Martha Isabel Bolaños compartió importante ‘secreto espiritual’ para ser feliz

Martha Isabel Bolaños es una reconocida actriz colombiana que logró alcanzar un mayor reconocimiento en el mundo del entretenimiento después de interpretar el papel de la pupuchurra en la famosa novela Yo Soy Betty, la fea, que se convirtió en uno de los grandes éxitos de la televisión nacional.

Bolaños, durante su carrera ha demostrado tener una gran fortaleza espiritual, la cual ha sido una ficha clave para superar situaciones difíciles en su vida. De hecho, tras su participación en el reality show ‘La Casa de los Famosos’, la reconocida actriz anotó que vivió momentos muy intensos y decidió enfocar sus energías y sanar algunas experiencias.

En ese sentido, la actriz se ha enfocado en su crecimiento personal y espiritual durante los últimos meses. Hace poco, compartió con sus seguidores el importante ‘secreto espiritual’ para ser feliz, todo radicaría en la sanación emocional.

Bolaños inició a través de sus redes sociales una serie de publicaciones, donde suele compartir mensajes reflexivos sobre la espiritualidad.

Martha Isabel Bolaños compartió importante consejo a sus seguidores sobre la sanación emocional

“Sanar no implica que dejemos de recordar, ni que hagamos de cuenta que nada pasó. Al contrario, se trata de ser conscientes y aceptar la parte que nos corresponde en nuestro propio camino”, afirmó la caleña de 50 años que abordó el tema de sanación emocional.

Bajo esa premisa, Bolaños resaltó que la aceptación, la autocompasión y el diálogo en espacios seguros han sido fundamentales en su proceso personal.

“Sanar implica aceptar nuestra parte, nuestro error, enmendar y darle un nuevo significado a eso que en algún momento nos generó dolor”, detalló.

Durante su discurso, la actriz enfatizó que la sanación es un proceso individual y que requiere de tiempo y esfuerzo. “Sanar es un viaje, no un destino”, escribió en su publicación.

Por último, recalcó que es importante abrazar cada cicatriz de la experiencia dolorosa que se vivió, pues sería un paso definitivo para renacer en medio del dolor.