Nieves y las aves de Consuelo Lago llegan al Patio del Museo

Todas las mañanas, a diario, llegan de la montaña al balcón de Consuelo Lago seis azulejos. Desayuna con ellos. Atraídos por los árboles de la ribera del río Cali, y por los bananos que ella les sirve, aterrizan también los pájaros carpinteros.

“Tienen unos colores amarillosos con pinticas cafés, con la cabecita colorada, los machos. Y rosada, las hembras. Los machos casi siempre tienen más colores que las hembras. Esto no ocurre con los humanos, los hombres se creen más bonitos pero no lo son”, dice la autora de Nieves, la caricatura que publica diariamente en El País desde hace 51 años y quien se ha dedicado a plasmar a sus visitantes aladas en el papel.

“Hay épocas en que a Nieves le da por mirarlos, observarlos y dibujarlos”, confiesa. Pero como sus huéspedes pasajeras no posan, ni se quedan quietas, Consuelo las graba en su retina y en su memoria, y las repasa en imágenes que tiene en libros que le han regalado de “maravillosos fotógrafos colombianos que las han capturado a través de su lente”.

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El próximo viernes en la noche, del balcón de Lago emigrarán las aves a El Patio del Museo de La Tertulia, a través de 20 dibujos, casi todos de un octavo de página, algunos verticales y otros horizontales, que durante mes y medio permanecerán allí para deleite del público. También estará Nieves, vestida de hojas, con su look más ecológico y la misión de “proteger el hábitat de muchas especies”.

Confiesa Consuelo que las aves la tienen fascinada. “Me muero de la envidia, porque los humanos estamos un poco presos en este mundo con los muros, con las fronteras, con los brexits, con las peleas entre unos países y otros, con la falta de libertad. Ellas no tienen ese problema”.

Lago no concibe ver a las aves en jaulas. “Con semejantes maravillas de árboles que tenemos en Cali, en la carretera al mar, no hay derecho a que las encerremos”, dice ella, quien las prefiere libres, como las 561 especies que viven en la ciudad, entre el nacimiento del parque natural Los Farallones y su límite en el río Cauca, cifra que la convierte en la urbe con mayor diversidad de especies en el país —en Colombia hay 1930 especies de aves, siendo el país con mayor diversidad de estas en el mundo—. A la sucursal del cielo la habitan especies como el bichofué, el pechirrojo, la pigua, el gavilán caminero, el carpintero real, la tangara multicolor, los toritos cabecirrojos, o la guacamaya cariseca, que engalana con su verde plumaje las riberas del río Cali, entre las 5:00 y las 6:00 de la tarde, o el carpintero habado, que llegó hace diez años para quedarse.

Más allá de la fauna aviar, Consuelo se extasió con el trópico. “En Cali no cae nieve, pero caen flores”, dice, mientras muestra un dibujo de Nieves bajo un guayacán, que también estará exhibida en el Patio de La Tertulia. “Los árboles de la ciudad, hay que cuidarlos. Hay que sembrar más”. Lago admite que mientras vivió en Bogotá pintaba más la lluvia, la gente en la calle con sombrillas. “Acá en Cali siento unos deseos enormes de pintar el trópico, me gusta plasmar los maravillosos árboles que tenemos, albergues de una gran fauna”.

Para esta artista caleña es admirable la pasión que se está despertando entre los jóvenes por el avistamiento de aves. “El Valle del Cauca es uno de los sitios que más especies tiene. A la región y a la ciudad vienen, una o dos veces al año, visitantes y pajareros provenientes de muchas partes del mundo, para avistar aves y nos han contagiado con su entusiasmo”.

También hace un llamado a cuidar más el río Cali. “Todas las ciudades importantes del mundo se sienten orgullosas de sus ríos. Aquí hay personas que están embelleciendo la ribera del río, pero los dueños de los automóviles piensan que es más importante tener calles para los carros”.

Respecto a sus proyectos, afirma que quiere retomar su trabajo ‘Nieves, al estilo de los grandes pintores’. “La que empecé en el Museo Rayo y que continué después en Medellín, Bogotá y Cali, grandes pintores hay miles y cada vez más”, asegura.

También confiesa que hay varias propuestas y coqueteos de hacerle estatuas y esculturas a Nieves.

“Me encantaría que algún día se pudiera hacer eso, pero también pienso que aquí la gente es poco culta con el arte público, no lo respetan. Me parece muy difícil defender a Nieves de la gente maleducada. Cuando Cali sea más educada, tal vez habrá una escultura de Nieves y me gustaría que quedara al lado del río”, enfatiza.

Otro de sus sueños es hallar un cuadro que pintó en la ciudad de un niño de apellido Zúñiga, cuando él tenía 3 o 4 años, “el papá me lo llevó a mi casa, yo lo miré y lo pinté en medio de un monte verde, y el señor se llevó el cuadro. Ese niño hoy tendría 50 años. Nunca más volví a ver esa pintura. Yo pienso que ese cuadro debe estar en la ciudad y me llama mucho la atención encontrarlo, porque he hallado muchos que he pintado en casas de amigos, pero ese en particular, me genera mucha curiosidad encontrarlo”.

En la exposición del Patio del Museo La Tertulia Nieves usará su traje más ecológico para acompañar a las aves que Consuelo Lago ha plasmado en unos 20 dibujos. Estará también la creación de Nieves al estilo de Henri Matisse.

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