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Aquellos que duermen lo suficiente
Mejor en su entorno y presentar menos problemas de comportamiento con las personas que los rodean, de igual manera tienen un mejor desempeño escolar debido a la atención y energía que los acompaña en las aulas de clase. Por este motivo es de gran importancia que los padres implementen rutinas del sueño adecuadas para sus hijos, las cuales permitan que los más pequeños puedan descansar lo suficiente y así poder tener un buen desarrollo.
Los especialistas recomiendan que los más pequeños deben dormir de 8 a 10 horas, tiempo que debe iniciar en horas tempranas de la noche para que la hormona del crecimiento se estimule y trabaje correctamente. Sin las horas de sueño necesarias o recomendadas el ámbito cognitivo se verá afectado, provocando que el niño esté cansado, disperso y sin atención.
“Algunos estudios demuestran que las personas pueden tener alteraciones a largo plazo, trastornos en la parte mental y desarrollo de otras enfermedades que afecten su salud, esto por la falta de sueño”, explica el pediatra Javier Criales.
Es necesario que el ambiente donde el niño duerma sea tranquilo, sereno, reposado, sin luz y sin ruido para que logre tener un descanso pleno y sin interrupciones, así la hora de acostarse será una experiencia positiva y relajante. Se deben evitar las estimulaciones visuales como televisores, celulares o tablets, pues estos elementos pueden inferir con la habilidad para dormirse y mantenerse en este estado durante toda la noche.
Es importante implementar una rutina donde se haga siempre lo mismo, ir a dormir a la misma hora, tomar un baño, vestirse cómodo, escuchar un cuento leído por sus padres, entre otras actividades que le generen bienestar al menor. Las siestas durante el día también son una muy buena opción, pues, como lo explica el pediatra, en este periodo corto el sueño sirve como elemento reparador para que el niño continúe su actividad y exploración del mundo, pues es importante que tenga la suficiente energía para desenvolverse de la mejor manera.
Para que la hora de levantarse no sea tan difícil ni para el padre ni para el niño es recomendable que la rutina del sueño le permita al menor descansar las horas estipuladas por los especialistas. También es importante que los padres busquen distancias cortas entre la casa y el colegio para que el desplazamiento no le quite horas de sueño innecesarias al menor.
De acuerdo con Criales este tipo de rutinas que se implementan desde edades tempranas forjan buenos hábitos para el futuro de la persona, pues ayudan a que el organismo adapte y no haya dificultad para madrugar.