SERIE
"Uno se pregunta qué tan machista ha sido", Ana María Parra, guionista de la serie 'Ni una más. Colombia'
'No fue mi culpa. Colombia’ presenta protagonistas de edades, clases sociales y lugares de origen diversos, unidas bajo la idea de que todas las violencias están tejidas por una misma cuerda.
'No fue mi culpa. Colombia’ presenta una colección de historias unitarias, basadas en casos reales de violencia de género, entrelazadas a lo largo de la serie por un intrigante relato.
Abordada en tono de denuncia social, narra un caso distinto en cada episodio unitario, al tiempo que presenta una historia central que actúa como hilo conductor y gira en torno a Ángela Iregui (Mar), una abogada determinada y audaz que se ve involucrada de distintas maneras en los casos.
Tras los buenos resultados de la primera temporada en México, la plataforma de Star+ se movió rápidamente, para realizar versiones de la serie en distintos países de la región, entre ellos, Colombia.
Ana María Parra fue la encargada de la escritura, tanto de la versión mexicana como de la colombiana, mientras que Cecilia Vásquez hizo parte del equipo de dirección. Ellas hablaron de su experiencia en la creación de ‘No fue culpa mía’ y las historias de violencia de género.
¿Cómo ha sido la construcción de esta serie que está basada en casos reales?
Ana María Parra: Es un formato que se está desarrollando en distintos países. Ya fue lanzada en México, Colombia, Brasil y, próximamente, en Argentina.
Cuando llegó la invitación para hacer parte de este proyecto empezamos a investigar para ver qué casos íbamos a ficcionar, cuáles podrían representar mejor todo el tema de la violencia de género; también conocimos víctimas y organizaciones que trabajan el tema. Con todo esto, empezamos el proceso de la escritura de la serie, el cual nos tomó casi dos años de trabajo.
¿Qué tan difícil es ficcionar unas historias reales y violentas?
Cecilia Vásquez: Es bastante fuerte, pero es bien interesante, porque nos lleva, tanto a los directores como a los actores, a ponernos en esas situaciones, a entrar en ese universo, en ese sentimiento, pero también en el dolor y las ganas de vivir. En darle toda la humanidad a estos personajes y visibilizar a estas mujeres.
Ha sido un reto grande, pero que se agradece muchísimo, porque se está enviando un mensaje y se está poniendo sobre la mesa un tema de conversación que nos atañe a todos, un proceso interesante y que alimenta el alma.
¿Qué tan difícil fue la selección de los casos reales que iban a contar?
Ana María Parra: Lo que ocurre es que hay hilos conductores en la violencia. Hay señales que se repiten, comportamientos que se repiten, por lo que escogimos los casos que nos permitieran mostrar los distintos comportamientos o señales en esta violencia. Cada historia que contamos representa la de cien víctimas más.
¿Cómo les cambió la mirada sobre este tipo de violencia, luego de todo el proceso de investigación y escritura de la serie?
Aprendí un montón de cosas sobre el tema, sobre las leyes, el feminicidio, sobre cómo se fue gestando la ley; como mujer no sabía qué tipo de protección hay, las ayudas y todo lo que falta por lograr.
A nivel personal, uno termina preguntándose qué tan machista ha sido, qué tántos comportamientos ha permitido, qué tánto los ha normalizado. Todo esto te genera una mirada distinta y analizas mucho más las cosas.
Cecilia Vásquez: Ha sido impresionante. Con las actrices lo hablamos mucho, para intentar entender los subtextos para lograr profundizar en los diálogos, lo que nos hacía sorprender en medio de las grabaciones.
¿Qué tánto se guiaron por la versión mexicana que se estrenó el año pasado?
Ana María Parra: Trabajé en la versión mexicana. Fue interesante hacer México y Colombia, para establecer lo que nos une, pero también lo que nos diferencia en este tipo de temas, donde los hilos de la violencia son muy distintos en cada país.
Cecilia Vásquez: La vi cuando se estrenó el año pasado. Fue muy enriquecedor analizar lo que nosotros estábamos haciendo, porque lo interesante de este proyecto es que se concentra en la problemática de cada país. Si bien en temas como el machismo hay muchos puntos en común en América Latina, es importante establecer las diferencias que se presentan por nuestras culturas y las propias leyes.
Marcela Mar
“La serie construye esos pequeños detalles que derivan en un feminicidio y maltrato. Esta serie nos hace pensar en la víctimas y en sus familias”, comenta la actriz, quien da vida a una abogada cuyo esposo acaba de ser asesinado y se mete de lleno en la lucha por encontrar la verdad y dar justicia a las víctimas.
“Lo que me quedó de la serie fue examinar esas conductas machistas que he tenido en la vida, y valorar el trabajo que hace una fundación como Feminicidios Colombia. El verdadero significado de la palabra empatía. Y entender que mi realidad no es la única, sino que hay diversas realidades.
Línea 155, Una llamada puede marcar la diferencia
Con atención las 24 horas del día, todos los días de la semana, los colombianos podrán comunicarse bajo reserva y gratuitamente a esta línea, desde cualquier operador en todo el territorio nacional para recibir orientación en temas relacionados con violencia de género.