¿Por qué las divas del cine erótico del pasado aún fascinan al público?
La muerte de Sylvia Kristel, la actriz de Emmanuelle, revivió el cine erótico de los años 70 y 80, y sus estrellas todavía deseadas. Pieles de celuloide.
21 de oct de 2012, 12:00 a. m.
Actualizado el 22 de abr de 2023, 12:18 a. m.
La muerte de Sylvia Kristel, la actriz de Emmanuelle, revivió el cine erótico de los años 70 y 80, y sus estrellas todavía deseadas. Pieles de celuloide.
Es tan fácil y, a la vez, tan difícil entender ahora la fascinación que siguen ejerciendo mujeres hoy ya mayores, que protagonizaron filmes eróticos hace 30 y 40 años. Fácil, por la calidad de las películas y la belleza de las actrices. Difícil, porque en esta época tan explícita, que muestra y deja abierto, no se entiende qué gracia tenía amagar con mostrar o mostrar lo suficiente y volver a esconder.Esa es la gracia: insinuar más que decir; vislumbrar y desatar la imaginación, como hacían las películas eróticas de los 70 y 80, que con sus protagonistas fueron signo de su tiempo: un mundo en transición que se destapaba paulatinamente, conservando el recato y cuidándose de no caer en la pornografía.Porque la mayor parte de los títulos publicados en ese entonces son obras de arte que danzan entre lo velado y lo pícaro. La mejor muestra es Emmanuelle (1974), filme francés protagonizado por la holandesa Sylvia Kristel, muerta el pasado jueves en Amsterdam. Las historias de la cinta y de la actriz simbolizan el género y las colegas, llámense Úrsula Andress, Laura Antonelli, María Schneider, etc, a muchas de las cuales el mito erótico las devoró como actrices y mujeres.El director francés de Emmanuelle, Just Jaeckin, contó que ninguna actriz francesa quería protagonizar el filme. Un día vio pasar a la joven modelo Kristel y pensó que era la ideal, pero a Sylvia le preocupaba. Fue su compañero sentimental de entonces, el autor belga Hugo Claus, quien la convenció de actuar: De todos modos, la censura nunca la aprobará, así que no avergonzarás a tu mamá.Pero la censura la aprobó, 350 millones de personas la vieron y batió marcas de taquilla donde fue exhibida. En París se mantuvo diez años ininterrumpidos en cartel, y aún es considerada como uno de los filmes puntales del cine erótico moderno y cinta de culto para toda una generación, con la cual se rompió el tabú del sexo en el cine.En abril de 2011, la actriz reconoció que todavía recogía los frutos de la fama lograda con Emmanuelle , y se preguntaba si el interés despertado por esa película alguna vez iba a parar. Añadió que nunca se arrepintió de hacerla, pero le sorprendía cómo cambiaba la percepción de la gente sobre ella: La gente no asume que John Wayne les dispara a las personas y monta a caballo los fines de semana, pero sí creen que soy una ninfómana.