Entretenimiento
Y fiesta, y rumba, en El Obrero: la bohemia salsera quedó en evidencia, ante propios y turistas
El día en el que la Feria se metió al Obrero, hubo fiesta y guaguancó.
El barrio Obrero fue ayer epicentro de la rumba en Cali, a ritmo de salsa, pachanga, charanga y boleros. Con un sinnúmero de actividades, se demostró que allí, por tradición, se ha cultivado ese ritmo musical.
Chorrito Antillano y Melassa, dos lugares icónicos del sector, programaron una selección de discos dedicados a Cali. Pa’Borojol y Salsa al Mirador, de la Comuna 20, llevaron DJ y melómanos; la mujer en la música estuvo presente a través de Nellyteca y La Esquina Caliente Salsoteca, la Orquesta Canela, y Patricia Fajardo con sus clases de baile.
Hubo taller de tango, a cargo de los esposos Leida Santa Riascos y Jaime Parra Restrepo, anfitriones de La Matraca, así como de los bailarines Camilo Díaz Santa y Carolina Aristizábal. El taller de percusión estuvo a cargo de Jhon Certuche. Parejas provenientes de Latinoamérica, EE. UU. y Europa, se entregaron a la reina rumba con DJ Marocco, DJ Pacific Show y Clandeskina Orquesta, ya entrada la tarde.
Se revivió la bohemia a través de la programación de los sitios de la ruta turística y salsera del Obrero, como Pa’l Borojol, el Museo de la Salsa y La Matraca, “reactivando este espacio como aquel donde se reconoce la identidad salsera del caleño, que con el tiempo se ha transformado, pero mantiene en la salsa su hilo conductor”, dijo Mábel Lara, secretaria de Turismo de Cali.
Entre 10:00 de la mañana y 6:00 de la tarde hubo actividades para toda la familia, conversatorios y música, en tres tarimas. Con la Feria al Obrero se reconoció la importancia histórica de este barrio, que hace parte de la idiosincrasia caleña, y su potencial turístico, en el objetivo de posicionarse como un destino atractivo a nivel nacional e internacional.
Conocedores de la historia de la salsa en Cali, como Gerardo Quintero, Elizabeth Timbal y Alfredo Motato, hablaron sobre ese ritmo. Carlos Molina y Andrés Díaz Pachanga conversaron sobre la importancia del barrio Obrero en el trasegar del género en la ciudad.
Fueron 105 años los que cumplió este 2024 el Obrero, que se ha convertido en un referente de la cultura y la salsa, atrayendo a turistas y caleños. Cuenta con su propia ruta musical, que incluye Pa’Borojol, El Museo de la Salsa, la Nellyteca, Mellasa, La Matraca y el parque Eloy Alfaro.
Tres tarimas fueron ubicadas en puntos estratégicos del barrio, en la Calle 22A con Carrera 12 (Pa’Borojol), en la Calle 22A entre carreras 10 y 11 (La Matraca - Parque Obrero) y en la Carrera 11B con Calle 25 (Museo de la Salsa), que hacen parte de la ruta turística trabajada por la Secretaría de Turismo con emprendedores y comunidad local.
Desde la Secretaría de Turismo de Cali se trabaja para potencializar la ruta cultural y turística del Obrero: “Es una de las principales apuestas del alcalde Alejandro Eder, que busca promover la cultura local e incentivar el fortalecimiento del turismo comunitario”, dice Mábel Lara, titular de esa dependencia.