Tener un estilo de vida activo permite dejar de lado uno de los mayores problemas
Implementar el deporte en las rutinas diarias de los pequeños promueve una mejor salud y bienestar.
Además, este tipo de actividades fomentan la integración y socialización entre los estudiantes para gozar de un entorno más ameno para los niños dentro de las aulas de clase. Cualidades como el trabajo en equipo, el respeto hacia los demás y la tolerancia también son aspectos clave que se pueden desarrollar con ayuda del deporte.
Otra razón por la que el deporte es importante es que ayuda a desarrollar habilidades cognitivas en los niños, pues realizar este tipo de actividades requiere concentración, atención y toma de decisiones; factores que pueden ser usadas en otras áreas de la vida y que serán de gran ayuda en un futuro para el crecimiento y desarrollo de la persona.
Una vida activa permite que los niños aprendan a organizarse y a gestionar el tiempo. De acuerdo con especialistas en el tema, existe una base científica que respalda que la actividad física en los jóvenes favorece su desarrollo cognitivo y, por lo tanto, ayuda a tener un mejor rendimiento escolar.
La disciplina y responsabilidad también se ven fomentadas con la actividad física. Para ser un buen deportista y sobresalir entre los demás es necesario ser constante y comprometido, aspectos que también pueden ser usados en otros ámbitos de la vida como el estudio o el trabajo.
Durante esta etapa los estudiantes son más vulnerables a lo que sucede en su entorno, es por esto que el deporte también se convierte en una gran herramienta para tener una mejor autoestima y sentirse más seguros de sí mismos. Con esto es posible que los estudiantes se percaten de sus fortalezas y habilidades, para así trabajar en ellas y potencializarlas.
Es de gran importancia que los padres sean quienes promueven el deporte en la vida de sus hijos, para que no solo sea practicado en las instituciones educativas sino también en el hogar. El fomento de la actividad física brindará un sinfín de beneficios que se verán reflejados no solo en el desempeño escolar del niño sino también a lo largo de su vida.