Ese es otro de los grandes misterios. La toma no fue una sorpresa. 20 días antes las autoridades ya sabían que había un plan del M 19 para tomarse el Palacio, porque habían capturado a dos guerrilleros con los planos del edificio. Y se había decidido reforzar la vigilancia policial y militar de las instalaciones. Pero el día de la toma había solo dos vigilantes. Los guerrilleros los asesinaron y pudieron entrar ‘como Pedro por su casa’. ¿Por qué? Una hipótesis que manejan algunos historiadores, pero nunca ha podido probarse, es que los militares decidieron convertir el Palacio en una especie de ‘ratonera’ gigante, con un ‘cebo’ muy atractivo, para capturar a los guerrilleros. ¿Por qué harían eso? Quienes mencionan esa versión hablan de por lo menos tres razones: una, porque los mandos militares jamás respaldaron los intentos de paz del Gobierno Betancur, toda vez que los mismos se hicieron sin tenerlos en cuenta. Dos, porque necesitaban lavar su imagen, duramente golpeada por los golpes espectaculares que el M 19 había propinado, entre ellos el robo de cinco mil armas del Ejército y la toma de casi dos meses a la embajada dominicana. Y tres, porque estarían interesados en quemar los expedientes que tenía la Corte en su contra, por casos de violaciones a los derechos humanos.