida y eso me sirvió. Utilicé todo el dolor y toda la tragedia para luego transformarla en humor porque, paradójicamente, la base del humor está en el dolor y lo negativo. Entonces, un día tomé la decisión de dejar de llorar, de lamentarme y empecé a reírme de todo aquello, pero no solo eso, sino de darle al mundo lo que yo tanto anhelaba, felicidad. Fue cuando empecé a crear el proyecto de algún día ser un gran comediante y lo logré.

¿Existió en la vida real la Bruja Dioselina?

Mi infancia fue bastante difícil. Estuvimos en una casa de inquilinato, mi mamá se ausentaba por temporadas porque ella era cantante y ahí había una señora que era bruja, se llamaba Dioselina, nos hizo muchas maldades, nos propinaba golpes, maltrato psicológico y eso me traumatizó bastante.

Creo que ya toda Colombia sabe que yo he manejado un reto que me puso la vida que es el TAB (Trastorno Afectivo Bipolar). Entonces, en algún momento muy triste de mi vida, en el que ya había tomado la decisión de ser un comediante, dije: ¿por qué no viajamos al banco de recuerdos y escogemos qué fue lo más trágico? Y como todo fracaso trae la semilla del éxito, pensé en hacer un personaje como este, tan folclórico. Yo creo que de alguna u otra forma, así sea por curiosidad, todos hemos estado involucrados en este mundo del ocultismo, así sea con un agüerito.

¿Qué ha aprendido de la Bruja Dioselina?

Para mí Dioselina es un personaje que me muestra a todos esos villanos, todos esos personajes difíciles que encontramos en nuestras vidas que nos la complican, el envidioso de la empresa, el que quiere humillarte, el que quiere menospreciarte, el que por una u otra forma Dios te puso ahí para algo, eso me muestra ella.

Ahora yo soy una persona grande, pero en ese entonces era un niño indefenso que pudo voltear ese karma y convertirlo en algo positivo.

Yo miro a otras personas que se asemejan a la bruja Dioselina y pienso, si esta persona no me la hubiera encontrado en mi trabajo, por ejemplo, cuando recién llegué, que quería humillarme, me decía “usted es nuevo, la silla es para los antiguos”, “¡párese de ahí!”, no me la puso fácil, no hizo que cayera en una zona de confort, hizo que me esforzara más por ser un buen profesional.

Para mí la Bruja Dioselina fue una maestra que vino disfrazada de villana, pero me hizo un enorme favor, adquirí no solo un personaje, sino mucha disciplina, mucha resiliencia para salir adelante.

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¿Cómo es su relación con sus hijos?

Son fundamentales porque en la casa tenemos el hábito de ‘mamarnos gallo’. Sabemos que cada uno tiene su proyecto de vida, pero disfrutamos oxigenarlo con humor constantemente. Por ejemplo, si voy a coger algo de la mesa puede surgir un apunte, un chiste y lo gozamos todos.

¿De qué manera participan sus hijos en su carrera de humorista?

Mi hija Lina es la que maneja todo. Yo tengo que descargarme en ella para poder dedicarme a la parte creativa y, sobre todo, a la creación de personajes, porque hago muchos en la televisión y en el teatro, entonces como también tenemos algunos negocios, ella se encarga de eso y como es actriz manejamos el mismo lenguaje. Amo mucho a mis hijos, pero con ella tenemos una conectividad laboral y actoral.

El ‘cascarrabias’ es Gustavito, “el director”. Para mí él ha sido una ayuda fundamental en esto y es una bendición que él estudie cine.

En enero de 2019 decidió retirarse de la pantalla. ¿Qué le hizo volver?

Yo llevaba 20 años dedicado al programa, donde había quemado muchas etapas. Cuando llegué a ‘Sábados felices’ manejaban unos paradigmas muy artesanales, improvisando, y eso es bonito porque la creatividad está, entonces llegué a darle forma a algunas cosas, pues yo fuera del teatro también había estudiado dramaturgia y empezamos a implementar unas estructuras y a mutar, porque cada cinco años cambiaban las cosas. Ahora cada año todo es muy diferente, entonces empecé a trabajar fuertemente, yo estaba muy enamorado del programa, pero llegó un momento en que ya había perdido el entusiasmo y necesitaba darme un tiempo.

Aunque solo me retiré de la parte actoral, pues yo seguía vinculado como libretista, porque yo amo demasiado al programa y me preocupo mucho por la formación de nuestros nuevos comediantes. Le boto mucha corriente a la vaina, me comunico con ellos, les colaboro en lo que más puedo, aprendo bastante, me gusta ver a través de los ojos de la juventud porque nos permite proyectarnos hacia un mejor futuro.

Así que cuando me retiré, abrí mis alas, me fui a viajar por el mundo, empecé a hacer mis giras, a realizar otro tipo de proyectos que quería hacer, pero miré hacia abajo y no encontraba el hábitat donde yo era feliz, donde encontraba armonía con lo que hago. Por fortuna, la relación siempre ha sido muy buena con Caracol, hablamos y volvimos de una. Además, le doy gracias a Dios que me dio la oportunidad de estar ahora en este momento defendiendo al programa y en pandemia nos fue muy bien desde casa.

Entre ser libretista y humorista en televisión, ¿cuál rol prefiere?

Yo tengo claro que en todo lo que realizo soy un canal, pero todo lo hace Dios. Dios se expresa a través de mí y me ha dado la oportunidad de hacer muchas cosas al tiempo.

Pero la verdad no sabría qué escoger, soy una persona que se ha capacitado, cursé toda la carrera de artes escénicas, pero manejo la parte creativa en desorden, en el caos, cojo la hoja en blanco y pongo problemas para solucionar.

Colombia es un país con problemas sociopolíticos demasiado grandes, entonces nos da mucha posibilidad para crear, para convertir todo eso en humor.

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