‘Rancho Aparte’ presentó su nuevo álbum de estudio

La agrupación colombiana ‘Rancho Aparte’ presentó su nuevo álbum en el marco del XXVII Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, donde participaron como uno de los invitados especiales.

‘Rancho Aparte’ llegó al festival para presentar su álbum de estudio Re-Evolución. A ritmo de la tambora, el clarinete, el bombardino y el redoblante, la banda del Chocó mezcla los sonidos de la chirimía con letras poéticas que retratan tanto la alegría, como la realidad social del Pacífico colombiano.

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“Y la gente cantaba y la gente decía: ‘Ay dame un poquito de viche”, dice Bundemente, una de las nueve canciones que conforman este nuevo álbum, que da cuenta de sus 18 años de la trayectoria, donde sus integrantes Dino Manuelle, Dyam Palacios Villafañe, Emer Dávila Mosquera, Andrés Romaña, Arnold Parra Beam, Jhon Wainer Córdoba, Andrés Felipe Colorado y Yeison Andres Moreno siempre ponen a saltar y bailar no solo a Colombia, sino a Francia, Alemania, Bélgica, Polonia, Suecia, Japón, entre otros países, convirtiéndose así en referentes del género a nivel mundial.

La agrupación grabó este nuevo álbum en Medellín, Quibdó, Bogotá y Cali. En este trabajo cuentan con la participación de varios invitados especiales, como la maestra Nidia Góngora en la canción ‘Quiero volver’, así como la de Duvan Moncada Mesa en el trombón de ‘Panocré'; Johan Sebastián Pérez Correa en el saxofón de ‘Añoranzas’; Esteban Copete en la marimba de chonta en ‘La Receta’; Liceth González con su voz en ‘El Intenso; Juan Carlos Torres en los coros de ‘La Rancho Parranda’; Juan Pablo Acosta en el contrabajo de Celeste y Frank Echeverry en el bombardino de ‘Verbena’, entre otros destacados músicos nacionales.

El viaje musical que propone Rancho Aparte con su álbum Re-Evolución busca trascender fronteras geográficas y culturales. En el Petronio, compartieron escenario con Gangbé Brass Band, del oeste de África y Hot 8 Brass Band, de Estados Unidos.

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La agrupación, que anteriormente ha participado en el Petronio Álvarez (2007), Festival Centro (2014), el Festival Iberoamericano de Teatro (2016), el Detonante (2015 y 2016) y el Estéreo Picnic (2015), suena a chirimía, el bunde, los abozaos, el rebulú, las polkas, las contradanzas y cantos tradicionales del Pacífico, que ponen a bailar a propios y extraños.

Con su sonido renovaron la chirimía, le dieron un estilo fresco y lo hicieron con letras y composiciones que narran el día a día de sus coterráneos, y problemas como el desplazamiento o la minería ilegal. Así se acercaron a más público.

Su trabajo va más allá de los escenarios. Desde hace varios años dan clases a muchachos de los barrios populares de Quibdó y de algunos de los municipios más apartados del Chocó. Les enseñan a usar los instrumentos de la chirimía, los ponen a tocar y les muestran que la música (y no cualquier música, sino la que hace parte del folclore de su región) es un camino de vida. La idea es apartarlos de la violencia, que todos los días amenaza con tocar sus puertas. Por eso su lema es “vení a tocar en vez de estar peleando”.

Esa labor social empezó en el 2013, casi al azar, cuando algunos pandilleros se acercaron con curiosidad a ver lo que ellos hacían. Al inicio no pasaban de 10, pero poco a poco fueron reuniendo un grupo más grande. Fue un éxito: no solo les enseñaron sobre sus raíces musicales, sino que ocuparon su tiempo libre en la cultura. Por eso siguieron adelante y lo institucionalizaron.