Colombia te tengo el plan - El País

Cuando sienten el ritmo de la música, muchos no pueden dejar de mover los pies.

Pero… ¿sabrías decir cuál es el origen de la salsa? ¿por qué la salsa caleña es tan rápida? ¿Y cómo empiezan a llegar esos sonidos a Colombia? Sí, cuando Voltaire nos habló por allá en el 1700 de que leer y bailar son dos actividades que nunca harán daño al mundo, bien sabía lo que estaba diciendo.Nunca he entendido ni el cómo ni el porqué.
Nunca crecí escuchando salsa. No es una música que reinara en España durante mi niñez. Sin embargo, desde que tuve mis primeras experiencias viajeras por América Latina, siempre fue un género musical que me resultó cercano. ¿Cómo es posible que yo, un españolete, supiera las letras de las canciones de salsa vieja? ¿Y que las sintiera como propias?

Quiero comenzar este artículo de hoy con un pequeño experimento.

Si yo les digo: Tan-tan Tan-tan Tan-tan Tan-tan Táaaan Tan. ¿De qué canción estoy hablando? Muchos comenzarán a ver la luz de un nuevo cielo y a sentir el ritmo, moviendo el pie bajo la mesa. Escuchando el jilguero que canta. Las calles se levantan. Andy, Director de la Escuela Son de Cali, no tardó ni un segundo en identificar la canción, cuando le consulté por WhatsApp. “La canción Cali Pachanguero es un himno”, me explica Andy. “No solo para los caleños, para los colombianos y todos los salseros del mundo. Es una canción que ha hecho historia”.
Hace ya unos cuantos años tuve la oportunidad de fotografiar el mundo de la salsa en Cali. Un grupo de niños preparaban una coreografía para el Mundial de Salsa del 2011. Cámara en mano, quedé boquiabierto al ver volar sobre la pista de baile a un grupo de niños salseros del Proyecto Stilo y Sabor, un grupo infantil que dirigía el coreógrafo Juan David Bernal. Un año antes habían sido campeones del Festival Mundial de Salsa en Cali y ya hacían parte del espectáculo de Delirio.

Colombia te tengo el plan - El País Hace ya unos cuantos años tuve la oportunidad de fotografiar el mundo de la salsa en Cali. Un grupo de niños preparaban una coreografía para el Mundial de Salsa del 2011. Cámara en mano, quedé boquiabierto al ver volar sobre la pista de baile a un grupo de niños salseros del Proyecto Stilo y Sabor, un grupo infantil que dirigía el coreógrafo Juan David Bernal. Un año antes habían sido campeones del Festival Mundial de Salsa en Cali y ya hacían parte del espectáculo de Delirio.
Aunque nació en Arauca, Luis Eduardo Hernández, más conocido como El Mulato, llegó a Cali a los 5 años de edad. No es difícil entender que la salsa se convirtiera en vida. “Para mi la salsa es todo Kike” “Para mi la salsa es todo Kike”, me explica El Mulato. “Yo vivo salsa. Respiro salsa. Sueño salsa”. Creador de la Fundación Escuela de Baile Swing Latino, ha conseguido utilizar el baile como una herramienta de integración social. Muchos de sus alumnos se han convertido en líderes y gestores del movimiento salsero de la ciudad de Cali.

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El Son nace en Cuba. La onda corta trae esos sonidos a Colombia en los años 20 ó 30.

Unos años más tarde aparece el género de la guaracha. Un ritmo musical originado en Cuba, que se escuchaba en las salas de baile de los barrios más populares. Pero la realidad es que nadie fuera de Cuba recibió indicaciones de cómo bailarla. ¿Cómo se bailaba una guaracha? Con un ritmo rápido, y letras cómicas y picarescas, pronto pasó a formar parte del repertorio de trovadores y orquestas. Y es muy posible que esta guaracha tuvieras sus orígenes en los bailes desenfadados y humorísticos que se escuchaban en tierras de mi abuela Regla, Cádiz.
Y podríamos hablar del danzón, del chachachá o del mambo. La realidad que ya desde el Siglo XVII, se venía dando la fusión de la música de los colonos españoles y franceses con la de los esclavos venidos de África. Una curiosa mezcolanza de estilos afro-caribeños que fueron evolucionando. Por ese entonces, miles de puertorriqueños vivían al Este de Harlem, en lo que se llama el Barrio o Spanish-Harlem. Las mezclas del jazz con los ritmos tradicionales influyeron en una nueva generación de latinos en Nueva York. Si el mundo le dio el título del Rey del Mambo a Pérez Prado, en Nueva York ese título se le concedió al puertorriqueño Tito Puente, muy conocido también por sus boleros.
En 1959, el cubano Eduardo Davidson crea la pachanga, una mezcolanza de lucumí afro-cubano; los ritmos africanos de las tradiciones Yoruba; y la samba brasileña. Muchos piensan que fue José Fajardo quien creó la pachanga, pero más bien fue esencial en su popularización. Es un período de fuerte inmigración de latinos a Nueva York. “Y de colombianos que habían estado en la Guerra de Coreaás”, explica Lozada. “Esos emigrantes traían muchos LPs (Long Plays). Se pone de moda la pachanga”.
Pero es importante referirse a la aportación de Cuba. Aunque es difícil hablar de unos pocos. El antecedente del mambo podría encontrarse en el danzón de Orestes López, que incorporaba un nuevo ritmo en su canción Mambo. Deberíamos hablar de Enrique Jorrín, quien incorporó cortos coros durante los danzones.
En el Nueva York de los 50, se incorporan la tumbadora e incluso un motivo sincopado que ya utilizaban los 'treseros' en sus montunos. Y hasta me atrevería a citar a José Urfé y su mejora del danzón, añadiendo el concepto del montuno.
Los músicos en Nueva York querían ganar el mercado de la música en Estados Unidos. “Cuando tocaban un guagancó o un montuno, explica Lozada, no les llegaba. Es por eso que mezclaron Rhythm and Blues, Soul, B-Bop, con merengue y montuno. Y ahí aparece el fenómeno del boogaloo. Ese boogaloo latino que abrió las puertas al trombonista Willie Colón, nacido en el Bronx, que terminó tocando con el recién inmigrado Héctor Lavoe. La fórmula original del boogaloo era lenta. El caleño, acostumbrado a bailar rápido la guaracha y el mambo, encontró esos nuevos ritmos muy lentos. Alguien decidió acelerarlo, escuchando los discos de 33 a 45 rpm”.
Años más tarde aparece el Movimiento de la Salsa, que nace en las escaleras de los proyectos del Bronx, hacia 1968. En 1971, entre las avenidas Segunda y Tercera, en la Calle Trece, en el Bajo Manhattan, se graba un concierto de la Orquesta Harlow con Izzy Sanabria (Mr. Salsa) y la participación de Johnny Pacheco. En el año 1972, la película Our Latin Thing (Nuestra Cosa Latina), no es sino una crónica del nacimiento de la salsa en un concierto en un Club en Midtown Manhattan, llamado The Cheetah Club, donde Fania All-Stars presenta lo mejor de la escena latina neoyorquina.
Y la siguiente película Salsa, proyecta este movimiento, imparable ya, al mundo. En el 73, miles de personas se reúnen en el Yankee Stadium para ver otro evento de Fania All-Stars. Un año después, Lavoe canta en Puerto Rico la canción Mi Gente, que se convertiría en un auténtico himno para los salseros.
Como en muchos lugares del mundo, la música supone un escape. La música se convierte en la música identificativa de los latinos en Estados Unidos. Una válvula de escape a los problemas que azotaban muchas comunidades latinas deprimidas, como El Barrio. Las letras de las canciones de salsa comienzan a incorporar mensajes sociales y políticos. Ya no es un género únicamente para bailar. Y se expande su ámbito de influencia. En 1977, Rubén Blades graba con Willie Colón, cambiando el género por el uso de unas líricas diferentes.

Colombia te tengo el plan - El País “En este momento empezamos a conocer la salsa clásica”, explica Lozada. “Que tenía muchos ritmos. montuno, guaguancó, guajira… Muchos ritmos y muchos híbridos, porque cada músico buscaba su sonoridad. Existía salsa funk; la salsa puertorriqueña, más guaguancó que las que se hacía en NYC, que tenía más influencia del montuno”.
Y es la radio de onda corta la que permite este fenómeno. Una emisora de radio en Colombia comenzó a emitir salsa 24 horas al día y se metió en la sangre de los caleños. “La música antillana, que hoy conocemos como salsa, empieza a llegar a Colombia, y especialmente a la costa, por las emisoras cubanas que se escuchaban en aparatos de siete bandas, en aquella época”, me explica el locutor barranquillero Renzo Rodríguez. “Sonaban el Trío Matamoros y Beni Moré, entre muchos otros. Surgen agrupaciones como Los Corraleros de Majagual, que también hacían música tropical y salsa. Fueron el primer grupo colombiano que llegó al Madison Square Garden”.

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