Razones para entender por qué no hay ex insuperables

Cada ruptura amorosa, por muy dolorosa que parezca, aunque siempre trae consigo un poco de nostalgia y desazón, deja la sabiduría del crecer como individuos.

Sin embargo, hay quienes antes de ese atisbo de luz y aceptación, luchan con el fantasma eterno de un mal amor, ex parejas que parecen insuperables, lazos invisibles que fungen como grilletes y barrotes sentimentales que se niegan a dejar ir lo que un día fue y hoy ya no.

Por eso, cada vez es más común encontrar personas tratando de soltar su apego, sin tener idea siquiera por dónde comenzar.

Ezequiel López Peralta, sexólogo, terapeuta de pareja y escritor, explica que si bien es un tema complejo, hay pequeñas grandes acciones que permiten soltar lo que ya se soltó.

“Este es un tema de consulta muy frecuente hoy en día y de mucho interés. Al ser algo tan complejo, no tiene una respuesta única, pues cada situación es muy particular. Por ejemplo, no es lo mismo que vos seas quien tomó la decisión de terminar la relación, a que sea el otro el que lo haga. Esto último ya marca una cuestión más profunda sobre la autoestima, y las emociones con las que muchos tienen que lidiar”, explica el experto, sobre lo que puede ser un coctel de emociones donde reina la tristeza, la culpa, la soledad, el rechazo, y por supuesto, la incertidumbre.

Y es que, según una investigación de la Universidad de Stanford, sobre por qué las rupturas amorosas son más difíciles para algunas personas, aquellos que vincularon el rechazo a algún aspecto de su identidad fueron quienes más sufrieron tras el fin de la relación.

Así, para entender cómo se es posible superar a un ex, sin perderse en el proceso, López Peralta advierte que lo primero y más importante después de tomar la decisión de soltar, es ser coherente con ello.

“Esto implica, en una primera etapa que, por supuesto, es muy emocional, tratar de evitar el contacto con la otra persona. Aunque puede ser muy subjetivo, pues en ocasiones no es posible dado que se tienen hijos en común, se estudia o trabaja en el mismo lugar o, incluso, hasta son socios por algún emprendimiento, algo que lo hace mucho más complejo”, advierte.

Y no menos importante que tomar distancia, explica este experto, hay que darse la oportunidad de tener un duelo sin tanto ruido, sin redes sociales que refuercen ideas equívocas del amor, y sin la necesidad constante de revisar o usar las redes como una descarga.

“Mucha gente publica cosas a manera de dardos, como tirando un flechazo, algo que en últimas resulta muy contraproducente para quien lo hace”, explica Ezequiel López Peralta.

Ahora bien, aunque transitar por esta frágil línea de una manera más compasiva y estable, no es tan sencillo como parece, algo sí hay que saber, que el amor NO DUELE, y por eso hay que soltar sin miedo, así lo explica Diana Pardo, psicóloga clínica, y especialista en pareja y sexualidad.

“Hay algo muy importante que la gente debe siempre tener presente y es que, uno en el amor no se queda donde menos le duele, sino donde no duele. Algo que resulta clave para poder soltar aquellas relaciones que hacen tanto daño”.

Pardo destaca que muchas personas piensan que una relación debe acabar cuando ya no se ama al ex, pero lo que sucede en la práctica es todo lo contrario, pues muy a menudo terminan aquellas parejas en la que uno de los dos sigue queriendo con mucha intensidad, por lo que llevar el duelo de tener que soltar lo que no se quiere soltar, lo hace aún más difícil.

“Ya en este punto, hay que tener presente que, para poderse mantener en esa ruptura hay que aceptar que esa persona ya no nos aporta nada, no suma, y que aunque se extrañe y siga siendo muy amada, ya no nos conviene. El amor propio tiene que ser mayor a la necesidad de querer seguir en esa relación donde nos sentíamos intranquilos”, donde incluso, se era constantemente lastimado, invalidado, o donde sencillamente se acabó el amor, y comenzó el dolor.

Ahora bien, sobre si hay un tiempo determinado para superar una ruptura amorosa, la respuesta siempre será no, pues no lo hay.

Este tiempo, según los expertos, puede tomar meses, e incluso años, y dependerá, en gran medida, de la capacidad de resiliencia que tenga cada persona para sobreponerse a una pérdida sentimental, de ahí a que el duelo sea un proceso individual y que por lo mismo no se pueda forzar, ni acelerar.

“Es un proceso largo para algunos. Unos días te vas a levantar fuerte, otros días vas a querer volver, de pronto recaes, y vuelve el ciclo, pero es inevitable. Uno tiene que darse el tiempo de sanar, porque si uno no se da ese tiempo, va a seguir haciendo las cosas mal”, destaca Pardo.

Y, si es un duelo patológico, “que pega con otros conflictos no resueltos, puede durar años. Por eso la importancia, -cuando ves que el duelo se está complicando un poco- de pedir ayuda, no solamente a amigos, o personas que puedan escuchar y dar apoyo, sino de buscar ayuda profesional, ir a terapia”, refuerza Ezequiel.

Finalmente, ambos coinciden en que una buena receta para olvidar por una buena vez al ex, es cambiar la rutina diaria para evitar asociaciones constantes con el ex.

Esto, quiere decir, preocuparse por el bienestar propio, por el crecimiento emocional, por introducir nuevas actividades, lugares o pasatiempos que le permitan crear en su vida una sensación de novedad, sanación y liberación, que finalmente se convertirán en hábitos, hábitos de superación, resiliencia y amor propio. Llegará el momento en que el ‘ex’ sea solo anécdota.