BAILARÍN CALEÑO
Murió Edwin Quintero, bailarín caleño, considerado como el príncipe del Jazz Dance
El deceso se dio en Cali, alrededor de las 9:00 a.m., debido a una situación complicada de la salud, de la que su familia prefiere no entrar en detalles.
El mundo del arte y la danza en Cali, están de luto, pues este jueves, 1 de diciembre, murió a los 45 años, Edwin A. Quintero, un reconocido bailarín de la ciudad que se destacó por su talento, trabajo y labor social.
El deceso se dio en Cali, alrededor de las 9:00 a.m., debido a una situación complicada de la salud, de la que su familia prefiere no entrar en detalles.
Así entonces, familiares y amigos lamentan esta partida, del denominado 'Príncipe del Jazz Dance' un sobrenombre otorgado por el Plan Nacional de Danza y que se ganó gracias a su talento, respeto y amor por este arte.
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Quintero, quien era egresado de Incolballet, a lo largo de sus años viajó por diferentes países del mundo, representando a Colombia a través de la danza. Además, fue jurado de múltiples eventos de danza nacionales, así como también del Reinado Nacional de la Belleza de Cartagena.
'El maestro', como lo recuerdan sus amistades, también trabajó en distintas escuelas de danza reconocidas de la ciudad de Cali como bedanza, Sanfordance, entre otras.
"Edwin aportó técnica a decenas de bailarines de salsa de la ciudad de Cali, escuelas como Combinación rumbera, Tropical Swing, Corporacion Baiyalo y demás, fueron testigos de esta gran persona, que ya se despidió del mundo físico. Él sin duda llevó al talento de artistas en formación de barrios vulnerables a otro nivel de desempeño", señala Martha Isabel Córdoba, mejor amiga y alumna de Quintero.
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El también considerado como 'un poeta del movimiento' además se destacó por su espíritu solidario, pues en el Pacífico colombiano, enseñó lo mejor de sí a niños de Ladrilleros, quiénes, a través de la Fundación Mi Cuerpo es mi Historia, se acercaron a Edwin para absorber un poco de su conocimiento.
"Edwin soñaba con ver cada vez más artistas afrocolombianos formados profesionalmente, obteniendo oportunidades y una vida digna. Él deseaba que sus estudiantes encontraran en la danza dignidad y excelencia." Agrega Córdoba, quien en medio del dolor, recuerda a este hombre como una persona auténtica e incondicional.
"Con un humor fino, de carácter firme, dispuesto a servir y con un gran amor para con su madre, es como el gremio del baile en Santiago de Cali recuerda a este ícono de la danza en Cali. Un gran maestro ha partido. Fuerza para sus familiares", señalaron sus cercanos.
En los caminos de la danza nos cruzamos nos solo para crear y estar en escena también nos encontramos para comprender nuestra naturaleza humana para saber que en la tensión, la flexibilidad y el sonrisa está quizá gran parte el éxito de la vida danzada.
Edwin tenia una sonrisa que abría puertas y una mirada
de abuelo sabio, también era temperamental y confrontador auténtico y caprichosamente versatila y, por eso sembró y cosechó en vida los frutos de muchos estudiantes amantes de la danza.
En Cali, Valle, vivió un ser agitador y muy talentoso, un ser que nos deleitaba en cada frase de movimiento porque fue más que poeta de la danza el Principe del jazz dance.
Palabras del Plan Nacional de Danza.
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