¿Cómo es posible que la música nos transporte a otras épocas?
Es capaz de recordarnos, pero también aleccionarnos de experiencias pasadas de sus creadores.
Imagine la enorme sabiduría colectiva que se alberga en los más de 157 géneros musicales que tiene Colombia. Más de 1.000 ritmos y expresiones musicales. Se trata de una diversidad marcada por el mestizaje. Fusión de artes y genes, entre indígenas, africanos y españoles.
El conglomerado musical de líricas, melodías y ritmos conforma la esencia de la cultura de un pueblo. Pulso, acento, compás y tempo. Elementos regulares o irregulares, rápidos o lentos, que concuerdan en el ritmo.
Precisamente, hablando de himnos, el de Colombia fue escrito por Rafael Núñez, presidente colombiano, con el deseo de celebrar la independencia de Cartagena. Sí, la de Ay, vámonos pa' Cartagena, vivir la vida buena. O nos vamos pa' Cholón, nos metemos un par de ron y te como a besos en la muralla.
Para los que no saben, Cholón es una isla dentro del Parque Nacional Corales del Rosario. Muchos jóvenes la visitan hoy en día. Sin embargo, creo que es importante resaltar que se trata de una zona protegida, en el que se encuentran varios ecosistemas, como manglares, corales y praderas submarinas.
¿Y qué es el ritmo?
Un conjunto armonioso de sonidos y silencios. Una relación natural de rumores. El compás, creado de forma artificial.¿Alguna vez te has preguntado cuál es la primera canción en todo el mundo? Es un Himno sirio dedicado a la diosa de los huertos Nikkal. El Himno de Ugarit del siglo XXII AC. Ugarit que hoy se conoce como Ras Shamra.
Los seres humanos, no solo en Colombia, sino en el mundo entero, de forma consciente o inconsciente,
estamos presionando al planeta, a lo que muchos, han llamado la sexta extinción masiva de especies
No una única causa, sino el resultado de la presión sobre los ecosistemas; la sobreexplotación;
y la contaminación. ¿Se imagina una Colombia sin monos otitis cabeciblancos? ¿Sin águilas solitarias,
meros guasa, bagres rayados de la magdalena, o caimanes negros?
Algunos pensarán, “pero qué importa, si nunca los voy a ver ni tener cerca”, eso es como decir para qué voy a contar historias a un recién nacido si no las recordará; o qué me importan a mí las estrellas en el firmamento si nunca las podré tocar. El simple hecho de que existan, el simple hecho de que ejerzan su rol en el ecosistema en cuestión, el simple hecho de saber que enamorarán al caminante que las encuentre en su caminar, es razón suficiente para preservación.
